Escándalo de la FIFA: se entregaron los Jinkis y fueron trasladados a una cárcel común

Escándalo de la FIFA: se entregaron los Jinkis y fueron trasladados a una cárcel común

Los empresarios argentinos, que estaban prófugos desde el mes pasado, se presentaron esta mañana en los tribunales de Comodoro Py.

Los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis, acusados por la Justicia estadounidense en la causa que investiga el escándalo de corrupción en la FIFA, se presentaron hoy en el despacho del juez Carlos Bonadío en los tribunales de Comodoro Py, tras ser buscados desde el 27 de mayo. Luego, fueron trasladados al penal de Madariaga. De esta manera ya no quedan argentinos prófugos en la investigación que lleva adelante la justicia norteamericana.

Los empresarios, padre e hijo, permanecían prófugos desde el mes pasado, cuando el Departamento de Justicia de los Estados Unidos oficializó el pedido de extradición en el marco de la causa por la que siete dirigentes de la entidad madre del fútbol mundial están detenidos. Los Jinkis, dueños de la empresa Full Play Group S.A., se presentaron junto con sus abogados.

"Se presentaron porque están a derecho. Habrá que ver cuánto tarda el trámite de extradición. Vamos a esperar que el juez resuelva", confirmó uno de los abogados, Jorge Anzorreguy, a la salida de Tribunales.

La Cámara Federal les había rechazado el martes los pedidos de eximición de prisión que habían presentado sus representantes legales. Hugo Jinkis ya cumplió 70 años, por lo que su abogado pidió el beneficio de la prisión domiciliaria por razones de salud. Ambos quedarán detenidos y podrían pedir la excarcelación mientras dure el proceso de la extradición a los Estados Unidos, que tiene varios pasos: un juicio oral ante un tribunal unipersonal, una instancia de apelación ante la Corte Suprema de Justicia y, finalmente, la decisión del Poder Ejecutivo. Mientras, están en una cárcel común.

Nueve días atrás, Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y socio de los Jinkis en la empresa Datisa, se entregó a la policía italiana en Borzano, una ciudad del norte del país europeo, y permanece allí, bajo prisión domiciliaria.

Los Jinkis y Burzaco están acusados por la Justicia norteamericana de integrar supuestas confabulaciones para cometer los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.

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