La creación de un órgano interno del PJ nacional que sirva para atraer a algunos de los viejos popes peronistas que se fueron y apoyar fuertemente el modelo que conduce Cristina Fernández, fueron los ejes de las conversaciones que mantuvieron el fin de semana en San Juan el gobernador José Luis Gioja, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; y el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. Los últimos, de visita en la provincia apropósito de la Fiesta Nacional del Sol. Y el anfitrión oficiando de nexo para unir las voluntades de dos dirigentes de peso que apoyan a CFK, pero desde lugares distintos. Por otro lado, cerraron la realización aquí de un congreso extraordinario de Gestar, el instituto político del justicialismo que conduce el sanjuanino.

El PJ nacional está en plena ebullición por estas horas, ya que enfrente tiene el desafío de elegir un candidato que compita en las elecciones generales del año que viene por el sillón presidencial. Los que se anotan son varios. Scioli ya dio muestras claras de que se quiere quedar con ese lugar y el sábado reiteró sus intenciones, cuando le dijo a este diario que “espero que el pueblo argentino me confíe una oportunidad”. También han confesado sus aspiraciones el senador Aníbal Fernández, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, por ejemplo.

La idea que se acuñó en San Juan tiene como objetivo seguir la línea que el mandatario sanjuanino viene manifestando cada vez que le preguntan por la herramienta para dirimir la cuestión: ‘Usar bien las PASO‘, contesta. Esto es, invitar a los que se fueron del PJ para que todos los aspirantes se sometan a la zaranda de las internas partidarias y depurar así el listado.

El que resulte electo no sólo se calzaría el traje de postulante a la Rosada en nombre del Frente para la Victoria, o como se llame la amalgama de los sectores peronistas y sus aliados, sino que lo haría empapado de legitimación, hasta la de sus detractores internos. Pero, además, permitiría frenar el éxodo de dirigentes y esquivar el peligro de perder caudal en las urnas por efecto de la división.

No se descarta que uno de los convite sea para el cordobés José Manuel de la Sota, de raíz justicialista en unos de los distritos que más aporta en la sumatoria de votos, y a otros que, como él, pegaron el portazo buscando nuevos horizontes que ofrezcan una alternativa al kirchnerismo.

Fuentes que dieron fe de las charlas no quisieron hacer un recuento de nombres propios para no dar pistas de lo que se viene, pero destacaron que el límite sería Sergio Massa. El tigrense armó su propio espacio para competir en las legislativas del año pasado y parece uno de los más distanciados, con pocas intenciones de responder a un llamado telefónico del lado del oficialismo. Más, cuando no oculta sus intenciones de enfilarse a la línea de largada de la cita presidencial con un sello opositor.

La presencia de Capitanich, exgobernador y el vocero oficial en su rol de jefe de Gabinete, responde a una señal que Gioja y Scioli no quieren obviar, que juzgan necesaria e imprescindible para terminar de darle forma a una base de sustentación que no dé lugar a fisuras. El plan es actuar con el kirchnerismo como actor protagónico y que el nuevo órgano reivindique la gestión de Cristina y sus decisiones.

La semilla se puso con la Fiesta Nacional del Sol de testigo y ahora necesita de la aprobación de la jefa de Estado. Las fuentes estimaron que de germinar, será después de junio, mes en que la atención del país futbolero estará en el mundial de Brasil y las posibilidades de gritar campeón de la mano de Messi.