El escándalo Petrobras impacta en Alpargatas y en Loma Negra

El escándalo Petrobras impacta en Alpargatas y en Loma Negra

Camargo Correa, uno de los grupos económicos más importantes de Brasil y con intereses en Argentina, anunció la venta de la textil al grupo PBS, que también tiene una pata local a traves del frigorífico Swift, y de la cementera. Directivos de la firma acusados entraron en el régimen de delación premiada.

En la más impactante derivación del escándalo de corrupción urdido en torno a la petrolera estatal Petrobras sobre el sector privado brasileño, la multinacional Camargo Correa –propietaria en Argentina de la cementera Loma Negra y la textil Alpargatas– anunció ayer que había transferido una parte sustancial del paquete accionario de la fabricante de las populares ojotas de goma Havaianas y el calzado deportivo Topper. En una comunicación a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), su presidente, Vitor Hallack, informó que el adquirente es el fondo de inversiones brasileño J&F, controlador de JBS, el mayor procesador de carnes del mundo, también con presencia en la Argentina a través del frigorífico Swift.

Según el texto enviado a la Bolsa de Valores de San Pablo, J&F pagará 2667 millones de reales (unos 715 millones de dólares) a cambio del 44,12% del capital social de Alpargatas, que estaba hasta ayer en manos exclusivas de la constructora Camargo Correa.

En el comunicado, J&F declaró que el objetivo de la operación es la diversificación de su cartera de negocios, que pasa ahora a incluir el sector de la moda y el vestuario. Hasta ahora contaba con empresas de alimentación (JBS y Vigor), cosméticos y limpieza (Flora), celulosa (Eldorado), agropecuaria (Oklahoma y Floresta) y financiera (Banco Original), a lo que se debe sumar la emisora de televisión Canal Rural.

Además de producir las reconocidas Havaianas, Alpargatas es dueña de la marca deportiva Topper y fabrica en Brasil productos de marcas como Timberland, Dupé y Mizuno. La empresa de calzado cuenta con 13 plantas de producción en Brasil y tiene además otras ocho fábricas en Argentina.

Con una facturación prevista para este año de 27,6 mil millones de reales, el Grupo Camargo Correa es uno de los principales conglomerados empresarios metidos de lleno en la Operación Lava Jato (Petrobras) y titular de la única de las grandes empresas que ha admitido haber participado de las maniobras que tienen como eje a Petrobras y el sector eléctrico.

En agosto pasado, directivos de la empresa se acogieron al régimen de "delación premiada" y firmaron un acuerdo de beneficios con el Ministerio Público Federal, por el que reconocen haber incurrido en los delitos de cartelización, fraude en la convocatoria a licitaciones públicas, corrupción y lavado de activos. En ese momento se comprometió, incluso, a devolver al erario público un total de 700 millones de reales, equivalentes a 188 millones de dólares (ver aparte).

Además de la venta de Alpargatas, en cuyo capital accionario tiene participación desde el año 1982, Camargo Correa también se lanzó a la búsqueda de un socio, en principio brasileño, para la cementera InterCement, que es el principal negocio del grupo e involucra en forma directa a Loma Negra. En una entrevista publicada el 18 de noviembre pasado por el diario Folha de São Paulo, el presidente del grupo evitó hablar del Lava Jato y explicó que estas operatorias fueron encaminadas para cubrir la abultada deuda líquida del conglomerado.

La operación anunciada ayer está condicionada al lanzamiento de una OPA (Oferta Pública de Acciones) y, además, necesita ser aprobada por el estatal Conselho Administrativo de Defensa Económica (CADE). 

Devolución de fondos y paz judicial

Directivos de Camargo Correa fueron condenados por delitos cometidos en diversos contratos con Petrobras. Para "salvar" a dos de sus ejecutivos, en agosto, la empresa se comprometió a devolver 188 millones de dólares. Luego, las delaciones premiadas de esos dos miembros de su staff derivaron en el inicio de una investigación en Electronuclear. Un poco más atrás, en abril, el ex presidente del grupo, Dalton Avancini, había denunciado que hubo "promesas" de pago de coimas a dirigentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de Electronuclear por la obtención de obras en la usina nuclear Angra 3.

La semana pasada, el Conselho Administrativo de Defensa Económica (CADE) instruyó un proceso administrativo para investigar la cartelización en una licitación de Angra 3. Según un comunicado oficial, las empresas investigadas son  Andrade Gutiérrez, Norberto Odebrecht , Queiroz Galvão, Construções e Comércio Camargo Correa, Empresa Brasileira de Engenharia (EBE), la argentina Techint Ingeniería y Construcciones y UTC Engenharia.

Comentá la nota