El Estado gasta más en Aerolíneas Argentinas que en el plan de seguridad

La decisión de que más de 4.500 gendarmes se distribuyan por el Conurbano bonaerense no sólo implica desatender las fronteras sino la utilización de fondos para superponer funciones con otras fuerzas y por un tiempo ilimitado.
Según un trabajo del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), una estrategia mucho más promisoria para mejorar la calidad sería “morigerar el centralismo fiscal a fin de liberar fondos que se distribuyan a las provincias” y así modernizar a la policía.

Según la entidad, “sólo con dejar de derrochar recursos en los déficits de Aerolíneas Argentinas se podrían generar fondos adicionales para atender la inseguridad. La provincia de Buenos Aires recibiría un monto similar a lo que se distrae de Gendarmería”.

El trabajo explica que este año, el monto presupuestado para subsidios a Aerolíneas Argentinas asciende a $ 3.120 millones. Y asegura que “si esos recursos se distribuyeran entre las provincias en función a la población Buenos Aires recibiría $ 1.310 millones”. Se trata de un monto similar a lo que demanda el programa de Gendarmería de seguridad ciudadana en la Provincia de Buenos Aires.

Para la entidad si se dejara de subsidiar a Aerolíneas Argentinas y se aplicaran “buenas regulaciones” al mercado de transporte aéreo “se podría tener más cobertura, mejor calidad y precios más bajos”.

Es en este marco, que el informe de Idesa plantea reasignar los recursos “malgastados en la aerolínea estatal”, para impulsar la modernización de las policías provinciales. “Se podría incrementar 12% el presupuesto policial de Buenos Aires y 8% el de Córdoba y Santa Fe”.

Por su parte, el titular de la compañía, Mariano Recalde, aclaró que ni él ni su equipo son “chorros” o “despilfarradores” de fondos públicos a la hora de tomar decisiones para conducir la compañía. En declaraciones a medios oficiales, Recalde se quejó porque lo critican por “no saber nada de aviación”, cuando “sólo el 10% de los CEO” de la firma provienen del sector y son especialistas en la materia.

“Tengo 60 gerencias de todo tipo debajo de mí. Esto es muy complejo, que necesita una gestión profesionalizada de confianza y que tiene clara la dirección estratégica, por eso estoy acá, porque entiendo dónde hay que ir. No somos loquitos ni chorros ni vaciadores, ni hacemos descalabros con la guita”, enfatizó el dirigente de La Cámpora.

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