La espiral de homicidios en Rosario y Santa Fe ya superó los 400 casos

La espiral de homicidios en Rosario y Santa Fe ya superó los 400 casos

Es la cantidad de asesinatos que ambas ciudades acumularon en 2014. Este año, la capital provincial marcó un récord histórico, con 156 muertos y una tasa de 28 homicidios cada 100 mil habitantes, muy por sobre los seis a nivel nacional.

Las estadísticas sobre la inseguridad en dos distritos clave de la provincia de Santa Fe evidencian que pocas cosas cambiaron en el último tiempo en el distrito. Según las cifras que barajan los analistas, la cantidad de asesinatos que se cometieron en Rosario en lo que va del año asciende, al menos, a 245, un número semejante a los 256 que se perpetraron en 2013 y que alarmó a opositores y oficialistas. Por su parte, en la ciudad de Santa Fe, los especialistas afirmaron que en 2014 se contabilizaron 156 homicidios, "uno de los índices más altos de su historia", destacó el diputado provincial por el Frente para la Victoria (FPV) Leandro Busatto.

"La tasa de homicidio con la que estamos cerrando el año se inscribe en la lógica de crecimiento exponencial de asesinatos que vivió Rosario en los últimos años: entre 2009 y 2010, la tasa de homicidios era de 10 cada 100 mil habitantes. En la actualidad, es de 23 cada 100 mil habitantes", afirmó a Tiempo Eduardo Toniolli, diputado provincial por el FPV e integrante de la comisión de Seguridad Pública de la Cámara Baja local. La situación rosarina se replicó este año en la ciudad de Santa Fe, que históricamente tuvo una tasa de asesinatos menor: "Hoy está por encima, con 28 asesinatos cada 100 mil habitantes", dijo el también dirigente del Movimiento Evita.

Las cifras de asesinatos en la capital provincial vienen creciendo en los últimos años: en 2013 fueron 106 y en 2012, 99. Con 156 homicidios, la ciudad de Santa Fe llegó este año a su máximo histórico, al superar con creces el anterior récord de 2007 de 116 homicidios.

Las tasas de homicidios en ese distrito y Rosario superan ampliamente la media nacional que, según la Organización Mundial de la Salud (OMC), en 2013 rondó los seis casos cada 100 mil habitantes. Una cifra similar, 6,08 cada 100 mil, observó el año pasado en la Ciudad de Buenos Aires el Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema, en una investigación  coordinada por el juez Raúl Zaffaroni.

"Hay un crecimiento exponencial de la tasa de homicidio y una baja marcada de la tasa de esclarecimiento (de los crímenes), lo que se convierte en un círculo vicioso de impunidad", destacó Toniolli. También analizó que el proceso "fue de la mano con la aparición en los barrios de Rosario y Santa Fe de bandas criminales con mucho poder de fuego, con relaciones institucionales y fuerzas de seguridad y con accesos a recursos que les permiten tener bufetes de abogados y contadores. Organizaciones que empiezan a tener cada vez más peso en el territorio a partir de crímenes resonantes".

Héctor Acuña, presidente de Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados provincial y legislador por el PJ, señaló a este diario que gran parte del problema se encuentra en la relación que el gobierno socialista, conducido por Antonio Bonfatti, entabló con la policía provincial. El diputado Busatto coincidió: "Es un problema político del gobierno con la fuerza de seguridad. La gestión de (Hermes) Binner primero y la de (Antonio) Bonfatti después arreglaron el autogobierno de la fuerza policial. Falta conducción política", sentenció. "Eso trae aparejado –añadió– el doble pacto: el del gobierno con la policía y el de la policía con los delincuentes".

Síntoma del nivel de connivencia entre la policía y el hampa, el ex jefe de la Policía de Santa Fe Hugo Tognoli debió renunciar en octubre del 2012, acusado de estar vinculado a una red de protección de narcotraficantes. En octubre pasado, la Cámara de Casación Penal ratificó el procesamiento del ex titular de la fuerza de seguridad. Tognioli es sindicado de haber prestado auxilio junto a José Luis Baella, entonces subjefe de la Sección Inteligencia Zona Centro de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones,y a Daniel "Tuerto" Mendoza, investigado por la policía local por narcotráfico.

Acuña añadió otros casos en los que los uniformados aparecieron estrechamente ligados a estas organizaciones criminales: "El gobierno creó la secretaría de Delitos Complejos cuyo fin mediato sería terminar con la relación de los policías con el narcotráfico. Tres de los cinco policías seleccionados para integrar esa dependencia  terminaron detenidos por sus vínculos con narcos". Luego, indicó que Ana Viglione, titular de la Secretaría, "dijo en la Cámara de Diputados que más del 70 % de la droga que decomisa la policía se debe a entregas pactadas. Por eso, por ejemplo, aparecen camiones abandonados".

Para combatir el avance del crimen organizado en Santa Fe, el gobierno nacional decidió enviar más de tres mil gendarmes a la provincia. Pero, según Busatto, con la fuerza de seguridad federal "no disminuyó la tasa de homicidio. Se recuperaron territorialmente muchos barrios que la policía había cedido pero la solución al problema general debe tener un tratamiento distinto: debe estar liderada por la fuerza policial provincial con colaboración de la fuerza federal", consideró.

Acuña, por su parte, apuntó que la presencia de Gendarmería implicó que "los delitos mutasen. Empezaron a haber más ‘entraderas’ en toda la provincia, por ejemplo". El presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados local evaluó que eso se debe a que la raíz del problema es que "el gobierno socialista nunca reconstruyó el tejido social".

Toniolli coincidió en parte con el diagnóstico: dijo que para sortear el grave problema de la inseguridad es necesario poner énfasis en el aspecto social. El diputado aseguró que se deben generar salidas para los jóvenes de áreas humildes. Un trabajo que, destacó, tiene que ser ejecutado por los tres niveles del Estado: el municipal, provincial y nacional. "La ciudad de Rosario, por caso, es una ciudad que muestra sus desigualdades a simple vista", subrayó. "Otro aspecto urgente para resolver el problema de la inseguridad es la reforma de la de las fuerzas de seguridad", remarcó Toniolli. Para el legislador provincial, si bien "el narcotráfico es un factor de mucho peso, no es excluyente en el aumento de la tasa de homicidio". "En algún momento el gobierno provincial intentó instalar la idea de que todos los problemas estaban ligados al narcotráfico para responsabilizar del problema al gobierno nacional. Así pretendía quitarse el peso de reformar las fuerzas de seguridad locales", explicó.

En ese sentido, el dirigente del Movimiento Evita resaltó que se avanzó en las cámaras provinciales en un proyecto de su autoría "para crear un organismo de investigación judicial". Se trata de una herramienta que pretende brindar la posibilidad de que las pesquisas sobre delitos complejos queden a cargo de la Fiscalía General y no del Poder Ejecutivo provincial ni la policía. El proceso de aprobación de la iniciativa no fue fácil. De hecho, aún resta su reglamentación: "Este proyecto lo volvimos a impulsar en mayo luego de que fuese vetado por el gobernador Bonfatti  producto de la negociación que entabló con la policía cuando se produjo la sublevación general”, recordó Toniolli.

"De prosperar, la policía dejaría de investigarse a sí misma", explicó Busatto. Toda una novedad, en una provincia donde la fuerza de seguridad local cuenta con un frondoso prontuario. «

 

 

 

 

Las excusas del gobernador

 

Lejos de reconocer el problema de corrupción policial en Santa Fe, que ya se cobró el puesto del ex jefe de la policía Hugo Tognoli, días atrás el gobernador Antonio Bonfatti defendió a la fuerza provincial. "Cuando se habla de corrupción policial, se olvidan de que la sociedad también transgrede, en la calle, las instituciones, los clubes. Hasta se naturalizó que los partidos de fútbol se jueguen sin hinchada visitante", señaló Bonfatti. También se refirió al narcotráfico y rechazó que sea la principal razón del avance de la violencia en la provincia. "El 85% de los homicidios son conflictos interpersonales, vecinos que viven a menos de diez cuadras entre sí. Hay que apuntar a los cambios culturales", sostuvo y agregó: "Lo otro, que es la disputa del territorio, se irá resolviendo en la medida en que la policía, Gendarmería y los fiscales nuevos hagan un abordaje con mayor inteligencia."

Por último, dijo que "si hay tráfico es porque hay consumidores y ahí es donde hay que poner esfuerzo".

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