“Estamos en una guerra: esto nos pone a prueba a todos”

“Estamos en una guerra: esto nos pone a prueba a todos”

El intendente Guillermo Montenegro asegura que el sistema de salud "aguantará" la pandemia sólo si se respeta la cuarentena. Se prepara para su extensión y anuncia la puesta en funcionamiento de cuatro puntos de atención específicos de coronavirus. Dice que monitorea permanentemente la situación social. Y afirma que cerrar la ciudad no es una opción.

“Estamos en una guerra”. Guillermo Montenegro no sólo lo dice y lo cree. Vive como si la pandemia del coronavirus fuera una batalla que nadie sabe cuándo va a terminar. “Esto nos pone a prueba a todos. Al sistema de salud, a la sociedad, a los políticos. A todos. Es una situación crítica que va a demostrar de qué estamos hechos”, agrega en una entrevista exclusiva con LA CAPITAL.

El intendente asegura que, en medio de la pandemia que tiene en vilo al mundo, algunos hechos le generan tranquilidad. Uno es “el nivel de profesionalismo con el que trabaja Viviana Bernabei”, la secretaria de Salud. Otro es que “se está trabajando en línea con los gobiernos nacional y provincial”.

Con el presidente habló por teléfono esta semana. “Coincidimos en que hay que seguir trabajando, en que tenemos que trabajar todos juntos y empujando. No hay ninguna posibilidad para discusiones políticas”, cuenta.

– ¿Alberto Fernández se mostró preocupado por algo en especial de Mar del Plata?

– Entiende el tema de la población de adultos mayores. Somos la ciudad con mayor cantidad de adultos mayores de Argentina, con lo cual tenemos una población de riesgo importante. Por eso el Hospital Houssay pone a disposición todas sus camas y tomó la decisión de construir un hospital modular en Mar del Plata. Yo tengo con él una relación de muchos años. Lo mismo me pasa con Fernanda Raverta, con Sergio Berni. En esta crisis trato de no llamar para no molestar, porque todos están ocupados en infinidad de problemas. Creo que uno tiene que ser respetuoso y únicamente llamar si es necesario.

– ¿Cómo está afrontando la ciudad esta crisis?

– Se generó un comité de expertos para la prevención del coronavirus. Se intercambia permanentemente información. Mar del Plata fue elegida una de las ciudades para hacer el hospital modular, que está en construcción. Esto se decidió el lunes a la noche; el martes se comenzó a trabajar y ya se niveló todo y se hizo la primera carpeta. Eso va a dar 72 nuevas camas, de las cuales 24 van a ser de terapia. Se suman a las de los hospitales provinciales, el Houssay y las clínicas privadas.

– ¿Además de los lugares de internación, se prevé incrementar los centros de atención intermedia?

– Estamos trabajando con distintos lugares específicos para atender a la gente en los distintos barrios, separados del sistema de salud. Va a haber cuatro específicos de covid-19 en Mar del Plata: uno en la zona norte, otro en el sur, otro en el centro y otro en el oeste. Los que tengan problemas respiratorios van a ir a esos lugares específicos o a centros de salud que van a tener doble circulación: la de quienes tengan síntomas respiratorios y la de quienes no los tengan.

 

– ¿Esos lugares específicos van a tener camas?

– No, las camas las tenemos en los hoteles sindicales y los que no se usan.

– ¿Los hoteles ya están todos a disposición? ¿Ya sabe con cuántos cuenta?

– Sí. Hubo un compromiso muy importante no solamente de los empresarios marplatenses sino también de la CGT. Todos llamaron para ofrecer y todos son revisados previamente por los equipos de salud. Las camas de hotelería son para no saturar a los hospitales. Uno lo que busca con la prevención y con la no circulación de la gente es un aumento amesetado de la curva del virus, y eso hace que no colapse el sistema de salud.

– El gran debate mundial es si los sistemas de salud están preparados para afrontar lo que se viene. ¿Cómo está la ciudad para cuando se venga lo peor?

– La parte crítica va a estar muy de la mano con la forma en que nosotros logremos achatar la curva. Si nosotros logramos que sea moderada en el tiempo, va a aguantar el sistema de salud.

– ¿Cuántos respiradores hay en Mar del Plata?

– Entre el sistema público y el privado, entre 150 y 170. Además, hubo una intervención del gobierno nacional para que todos los respiradores sean distribuidos de acuerdo a las necesidades. Y eso está bien. Tiene que haber un comando claro de la situación. Eso también nos da tranquilidad a todos. Las decisiones se toman en un lugar, nosotros acompañamos, planteamos cuáles son los problemas particulares de Mar del Plata, Batán y Sierra, pero teniendo en cuenta que es una situación que está viviendo toda la Argentina y que hay un presidente que se puso al frente de esta situación. Tenemos la posibilidad de tener un hospital modular, pero probablemente tengamos que atender enfermos de otra región también. Va a ser así, es una crisis.

 

– El presidente podría extender la cuarentena. ¿Está de acuerdo con que eso ocurra?

– La verdad es que las decisiones que se van tomando son todas muy meditadas. El presidente lo dijo muy claro: entre la salud y la economía, tomó la decisión de elegir la salud. Y creo que es lo que hay que hacer. En este momento nosotros tenemos que cuidar a la gente. Y si se entiende que la cuarentena tiene que ser extendida, va a generar que la curva sea más lenta y que haya menos contagios y menos personas que mueran.

– ¿Coincide con que lo peor está por llegar?

– Sí. Pero va a ser mucho menos peor si hacemos todo lo que tenemos que hacer. De esto también estoy convencido: si cada uno, desde su lugar, es respetuoso de lo que tiene que hacer, esto va a ser algo complejo pero con muchas mejores posibilidades que si no lo hacemos. Esto quedó demostrado en el mundo.

“Si nosotros logramos achatar la curva,  el sistema de salud va a aguantar”.

 

– A medida que la cuarentena avanza, la cuestión social se agrava. ¿Cuál es la responsabilidad del municipio en la cuestión social?

– Es compartida con la Nación y la Provincia. Nosotros estamos trabajando muy fuerte tanto con el gobierno nacional como con el provincial en entender que este parate va a generar una mayor demanda, y que tenemos que tener las condiciones para poder atenderla. El lunes nos juntamos en una mesa distintos actores sociales de la ciudad para ver cómo podemos ayudar. Estuvieron las iglesias, la CGT, universidades… Lo más importante es estar preparados.

– Mar del Plata no es el conurbano pero tiene bolsones de pobreza que pueden ser similares. Mayra Mendoza, la intendenta de Quilmes, pidió la ayuda del Ejército para distribuir comida. ¿Es una opción que baraja?

– No se descarta que todos puedan colaborar. Si entendemos que desde la logística es importante que el Ejército, Gendarmería o Prefectura pueda llevar adelante ese tipo de rol, bienvenido sea. Pero hay que ver cómo evoluciona todo.

– A los dirigentes sociales los ve a la altura de las circunstancias para contener posibles desbordes?

– Yo creo que sí porque acá a nadie le puede ir bien en una situación de estas características si no se hacen las cosas como corresponde. Lo más importante es el diálogo, plantear el problema y nosotros tratar de buscar la solución. En esto probablemente haya que seguir dialogando más con los gobiernos nacional y provincial para decirles qué nos está pasando. Hoy ya hay una comunicación permanente.

– ¿Piensa en alguna medida económica para aliviar la situación desde el municipio?

– Siempre se piensa, con la responsabilidad que tiene uno para gobernar una ciudad como Mar del Plata. Estamos viendo cuáles son las mejores alternativas para los distintos sectores pasada esta situación o durante. Pero con mucha responsabilidad. Hoy nuestra responsabilidad es el cuidado de la salud de los marplatenses. Ese es mi desvelo hoy.

 

– Algunos intendentes han tomado la decisión extrema de cerrar accesos a sus distritos. ¿Cómo interpreta ese tipo de decisiones?

– Es una irresponsabilidad. Va claramente en contra de lo que planteó el presidente. Tenemos que garantizar los servicios básicos esenciales, y uno es la alimentación. Entre el puerto y el sector frutihortícola le damos alimentos a la región. No podemos cerrar. Nosotros fuimos exigentes en cuanto al control de las rutas en el fin de semana largo, pero no cortando las rutas. El camión con comida tiene que pasar.

– En el medio, los números del Indec dieron una mala noticia: Mar del Plata volvió a estar en la cima del ranking de desocupación. ¿Cómo lo analiza?

– Son los números a los que lamentablemente nos tiene acostumbrados nuestra ciudad desde hace muchos años y es una de las cosas que veníamos hablando cuando buscábamos soluciones como del Compre Marplatense, el restaurante de América Latina, el trabajo para tener una buena temporada. Sabíamos que nos íbamos a enfrentar con un número de estas características. Lo que está pasando hoy nos cambia el panorama a todos, pero vamos a seguir trabajando sabiendo que ese a ser uno de los temas centrales de la gestión.

Comentá la nota