Estados alterados en Tucumán, esperando la resolución de la Corte

Estados alterados en Tucumán, esperando la resolución de la Corte

Una cronología de los hechos que convulsionaron la provincia.

A partir de la medianoche del pasado domingo 23 de agosto se oscureció Tucumán. A casi un mes de las traumáticas elecciones, las sospechas y denuncias de fraude motorizadas por la oposición liderada por el radical José Cano, tomaron certidumbre con el reciente fallo de la sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la provincia. La anulación de las elecciones que dispuso este tribunal por graves irregularidades acreditadas, emplazaron al gobierno de José Alperovich a convocar a una nueva votación. Esto motivó un sismo político e institucional, donde el estado de crispación es notorio en la provincia norteña.

Estado de nervios evidenciado en la calle y plazas públicas del Jardín de la República. Miles de tucumanos opositores coparon durante varias noches la plaza Independencia. La policía reprimió brutalmente la noche del 24 de agosto y la gente redobló la apuesta con más protestas. En los últimos días su sumó un “tractorazo” de productores agropecuarios enojados con la crisis del sector. También un campamento de partidos opositores para juntar firmas pidiendo nuevas elecciones.

El peronismo acusó el golpe y tardó en ganar la calle. Cuando el escrutinio definitivo de la Junta Electoral dictaminó el triunfo del oficialismo por 11 puntos, Alperovich y Manzur festejaron con su militancia en el parque 9 de Julio. Horas después, se conoció el fallo de la Cámara y estalló la bronca. Funcionarios nacionales y provinciales, entre otros la presidenta Cristina Kirchner, Aníbal Fernández y Carlos Kunkel, no dudaron en criticar a la oposición tucumana por no reconocer el triunfo de Alperovich y acusar a la Justicia de provocar un descalabro institucional.

Mientras los recursos y apelaciones tomaron protagonismo en los tribunales locales, se enrareció el clima social. El peronismo copó con campamentos las plazas Yrigoyen (frente a Tribunales) y la Urquiza (frente a la Legislatura). La tranquilidad urbana se alteró con bombas de estruendo a toda hora, carteles amenazantes contra jueces y opositores y hostigamiento a los camaristas Salvador Ruiz y Ebe López Piossek. Aparecieron en las calles céntricas afiches con las caras de los magistrados, un signo mafioso en sus frentes con el signo pesos y un texto: "Ellos son 2 y vulneraron la voluntad de 500 mil tucumanos". Obviamente, los afiches no tenían firma, pero pocos no dudan de donde proviene la campaña.

La intolerancia también afectó al oficialista Manzur. El jueves pasado fue escrachado en el aeropuerto tucumano cuando estaba por tomar un avión a Buenos Aires. Por si esto fuera poco, anoche el gobernador Alperovich, acompañado de Manzur y su esposa Beatriz Rojkes, visitaron el acampe K en Tribunales para arengar a “defender los votos”.

En este escenario y clima de malhumor se espera para el lunes próximo la trascendente resolución de la Corte Suprema local, si convalida o no la anulación de las elecciones. Un máximo tribunal provincial de 5 miembros, que por excusaciones o recusaciones de sus integrantes, se debió recurrir al sorteo de 3 suplentes en la Cámara Civil y Comercial. Si la crisis no se supera en los próximos días, el fantasma de la intervención federal (como ocurrió en 1991 durante la presidencia de Carlos Menem) puede aparecer con fuerza en la provincia cuna de la Independencia.

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