Lo que seguramente no encontrarán los interesados en conocer cómo se administra la caja más importante de Sudamérica, son referencias a los escándalos de corrupción que envuelven a algunos de sus nuevos funcionarios, uno de los cuales más que currículum vitae parece tener un prontuario.

Es que el recientemente designado responsable de la unidad de gestión local en la Capital de la provincia, Roberto Avila, fue denunciado por la Asociación de Profesionales del IOMA (Apioma), por su participación en el vaciamiento del Instituto a través de una maniobra que involucra al titular de Suteba Roberto Baradel.

Es que como director de Gestión Institucional, Avila era el responsable de los nuevos convenios con entidades e instituciones y según las denuncias, desde allí se habrían desviado fondos millonarios en desmedro de docentes y estatales de la provincia.

Tal era el compromiso del ex funcionario con estos manejos turbios que se ganó la protección del entonces titular del IOMA Antonio Lascaleia, quien lo benefició junto a otros integrantes de la planta política del organismo, con una resolución firmada entre gallos y medianoche, que los designa en planta permanente.

Sin embargo del derrotero de Avila no termina aquí, porque a través de la Resolución 17/15 del PAMI, Regazzoni lo designó como “Coordinador General Ejecutivo Local” en la delegación de la ciudad de La Plata. 

Lo que no está claro es si fue como premio a sus meritos como funcionario denunciado por corrupción o como contención porque al haber formado parte de la “planta política”, el gobierno de Maria Eugenia Vidal seguramente lo iba a dejar sin trabajo.