“Los docentes no bajamos las banderas” decía un fragmento de una canción que corearon los más de 1.500 docentes presentes ayer en la asamblea en la plaza 9 de Julio. El cántico sintetizaba el ánimo de los trabajadores de la educación ante el momento que atraviesa la lucha que ya lleva ocho días hábiles y el lunes va por el noveno. Es que el Gobierno tuvo que retroceder y el viernes a través de una solicitada anunciaron la reapertura de las negociaciones, un avance más que importante para los docentes. Sin embargo, pese a la victoria parcial de los trabajadores, no se confían y decidieron endurecer las medidas de fuerza para la Semana Santa, días donde aflora el turismo en la provincia y en la capital.

“Que los turistas se enteren de como es la Salta que enamora según el Gobernador” exclamó un eufórico docente de Angastaco en la asamblea.

“Torcerle el brazo al Gobierno” es la consigna de los docentes y para esto la semana que viene aparece como clave. Es que además de los muchos feriados, en los primeros días de la semana esperan un llamado del Grand Bourg. Pero un llamado a la Asamblea de Docentes Unidos, no a la Intergremial que en este proceso quedó claramente desbordada.

Paro, marcha, carpas y cortes en el plan de lucha

Si bien el Gobierno provincial llamó “al diálogo” a través de una solicitada, el discurso oficial estuvo plagado de chicanas lo que enardeció a los docentes.

En el escrito desde el Grand Bourg señalaron que la recomposición salarial es solo pedida por Sitepsa y el Partido Obrero. “La asamblea no es de Sitepsa ni del PO, es de los docentes”. Pero en los hechos, la respuesta fue más que contundente. En asamblea decidieron ratificar el paro por tiempo indeterminado, realizar una marcha provincial, el miércoles al Grand Bourg, multiplicar la cantidad de carpas en la ciudad y en todos los distritos del interior y continuar con los cortes intermitentes en toda la provincia entre las medidas más duras decididas por los docentes. Esto, a la espera de participar en la negociación.