Las escuchas telefónicas comprobarían la vinculación de policías con vendedores de droga

Las escuchas telefónicas comprobarían la vinculación de policías con vendedores de droga
La Policía Federal realizó allanamientos en la zona sur de la ciudad y en la "Costanera" y detuvo a una suboficial y a ocho "dealers". Creen que los efectivos los alertaban cuando se iba a realizar un operativo. El juez Raúl Bejas decretó el secreto de sumario

"Mora" recorrió las distintas casas del barrio Avenida que fueron allanadas por la Policía Federal. Moviendo la cola, siguió los pasos que le indicó su adiestrador para buscar droga. Cuando terminó la tarea regresó a su hogar en Termas de Río Hondo.

La perra labrador entrenada para detectar estupefacientes fue una de las protagonistas de los operativos que ayer golpearon a la Policía de Tucumán: por orden del juez Federal Raúl Bejas, nueve personas fueron detenidas ayer por comercialización de estupefacientes.

El jefe de Policía Jorge Racedo confirmó que una suboficial que trabaja en la Guardia Urbana se encuentra entre los detenidos, y una alta fuente de la fuerza nacional dijo que podría haber otros efectivos involucrados.

Los operativos se realizaron en avenida Alem al 1.600, en San Luis al 1.500 y al 1.600, en el pasaje Japón al 1.200 y en San Luis y el pasaje Montevideo, todos del barrio Avenida. El resto del procedimiento policial se concentró en la "Costanera".

"Garra"

Hace 10 meses, la sección Drogas Peligrosas de la Policía Federal había iniciado una investigación contra un hombre apodado "Garra". De distintos operativos que habían realizado junto a la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) de la Policía provincial, había surgido el nombre del sospechoso.

En la última década, la vivienda de "Garra" había sido allanada al menos cinco veces, y casi siempre el resultado había sido negativo. Además, la mayoría de las veces el sospechoso no estaba en su casa cuando llegaba la Policía.

Estos fueron algunos de los puntos que despertaron las sospechas de los federales, quienes realizaron escuchas telefónicas una vez que el juez Bejas las autorizó. Fuentes de la investigación comentaron que en los llamados telefónicos se detectó que los dealers tenían contacto con siete u ocho policías de la provincia, quienes les alertaban cuando los estaban vigilando, y se cree que le habrían adelantado a "Garra" cuándo iban a producirse los allanamientos en su casa, ubicada en San Luis al 1.600.

Ingreso de cocaína

El lunes a la noche, Bejas notificó a la Policía Federal que autorizaba los allanamientos. Los investigadores habían recibido la información de que el fin de semana había ingresado un paquete con cocaína, y creyeron oportuno realizar la medida para sorprenderlos con la mercadería.

A primera hora de la mañana de ayer llegaron a la provincia policías federales de Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Fueron alrededor de 60 efectivos que, a cargo del comisario Renato Costantini, realizaron las medidas.

Bejas ordenó el secreto de sumario de la causa y la incomunicación de las personas detenidas. Sin embargo, trascendió que en las distintas viviendas secuestraron armas, droga y dinero (más de $300.000).

"En esas casas siempre venden droga. No me sorprende que estén policías involucrados, porque cada vez que había un allanamiento después seguían vendiendo como si nada", contó Héctor, un panadero de 63 años que vive en la zona.

Los vecinos miraron desde lejos el amplio despliegue policial en el barrio Avenida. "Seguro que ahora descubrieron que ahí venden droga", dijeron dos jóvenes que circulaban en una moto.

Los abogados Ricardo y Darío Scheuermann asumieron la defensa de la mujer policía detenida. "Aún no pudimos ver el expediente", se excusaron los letrados al ser consultados por la causa. La suboficial trabajó varios años en la Digedrop y hace tres meses había sido destinada a la Guardia Urbana, comentó Racedo.

"Son manzanas podridas", dijo el jefe de Policía

"En una fuerza con 8.200 efectivos, obviamente unas cuantas manzanas podridas voy a tener", expresó el jefe de Policía, comisario Jorge Racedo, tras conocerse la detención de una empleada policial. Sin embargo, aseguró que desconoce cuál es el grado de responsabilidad que tendría la uniformada en el caso que se investiga -por comercialización de estupefacientes- por lo que no aportó mayores detalles.

Consultado por los medios de prensa, el jefe de Policía se limitó a decir: "la información que estoy manejando es que se están llevando a cabo distintos allanamientos en la zona sur de la capital y de la Costanera. Hay secuestro de estupefacientes y habría una persona de la Policía de Tucumán aprehendida".

Racedo agregó que la mujer trabajó en la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) de la fuerza que él maneja. No obstante, hace tres meses fue trasladada a la Guardia Urbana, donde prestaba servicios hasta ayer. "Actualmente se encontraba con licencia médica por enfermedad", añadió el comisario.

El jefe de Policía no se animó a afirmar que hubiera otros efectivos involucrados ni nuevas detenciones en los próximos días. "Estamos analizando esta información con el subjefe (Víctor Sánchez), pero lo tomo como se han tomado hechos anteriores, cuando hubo otros policías involucrados", sostuvo Racedo. "Lo tomamos con bastante seriedad, esto afecta a la institución, pero mas allá de eso nos da muchas fuerzas para seguir adelante", destacó.

Por último, negó conocer el origen de la investigación y cuál es el avance de la misma. "Sólo sé que es una empleada aprehendida", insistió.

Dos jefes policiales apresados en Córdoba y en Santa Fe

El caso de la agente detenida en Tucumán por drogas no tiene nada de novedoso. Por el contrario, dos altos jefes policiales de las provincias de Córdoba y Santa Fe ya habían sido apresados en las últimas semanas por hechos similares. Uno de ellos era el titular de la división Drogas Peligrosas de la Policía cordobesa en Mina Clavero. Se trata de Gastón Bustos, quien quedó detenido y acusado de haber cambiado 30 kilos de marihuana por alfalfa luego de un procedimiento realizado en Villa Cura Brochero. El segundo caso es el del subcomisario Guillermo Gabriel Fleitas, quien hasta el miércoles se desempeñaba como jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, con asiento en la localidad santafesina de Casilda. Cayó preso por mantener vínculos con el narcotráfico.

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