Con Espinoza y Menéndez en carrera, Mussi se anotó en la pelea por el PJ bonaerense

Con Espinoza y Menéndez en carrera, Mussi se anotó en la pelea por el PJ bonaerense

Al filo del vencimiento del plazo establecido para presentar candidatos a presidir el partido, el dirigente de La Matanza resistía ante un grupo de intendentes

 

A las 20.25, en el Frente Nacional Peronista de Bolívar 448, los intendentes bonaerenses que estaban preparando una lista alternativa para competirle al presidente del peronismo provincial, Fernando Espinoza, que no resignaba su reelección, cayeron en la cuenta de un pequeño detalle: "No tenemos un abogado ¿Quién tiene uno?". A varias cuadras de ahí, en la sede del PJ Nacional, el ex apoderado y afiliado pero eximio estratega jurídico-electoral, Jorge Landau, estaba más cerca del matancero.

Al cierre de esta edición, ante la negativas a bajarse del electo diputado de Unidad Ciudadana (una de las razones del rechazo ajeno) y de sus contrincantes, el justicialismo se encaminaba a romper una tradición desde el retorno a la democracia: competir en internas partidarias, fijadas para el 17 de diciembre. Desde ambas trincheras especulaban con una capitulación a último minuto para negociar una lista de unidad.

 

 

Más temprano, en una cumbre de jefes comunales de la Primera y la Tercera sección, Espinoza había logrado sólo dos votos de la mesa para continuar al frente de la franquicia bonaerense: el suyo y el de su sucesora en la intendencia de La Matanza, Verónica Magario, a quien otros preferían en su lugar también en el PJ. El resto de los presentes votó a otro candidato. No fue Gustavo Menéndez (Merlo), que proclamó su postulación la semana pasada pero, al cierre de esta edición, mantenía sus aspiraciones. Tampoco el cristinista Walter Festa (Moreno), que la bajó anteayer para secundar a Espinoza. Menos Fernando Gray (Esteban Echeverría) o Alberto Descalzo (Ituzaingó), que eran pensados como eventuales presidentes "de transición". El elegido fue Juan José Mussi (no su hijo Patricio, que heredó la municipalidad de Berazategui), de 76 años, cuatro veces intendente, diputado provincial hasta diciembre y electo concejal.

 

 

Su elección responde a la Doctrina (Eduardo) Fellner, el ex gobernador jujeño que asumió de urgencia por tiempo limitado en 2014 en el justicialismo nacional para evitar dos cosas: la intervención judicial ya que debían renovarse los mandatos y postergar una sangrienta interna en la previa de las presidenciales. A diferencia de Espinoza, Mussi no tiene aspiraciones para la gobernación en 2019, requisito excluyente que reclamaban desde el otro sector, referenciado en Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).

 

 

"Fernando tiene el 50% del apoyo de la Tercera sección y el 70% de la Primera", calculaban, sin método científico, desde el búnker de Espinoza. En la reunión les había advertido a los otros caciques: "Si vamos a internas las gano con los votos de La Matanza". En 2013, como cabeza de una lista única, como desde 1983, fue electo presidente del PJ bonaerense con casi 400 mil sufragios.

 

 

Mientras tanto, Cristina Fernández de Kirchner se desligó de la batalla, si bien el matancero decía contar con su apoyo. Desde el Instituto Patria de la ex Presidenta postulaban a su ex compañero de boleta, Jorge Taiana. "Muchachos, fue difícil la negociación, sólo pude entrar yo". Con el clásico chiste de la política, varios intendentes rechazaban la reelección de Espinoza, luego de su negociación legislativa con el cristinismo.

 

 

Una máxima se repetía: "Queremos a cualquiera menos a él". Por esa ventana logró colarse Mussi. "Yo no me bajo", sostenía el histórico dirigente, a minutos de haber conseguido el respaldo que no pensaba soltar o, especulaban en Matheu, sostenía para la negociación de la unidad.

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