"Este es el país de los 'pinchagomas', si no reclamás no te dan bolilla"

"Este es el país de los 'pinchagomas', si no reclamás no te dan bolilla"
Un grupo de mujeres del asentamiento del barrio Quilmes decidió compartir sus historias de vida, mientras reclaman un techo. Madres, hijas, manifestantes, hace más de tres meses ocupan terrenos. En Itatí pidieron un auxilio presidencial y bendición de la Virgen.
LAS MADRES DEL MONTE

Lindante a un nuevo complejo de viviendas que se adjudicó a vecinos trasladados por las obras en costanera Sur, se erigen 43 carpas de lona y bolsas de plástico sobre un predio de propiedad privada en la zona conocida como Quilmes, a escasos metros de la avenida Garay, sobre calle Hernandarias. Allí, desde la noche del 31 de agosto, más de un centenar de mujeres ocuparon el terreno en medio de un intento de desalojo y noticias de un movimiento okupa que se originó en el Pirayuí y se extendió al Doctor Montaña y Esperanza. Autodenominadas “Las del monte”, afirman que son 247 las que resisten por el sueño del techo propio, mientras mantienen negociaciones con la Provincia. La semana pasada extendieron su pedido a la presidenta Cristina Fernández cuando visitó Itatí y trajeron una imagen a la cual construyeron una gruta transitoria para la bendición de la protesta social que ya está judicializada.

Un grupo de “Las del monte” recibió a El Litoral, donde no permiten el acceso a los hombres por razones de seguridad. Contaron sus experiencias Marita Sena, la delegada y voz que encabeza los reclamos. También se unieron a la charla María Teresa Osuna, la mayor del asentamiento; Mirta López y las madres veinteañeras Valeria Ayala y Noelia Villalba. Acompañadas por otras mujeres, niños, changuitos y biberones.

¿Hace cuánto vive en el barrio?

María Teresa: Hace 41 años porque la mayor (hija) tiene 41. Primero vivíamos en el barrio San Marcos y de ahí nos mandaron acá (barrio Quilmes). Limpiamos y nos quedamos hasta ahora. Como estamos viviendo en un zanjón ahí no nos podemos quedar porque cuando llueve se inunda todo. Un barrial hay. Llueve un poquito y queda todo en el portón.

¿Usted vive sola en su casa o con sus hijos?

María Teresa: Vivo con mis cuatro hijos. Cada cual tiene su piecita, y cada uno tiene sus maridos y sus hijos.

Marita: Son cuatro familias viviendo en un mismo terreno. Cada una tiene sus piezas individuales.

María Teresa, ¿a qué se dedicó?

María Teresa: Siempre fui ama de casa.

¿Tuvo alguna vez la posibilidad de inscribirse en un plan del Invico?

María Teresa: Una vez nos trajo el Invico los papelitos, cuando llegamos acá (barrio Quilmes). Nos iban a hacer una vivienda.Tengo los papelitos pero después no pasó nada.

Marita: Hace 41 años que mi mamá está inscripta en el Invico y nunca nos llamaron.

Mirta: Mi mamá también está inscripta hace 41 años y somos 12 hermanos, la mayoría estamos casados, formamos una familia y nunca pasó nada.

¿Si no es a través del Invico no pueden comprar una casa?

Marita: la mayoría somos familias muy humildes. El ingreso económico no llega a los 2 mil pesos. Acá vivimos día a día o porque sos cartonera, mallonera, obrajera. La mayoría somos personas que vivimos del cartón y del carro.

María Teresa: Nosotros vivimos del carro. Tenemos un carrito a mano donde llevamos cartón desde el Centro. Nos íbamos a las 4 o 5 de la mañana para llevar cartón.

¿Qué opinan de la gente que dice que ustedes ocupan un terreno porque no quieren trabajar para comprarse una casa?

Marita: Sabemos que en un grupo de personas hay distintas clases de personas. Pero están las personas que se pueden seleccionar. Acá somos 247 mujeres, no todas somos iguales y no todas tuvimos las mismas oportunidades... Pero sí, está la gente avivada que quiere que se le regale alguna cosa, que le den un corte de rancho, y este vivo fue y vendió y, ¿qué pasó con la mujer y sus siete hijos? Están en la calle, mendigando. No le da la oportunidad de crecer. Están también los maridos avivados y las mujeres sinvergüenzas y avivadas que les gusta tomar, que les gusta hacer cualquier cosa, menos atender a los nenes. Pero ¿qué pasó acá? Se seleccionó a la gente. Nosotros éramos muchísimos. Pero un día decidimos cómo tenemos que hacer las cosas. Todos aspiramos a tener algo propio, un terreno, una casa. Sabemos que nadie nos va a regalar nada. No queremos que nos regalen. Creo que todas las mujeres están sabiendo que si alguna vez nos dan el terreno y somos propietarios, lo tenemos que pagar a un precio que se pueda.

¿Hasta cuánto pueden pagar?

Marita: Una cuota de no más de 500 pesos. Hay que hacer un censo para saber cuánto puede pagar cada familia. Hay familias que pueden hacer un esfuerzo hasta 300 pesos por mes.

Entonces nunca tuvieron oportunidad, si la única forma que tienen de obtener una casa es a través de planes de viviendas y ninguna tiene recibo de sueldo para ir a privados.

Marita: Yo creo que el mismo sistema te obliga, porque si vas a un local y decís quiero esta zapatilla, si no tenés recibo de agua o luz no bajás nada. No bajás cable, no tenés nada. Acá no tenés barrido, ni limpieza, ni cloaca. No tenemos las mismas oportunidades que las otras personas. Y ahora estamos viendo que esas cosas se pueden cambiar. No a pasos agigantados, todo es a paso de hormiga. Si nosotros nos organizamos vamos a llegar a algo.

Valeria: Yo soy mamá de dos chicos, un nene de seis y una nena de un año y tres meses. Estoy viviendo en la casa de mis padres, en una pieza 4 por 4. Tengo todo encimado, un televisor, un modular.

¿Qué deseás para tus hijos?

Valeria: Que tengan una vivienda, su pieza, un baño, un living, un pequeño patio donde puedan correr. Porque después de lo que le pasó a ella (en referencia a su beba en brazos) me dijeron que tiene que tener su pieza aparte. Ella a los siete meses convulsionó y tuvo 40 de fiebre. Ya la daban por muerta. Ella estuvo toda morada, negra en el “Juan Pablo” (Pediátrico). Quedó en terapia una semana. Tardó tres semanas en reaccionar porque tenía la mirada perdida y ahora cada vez que tiene fiebre ya la estoy controlando. Está tomando medicamentos, pastillas y jarabe.

¿Qué problema tiene?

Valeria: Tiene epilepsia. Y la casa de mi papá la están remodelando. Todos van a decir ‘mirá la casa que tiene ella’, pero no es mi casa, es la casa de mis padres. Yo vivo en un rincón con mi familia y también en la misma casa vive mi hermano con mi cuñada. Yo vivo en una pieza nomás. Además están mi mamá, mi papá y mi hermana que tiene dos chicos.

¿Cuántas personas viven en una sola casa?

Valeria: (cuenta) Somos 12 en una misma casa, con un solo baño...Y otro problema son las peleas por los chicos, por eso queremos cada uno tener un lugar.

¿Estudiás, trabajás, estás en pareja?

Valeria: Soy ama de casa y vivo en pareja.

Marita: Yo soy estudiante de la carrera de Enfermería. Estoy en segundo año. Estoy terminando la carrera porque son tres en la Cruz Roja. Siempre le digo a las chicas que no pierdan las esperanzas, que puedan algún día estudiar porque ser madre es una cosa y tener una carrera profesional es lograr algo... Esto es lo que siempre hacen... (Un denso humo negro rodeó el asentamiento).

¿Quién lo hace?

Marita: La gente del barrio. Prenden fuego. Juntan la basura del cartón y prenden fuego.

Todas: Nosotras limpiamos. Esto antes era un basural. Mejor que nos digan “Las del monte” y no “Las del basural”.

Marita: Nosotras hicimos todo. Ellas (por el grupo de mujeres) tienen ganas de tener su propia casa porque pelean. Pero hay problemas con la gente que toma mucho (alcohol). Hay peleas. Acá somos todas mujeres para evitar las peleas con los vecinos y con la Policía.

Noelia: Yo tengo tres chicos. Vivo con mi mamá y mis chiquitos. Estábamos todos juntos y vivíamos peleando con la familia, cuando toman.

¿A qué se dedican?

Noelia: Vivimos de lo que sacamos del carro. Nosotros nacimos y nos criamos en el barrio Quilmes. Vivíamos un tiempo en alquiler pero no nos alcanzó la plata y volvimos al barrio.

Marita: Esta es una oportunidad que tenemos todas. Yo vivo en un terreno fiscal. Más allá de la casa que tenga ahí, no es mi terreno. Creemos que vamos a lograr un cambio.

¿Cómo fue la primera noche?

Todas: Nos tiraron gas pimienta. Nos quisieron atropellar con los caballos. Eramos todas mujeres y niños.

Mirta: La Policía nos lanzó balas y no eran de goma. Hacía mucho frío y lo único que faltó es que nos tiren agua.

¿En qué fecha fue?

Marita: El 31 de agosto, el Día de San Ramón Nonato, el santo de las parturientas.

¿Por qué sólo estuvieron esa noche mujeres y niños?

Marita: Pensábamos que por ser mujeres y madres nos iban a respetar más pero no fue así porque nos metieron garrote, nos metieron balas. Y nos tiraron gas pimienta. Siempre dije que estar acá es una necesidad. El Estado, todo nos genera que hoy estemos acá para que podamos tener un lugar. Siempre tengo las expectativas de que esto sea un hermoso barrio, tener una hermosa plaza, una gruta de la virgen.

¿La trajeron de Itatí?

Marita: Fuimos a Itatí un grupo de 30 mujeres a entregar el petitorio a la Presidenta y 80 cartas. Estábamos haciendo una rifa para el Día de la Madre y el regalo para todas es la gruta con la Virgen que trajimos de Itatí.

Pero en la gruta hay dos vírgenes.

Marita: La más grande es prestada por los vecinos. Decidimos dejarla acá hasta que todo termine. Creo que todos tenemos la fe de tener la propia casa. No nos vamos a callar. Somos muchas. El Gobierno que está, va salir por la puerta de atrás porque le vamos a poner los carros si no nos escuchan. Nosotras somos muy tranquilas pero hasta un punto. Este es el país de los “pinchagomas” porque si no reclamás no te dan bolilla.

MARIANA BLANCO

mblanco@ellitoral.com.ar

Movimiento okupa

El movimiento okupa nació en España como un modo de reivindicar el derecho a la vivienda para “los sin techo”. En Corrientes tomó visibilidad con las ocupaciones en el barrio Pirayuí. El Quilmes fue parte de este cimbronazo. El 31 de agosto un grupo de mujeres y niños tomaron un predio privado. Hubo un intento de desalojo y versiones cruzadas sobre balazos. La Policía negó que hayan disparado contra los manifestantes, quienes opinan lo contrario.

Cuatro delegadas del asentamiento, entre ellas Marita Sena, fueron imputadas por la Justicia por el delito de usurpación y el próximo 25 de octubre irán a declarar. Expresaron que alegarán el derecho constitucional a la vivienda. Mientras, continúan las negociaciones con la Provincia. La semana pasada recibieron la visita del doctor Raúl Nicolini, de la Secretaría de Gobierno.

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