Espionaje ilegal: los espías también le llevaban informes a un funcionario de María Eugenia Vidal

Espionaje ilegal: los espías también le llevaban informes a un funcionario de María Eugenia Vidal

Las pruebas sobre los seguimientos al ex intendente de La Plata Pablo Bruera muestran que los agentes se reportaban no solo con una funcionaria de Casa Rosada, sino también con Alex Campbell, que integraba el gabinete de la gobernadora bonaerense.

 

Las pruebas de espionaje sobre el ex intendente de La Plata Pablo Bruera refuerzan todas las sospechas que apuntan a Susana Martinengo, ex funcionaria de máxima confianza de Mauricio Macri, como un nombre clave en la trama de las operaciones de inteligencia ilegal que investiga el juez de Lomas de Zamora, Federico Villena. La mujer, todo indica, recibía informes de los espías y daba instrucciones. Bruera, que también fue titular del PJ platense, estuvo en el juzgado y se topó con otro nombre más que causó sorpresa: los agentes también iban a llevar información a Alex Campbel, ex secretario de Asuntos Municipales del gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y actual diputado provincial. Es alguien muy cercano a ella, aún hoy, a tal punto que pudo haber sido quien le contagió el coronavirus. Bruera pidió ser querellante en el expediente, igual que ya lo hicieron Cristina Fernández de Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta. Quiere, además, que se investigue un nexo con espionaje e infiltraciones en territorio bonaerense.

“Hola Alex, cómo estás? Te molesto xq recién salgo de ver a Susana Martinengo y hablamos de algunas cosas sobre las que me dijo que estaría bueno q las hable con vos. Si en algún momento de la semana q viene tenés un ratito paso a verte. Abrazo!” Esto le escribía el espía Leandro Araque a Campbell en un mensaje que tiene fecha del 27 de octubre de 2017. Araque es el ex policía de la Ciudad y ex integrante de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en cuyo celular se encontró gran cantidad de material que da cuenta de las operaciones de espionaje ilegal desplegadas durante la gestión de Gustavo Arribas en el organismo contra dirigentes políticos oficialistas y opositores, periodistas, miembros de la iglesia católica y organizaciones sociales, entre otros. Cuatro días después de aquel primer mensaje, Araque le escribió a la secretaria de Cambpell: “Hola Erika! Yo estoy x llegar. Te aviso para cuando te llamen del ingreso, que estoy con Jorge Sáez”. Este último es otro de los ex agentes imputados. Por si quedara alguna duda de a quién verían, la secretaria respondió: “Ok. Anunciate vos igual con el subsecretario de gobierno y asuntos municipales Alex Campbell”.

En mensajes posteriores quedan más que claro que uno de los materiales que le entregan a Campbell es una carpeta con información y seguimientos a Bruera. En un intercambio de junio de 2018 otro espía, Leandro Matta, le dice a Araque: “Así quedó la carpeta, amigo”. Envía adjunto un documento llamado “bruera” con lo recolectado en el espionaje. “Ahora voy por el obispo”, agrega. “Sos groso amigo. Ya le paso a Alex”, responde Araque. El obispo es el titular de la diócesis de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, también miembro de la Pastoral Social. Es, además, tío de Bruera. Las tareas de inteligencia ilegal se extendieron sobre Lugones y su hermano, Luis (Lucho) Lugones, quien sucedió en la presidencia del PJ de La Plata a Bruera. Los hermanos --a quienes los espías llamaban Lugano I y II-- tuvieron ya una audiencia con el juez Villena por videoconferencia, ya que integran grupos de riesgo frente a la covid-19. A los tres, la administración de Cambiemos parece ser que los quería monitorear por si el Papa Francisco trabajaba en un armado político (con dirigentes sociales, sindicales y políticos). El obispo Lugones es jesuita como el Papa, que es su referente. En audios que muestran conversaciones entre los agentes, y que le exhibieron en el juzgado a Bruera, los hombres de la AFI discutían cuál era su relación con el religioso, porque todo hace pensar que no tenían claro que es su sobrino. Deliberaban también sobre la relación de todos ellos con el Papa y si estaban armando con él una corriente política.

Sobre Bruera, al igual que sobre sus tíos, hay seguimientos con fotos, hay fichas con su historia, cargos que ocupó, registros de Migraciones con entradas y salidas del país e información patrimonial y financiera, y hay conversaciones entre los agentes acerca de él y sus vínculos. Entre los que hablan aparece Alan Ruiz, ex jefe de Operaciones Especiales de la AFI, que era el superior de Araque, Matta, Sáez y Facundo Melo, otro de los implicados, que declaró esta semana en la comisión bicameral que fiscaliza a los organismos de inteligencia. Ruiz había trabajado con Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad y era de confianza de la conducción de la AFI. El juez Villena le mostró a Bruera un gran pizarrón con fotos, cuadros sinópticos, capturas de pantalla de mensajes y documentos.

Algunos otros mensajes que pudo ver el ex intendente Bruera muestran que el vínculo de Araque con Cambpell se va extendiendo en el tiempo y tienen distintos intercambios. Siempre el espía aparece como el proveedor de información. Se reiteran las reuniones y la frase del agente: “viene Susana (Martinengo) conmigo”. A medida que se profundiza el vínculo, el espía le ofrece, por ejemplo, “tengo algo puramente político para comentarte, de interés para la cúpula del partido. X ahí me podés dar una mano y aparte te sirve a vos. Te voy a ver a cualquier lado, cuando vos me digas y a la hora que quieras”.

Además de su pedido para querellar, Bruera le requirió al juez Villena que se investigue si existe vinculación entre este grupo que espiaba (que reportaba a la Casa Rosada y a cierto sector de la gobernación provincial) y una organización que operaba en La Plata, conocida como “Base 8”, que se sospecha que rompía movilizaciones, se infiltraba en agrupaciones, y hacía investigaciones ilegales sobre huelgas, actividades gremiales y políticas.

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