Una escuela que nació en un comedor y hoy alfabetiza a niños y adultos

Una escuela que nació en un comedor y hoy alfabetiza a niños y adultos

La Escuela Nº 13 se inauguró en 2012 pero para ganar espacio debieron dividir salones. Asisten 162 chicos, algunos con jornada extendida. Más de 40 adultos aprenden a leer y a escribir. Un centenar espera terminar la primaria y la secundaria. Docencia en los límites de la ciudad.

 

Pasillos de tierra que serpentean, obrajes, huertas familiares y un río que asoma distinguen a Punta Taitalo, una zona de asentamientos cercana a Cambá Punta, en los límites de Corrientes Capital. Allí fueron instalándose familias con demandas sociales y educativas.En noviembre de 2012, luego de funcionar un comedor como salón de clases, el Ministerio de Educación inauguró cuatro módulos con paneles de aluminio. Se trató del nuevo edificio de la Escuela Nº 13 “República del Perú”, que se trasladó de Paso Martínez a Taitalo.Si bien el establecimiento cuenta con cuatro salones, no son suficientes y debieron usar un depósito y dividir un salón para aumentar la capacidad del edificio. Mientras tanto esperan que culmine la construcción de otros cuatro módulos para ser utilizados como salón de clases. Allí también funciona una cocina y se brinda el servicio de comedor.“Lo hacemos con mucha voluntad y dedicación”, expresó a El Litoral el director de la Escuela Nº 13, Mario Fabaro. La institución alberga a 162 estudiantes de 1º a 6º año del turno mañana. Los alumnos de 4º y 5º desde julio pasado se incorporaron a las jornadas extendidas.A través de este sistema, los chicos permanecen de 8 a 15 horas en el establecimiento. Realizan talleres de teatro, idioma y danza. Una de las aspiraciones es enseñar informática, pero no tienen computadoras, por lo que solicitan el aporte de la comunidad para la donación de equipos que serán destinados a los niños.La de Taitalo es una de las 30 instituciones que este año se sumarán a la prueba piloto. La iniciativa prevé brindar más horas de clases a los chicos en situación de vulnerabilidad, ampliación del dictado que está previsto en la Ley Nacional de Educación.La situación económica despunta en una realidad social que golpea las necesidades básicas de los pobladores del asentamiento. La mayoría de las familias dependen del obraje de ladrillos o de la pesca, y en parte de programas sociales.Muchos no finalizaron los estudios básicos. Tampoco aprendieron a leer y a escribir o se olvidaron de estos conocimientos mínimos por la falta de práctica. Por este motivo pusieron en marcha el Programa de Alfabetización “Yo sí puedo”, al que concurren unos 45 adultos de 18 a 60 años, casi todos vecinos de la zona.La iniciativa es un método cubano de alfabetización que se ejecuta en Corrientes a través de un acuerdo entre el Ministerio de Educación de la Provincia y la Fundación “Un mundo mejor es posible”. La meta para este año es llegar a los mil centros de alfabetización, a través de este programa y el nacional Encuentro.Los alfabetizados concurren a la escuela de 18.30 a 21.30, tres veces por semana. Para financiar la compra de televisores y reproductores de DVD, ya que las clases son audiovisuales, el Ministerio de Educación entregó el jueves a la institución un subsidio de 23 mil pesos.“Tenemos adultos que son analfabetos puros, intermedios y con principio de alfabetización”, indicó Fabaro. Recordó, además, que este programa se complementa con los Fines de Terminalidad Primaria y Secundaria. Así, en el turno noche asisten unos 40 alumnos para culminar la primaria y otros 60 para finalizar sus estudios medios.“Casi el 80 por ciento son mujeres. Tenemos historias de mujeres que cuentan que no pudieron terminar sus estudios porque fueron madres muy jóvenes y porque eran empleadas y no les daban permiso en sus trabajos para estudiar”, señaló el docente.Muchos de los estudiantes lo hacen a raíz de que perciben el subsidio del Progresar destinado a jóvenes de 18 a 24 años. En tanto que las mujeres forman parte del programa “Ellas Hacen”. Uno de los requisitos es que terminen sus estudios básicos.“En la primaria tenemos docentes y en la secundaria profesores. Tenemos un profesor de la Facultad de Ciencias Exactas que da clases porque le gusta la experiencia”, indicó el director.No es la primera vez que los universitarios intervienen en Taitalo. En la escuela  se realizaron diversas experiencias de acción comunitaria.

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