El estado edilicio en escuelas, una discusión siempre postergada

El estado edilicio en escuelas, una discusión siempre postergada

En tiempos en los cuales hablar de la realidad educativa del país se resume rápidamente en la discusión salarial, poco lugar ha quedado para debatir sobre el estado edilicio en las escuelas o bien sobre los contenidos de aprendizaje para los niños.

 

En la actualidad el conflicto de los gremios docentes con el Gobierno tiene como único objetivo lograr una ventaja en algún punto mayor o menor en la puja por los sueldos de los docentes, un tema muy importante y que viene de vieja data, con magros pagos históricamente y sin estar en la real agenda de todos los ámbitos políticos para revertir a largo plazo. El reclamo es justo, prácticamente por unanimidad se coincide en este punto. No obstante, las formas de reclamar hacen al tema que hoy en día más divide a los argentinos, con un paro que ya alcanzó el mes de abril.

Ahora, ¿En la provincia cuánto se habló en las últimas semanas sobre la realidad del sistema educativo?. Por ejemplo el panorama de infraestructura en las escuelas. Poco y nada. Los gremios dejaron el tema de lado y si bien el Gobierno lo menciona para desviar el asunto de conflictividad, tampoco ha cambiado la tónica con obras a tiempo.

El presente edilicio en las escuelas sigue siendo uno de las principales problemáticas en General Pueyrredon. Es uno de los puntos  primordiales a la hora de tener clase o no, independientemente a las medidas de fuerza de los docentes. En la mayoría de las escuelas que en la actualidad tienen fallas estructurales, los maestros están asistiendo.

Los inconvenientes son diversos. Desde la rotura de un pozo de agua, cortocircuitos, filtraciones en techos o paredes, falta de medidas de seguridad, escasez de mobiliario, entre otras cuestiones. Las fallas son tan distintas como los cambios de denominaciones de las áreas que se involucran en sus reparaciones. Con el cambio de gestión se intentaron reestructurar las direcciones encargadas en destinar fondos para las remodelaciones en establecimientos educativos. Si bien algunas de esas áreas representaron una clara mejora, como el significativo presente de los comedores escolares provinciales en Mar del Plata, la situación edilicia sigue quedando pendiente.

Hace años que en la ciudad el arranque del ciclo lectivo genera dolores de cabeza para directivos, docentes y padres. La cantidad de establecimientos sin clases ha variado, pero siempre en cantidades que suelen liderar las cifras a nivel provincial. Un ejemplo fue 2016, con 73 escuelas con problemas de infraestructura.

 

Desde el Consejo Escolar se ha remarcado que las deficiencias vienen de hace décadas y están en lo cierto. Hay escuelas en Mar del Plata cuyos últimos trabajos integrales datan de los comienzos de los 60 o 70, y aún más. Sin embargo, se trata de un argumento que no puede resultar condicionante para no hacer las tareas y que los chicos no comiencen a tener clase. Y ahí surge la grieta, entre lo que se puede hacer y la realidad, ante un ciclo lectivo que ya comenzó.

Yendo directamente a este año, la cantidad de edificios resultó ser algo menor al mismo periodo del año pasado, aunque con cifras aún preocupantes y con fallas que se agudizaron al punto de producir consecuencias aún más alarmantes.

 

En enero, desde el Consejo Escolar señalaron al portal de noticias El Marplatense que recién en 20 días se estimaba que iban a comenzar los trabajos. Si bien reconocieron “demoras”, apuntaron a los cambios de nombres que hubo en algunos de los entes municipales, por ejemplo en el Ente Municipal de Servicios Urbanos y en la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano. La titular del organismo por entonces, Amalia Rey, había indicado al respecto que “en febrero es donde va a haber la máxima cantidad de obras posibles y que “no hay impedimento hasta ahora para que eso no se pueda hacer”.

Sin embargo, esas obras fueron pocas. La propia Rey señaló que esos fondos iban para algunas tareas de fondo pero en su mayoría para trabajos simples.

En este sentido, el primer día de clases apuntó contra el titular del Emsur, Eduardo Leitao, a quien denunció públicamente por la falta de cumplimiento en las tareas dispuestas por el Fondo de Financiamiento Educativo, con la mayoría de escuelas pendientes de refacciones.

 

Un día después, Leitao también habló con Radio Mitre sobre este asunto, reconociendo las complicaciones para efectivizar con lo previsto. Es decir, para pasar en limpio, un funcionario del Ejecutivo local dijo que por cuestiones operativas no se pudieron reparar 20 escuelas consensuadas con el Consejo Escolar, por lo que las clases en esos establecimientos corren peligro.

 

 

 

Luego de dos semanas de poca claridad y duros cuestionamientos con referencia a la falta de obras y por consiguiente diversas escuelas sin clases o con las ya conocidos rotaciones de cursos, hubo avances administrativos que permitieron que la Municipalidad pase del escritorio a la acción. Lo informó Amalia Rey a Radio Mitre, ya en los últimos días de marzo y en el marco de su último día a cargo de la presidencia del Consejo Escolar. En ese momento también aprovechó para decir que prácticamente no había escuelas sin clases, lo que generó el malestar de varios directivos de escuelas.

 

Mientras se realizaban estas declaraciones, se pudo consultar algunas de los docentes y directores de establecimientos acerca de si efectivamente había clases o no y qué problema afrontaban. Tenemos tres casos:

Azucena Pérez, directora de la Escuela Secundaria 23, dijo que por primera vez le ocurrió suspender las clases por las fallas edilicias:

 

En tanto, Lorena Airoldi, referente de la comunidad educativa de la Escuela 34, expresó:

 

Por su parte, la directora de la escuela especial 502, Moira Casamayor, enfatizó los problemas que surgen por las fallas de infraestructura en el lugar:

 

Sobre este presente, desde el gremio Suteba, a nivel local también se pronunciaron, mostrando preocupación en este sentido. Las palabras de la dirigente Susana Aranguren

 

Las demoras son tales que la semana pasada la provisoria titular del Consejo Escolar, Sofia Badie, dio a conocer un pedido para conseguir contratistas y así reparar las escuelas que requieren mejoras en el menor tiempo posible para dictar clases con normalidad. El motivo, según la funcionaria, es que la mayoría de los contratistas no confían en el organismo debido a la falta de pago que hubo históricamente.

 

También hay un párrafo para la situación de las escuelas municipales. El conflicto entre la secretaria del área, Ana María Crovetto y distintos sectores de la comunidad educativa y del Sindicato de Municipales es mala y se descree que pueda haber puntos en común. Quedó claro en la última asistencia de la funcionaria a la comisión de Educación del Consejo Deliberante, donde, tras más de 5 horas, Crovetto aseguró no tener autocritica, a pesar de las constantes críticas. De igual modo, en lo que respecta a lo edilicio, las fallas no son tan graves, aunque sí lo que respecta al mobiliario. Fue uno de los claros puntos pendientes durante el año pasado.

Consultada sobre un balance, la secretaria de Educación manifestó:

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Pese a las demoras, para este informe se hizo una pequeña síntesis de las obras que se vienen realizando en las últimas dos semanas en lo que se refiere a la educación provincial en la ciudad. Muchas de estas escuelas están con clases o con problemas para su normal dictado.

 

-Hay 15 escuelas a cargo del Ente Municipal de Servicios Urbanos. Sin embargo, no todas de ellas están en obras ya que muchas de ellas están con recientes contratos firmados para sus puestas en valor. Estas son los jardines Nª 927, 940 y 943, las escuelas primarias Nª4, 12, 14, 34, 78, 80, y también las secundarias como la Nª30, 35 y 47. A su vez, figura la Escuela Agraria Nª1 y el Conservatorio de Música.

-Hay otros 15 establecimientos que son responsabilidad directa del Consejo Escolar, con obras de menor envergadura. El listado cuenta con las primarias 8, 33, 42, 52, 60, 76, las secundarias 5 17, 22 y 24, sumado a las escuelas 902, 903 y 906.

-Son 21 las escuelas dependientes de obras de consideración por parte de la Unidad Ejecutora Provincial, cuyas mejoras se extenderán algunos meses. En el relevamiento aparecen las primarias 1, 3, 16, 19, 24, 32, 40, 44, 52, 57, 60 y 75, como las secundarias 16, 19, 71, las técnicas 3  y 5, y el CEF Nª1.

Vale destacar que todas estas tareas no contemplan las remodelaciones para la calefacción, otro ítem que viene retrasado, a pocas semanas del comienzo del frio.

Las fallas edilicias son el principal tema de preocupación para directivos de escuela y padres. Las instalaciones de muchos edificios educativos hoy en día podrían generar graves consecuencias para los chicos si asisten.  Sin embargo, los reclamos no fueron atendidos en tiempo y forma. En algunos casos ahora se atiende y en otros aún están esperando mejoras básicas pero fundamentales para funcionar. La burocracia sigue vigente. Esto también hay que decirlo. Y la respuesta para optimizarlo no está en Mar del Plata, sino en La Plata, ciudad que pocas autoridades y gremialistas visitan durante el año. Los problemas edilicios en las escuelas de Mar del Plata es otra de las emergencias no declaradas. Se esperan obras como si no hubiera ninguna urgencia, cuando en realidad nuestros chicos y docentes son los que se exponen a peligros muy importantes. Pero la discusión y las medidas son exclusivamente por el merecido aumento salarial, y no por las reformas integrales del sistema educativo. Sin un abordaje serio y a tiempo, el futuro de los niños está en riesgo.

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