El consultor y experto en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), Francisco Bravo, afirmó que el parque informático municipal "necesita apoyo porque es para beneficio de todo el mundo".

Además, el especialista afirmó este proyecto "atraviesa horizontalmente a todos". "Si este sector fracasa en el país perdemos una oportunidad que la Argentina no ha tenido en sus 200 años de historia: pasar de ser un país subdesarrollado a uno desarrollado", sostuvo.

Bravo está encargado de realizar el plan maestro del parque informático en la ciudad y actualmente es el director ejecutivo del polo tecnológico que se construyó en Godoy Cruz, Mendoza. En diálogo con LA CAPITAL, el consultor explicó la importancia del anuncio realizado ayer por la Municipalidad y los beneficios de desarrollo que provocará en todos los sectores de la economía marplatense.

-¿Cuál es el potencial de Mar del Plata en comparación con Mendoza?

-El mismo potencial que hay en Mar del Plata. En realidad me he sorprendido porque acá el potencial es más grande, quizás por la proximidad con Buenos Aires.

-Mar del Plata tiene una economía basada en el turismo, pesca y la industria alimenticia. ¿Por qué aún las TIC no se identifican como un factor importante en la ciudad?

-La Argentina hasta mediados del siglo pasado era considerado un país rico. Eso era porque de la economía mundial un tercio era la agricultura, un tercio los servicios y un tercio la industria. Hoy en día la agricultura representa el 4% de la economía mundial y no es porque haya disminuido su importancia sino porque los dos tercios los tienen los servicios. Y cuando digo servicios está incluida toda la industria del conocimiento. Entonces no es sólo fortalecer a las empresas TIC. Naciones Unidas se dio cuenta de la gran transformación que significaba en el mundo este cambio de paradigma donde la economía tradicional se transformaba en la economía del conocimiento. Entonces hoy en día los países ricos no son los que tienen más recursos naturales sino los que han sabido impulsar el conocimiento.

-Entonces, ¿qué lugar ocupan las TIC en la Argentina?

-En la Argentina es muy importante y el Gobierno nacional se ha dado cuenta. No es casualidad de que se haya transformado la Secretaría de Ciencia y Tecnología en un ministerio y no es casual que se hayan desarrollado leyes específicas para el fortalecimiento del sector del software.

-¿Cuál es el potencial de esta actividad en Mar del Plata?

-El Municipio acaba de llevar adelante un relevamiento de todo el sector y he quedado sorprendido por los resultados porque hay más de 3 mil empleados en el sector. Igual o más que Mendoza que tiene 1.700.000 habitantes. No obstante, este sector es casi más potente acá que allá. Mar del Plata y Mendoza se parecen mucho como ciudades habitables porque son muy lindas para vivir y atraen a mucha gente. Ahora, Mar del Plata fue declarada dentro de un grupo de ciudades de Latinoamérica como emergente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entonces ha hecho que el BID esté apoyando esto y a raíz de se apoyo nace la intención de contratar consultorías para desarrollar un parque tecnológico de esta característica.

-¿Por qué es necesario potenciar un parque tecnológico?

-Sí acá hubiera industria del calzado y se fundiera, no repercutiría en general en la economía de Mar del Plata, pero si repercutiría si no creciera este sector porque atraviesa a todos. La tecnología aporta a la pesca, al comercio, a la agricultura y a la vida social. No hay nadie que no se nutra de esta tecnología para vivir y trabajar. Por eso es importante.

-¿Cómo definiría a un parque informático?

-Es un espacio donde todas las empresas se ubican. Antes todo lo que era innovación y tecnología nacía de las universidades hacia los sectores de la producción y la economía. Esto ahora no funciona más así y el modelo es mucho más complejo: conviven en un mismo espacio la universidad, el sector público y las empresas. Entonces ese lugar van a convivir estos tres importantes sectores. Ahí se genera una sinergia donde se beneficia uno del otro. Ese es el objetivo.

-En esta sociedad moderna donde no es necesario verse ni tocarse para relacionarse, por el avance de la tecnología es una contradicción tener que juntarse en un mismo espacio.

- Es una pregunta interesante. Acá se dan las dos cosas. Contribuyen el espacio virtual y el espacio físico porque los seres humanos nos tenemos que seguir viendo para entendernos. No alcanza con email, Facebook y Twiter. Son herramientas útiles pero no puede perderse jamás el contacto físico y mirarse a los ojos y compartir ilusiones y sueños.

-Antes mencionó una sinergia entre todos los sectores. ¿Eso logra potenciarlo?

-Exactamente; está comprobado. Esto hace que crezca el sector. Todas las empresas enormes a nivel mundial importantes nacieron en el Silicon Valley y ahí los negocios se armaban en los cafés. Seguramente ahí se deben haber conocido Steve Jobs y Bill Gates. Por eso este ejemplo sirve para demostrar la importancia que tienen estos espacios.

-¿Cuál es la configuración de un parque informático?

-En principio, no hay fábricas ni industrias contaminantes. Hay solamente generación de conocimiento y de sinergias que apoyan y ayudan a que ese conocimiento crezca y se multiplique. Lo más importante es que hay espacios libres y verdes que conviven con eso, donde la gente camina pasea y se encuentra. Por ejemplo, este proyecto está previsto instalarlo en un lugar donde se van a ocupar nada más cinco hectáreas de las cuales una parte estará ocupada y se conservará el espacio natural. Se pretende que el parque armonice con el medio ambiente.

-¿Qué falta para que la sociedad acompañe este tipo de proyectos?

-Hay que hacer una difusión muy importante. Lo que yo le llamo evangelización tecnológica. Esto necesita del apoyo de todo el mundo y se debería entender que es para beneficio de toda la sociedad y de todos los sectores. Esto atraviesa horizontalmente a todos. Si fracasa o no crece este sector perdemos una oportunidad que la Argentina no ha tenido en sus 200 años de historia: pasar de ser un país subdesarrollado a un país desarrollado.