La escalada de violencia deja al borde de la guerra civil a Ucrania

La escalada de violencia deja al borde de la guerra civil a Ucrania
Fuerzas especiales de Kiev mataron a cinco prorrusos en una operación militar en el Este; Moscú respondió con el despliegue de tropas en la frontera
El fantasma de la guerra civil asoma con fuerza en Ucrania . En respuesta a la nueva ofensiva "antiterrorista" lanzada ayer por el gobierno prooccidental de Kiev contra las milicias prorrusas, Rusia ordenó una amplia maniobra militar en la frontera entre ambos países. Una escalada belicista que echa por tierra los acuerdos de desarme firmados en Ginebra.

Para sofocar la rebelión en la provincia rusohablante de Donetsk, donde grupos armados ocupan desde hace semanas edificios públicos, Kiev desplegó ayer fuerzas especiales del ejército que tomaron varios puestos de control en manos de los rebeldes. Las tropas ucranianas mataron a por lo menos cinco personas en las inmediaciones de la ciudad de Slaviansk, según confirmó el Ministerio de Defensa ucraniano. Los enfrentamientos entre fuerzas ucranianas y rebeldes prorrusos alertaron a Moscú, que enseguida movilizó tropas en la frontera con la región de Donetsk. Kiev subió la apuesta y urgió a Moscú a dar explicaciones sobre esa maniobra en un plazo máximo de 48 horas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó de inmediato y en duros términos la operación contra los activistas prorrusos en el este de Ucrania, que calificó de "crimen". "Si el régimen de Kiev empezó a usar el ejército contra la población dentro de su territorio, entonces es sin duda alguna un crimen muy grave", señaló desde San Petersburgo.

Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, insistió en que la situación en territorio ucraniano es preocupante: "Unos 11.000 hombres de las fuerzas del gobierno de Kiev intervienen contra la población pacífica. Si no se frena esta máquina de guerra, ello llevará a una mayor cifra de muertos y heridos", dijo Shoigu, que criticó el refuerzo de la presencia militar de la OTAN en Polonia y el Báltico. "Tuvimos que reaccionar ante esa situación", destacó.

El gobierno de Kiev acusó a Rusia de llevar a cabo una "desvergonzada injerencia" en cuestiones internas de Ucrania y exigió a Moscú que aleje de inmediato sus tropas de la frontera común, dijo el presidente interino, Olexander Turchinov.

"Moscú debe poner fin a sus presiones y amenazas permanentes. Rusia apoya a nivel estatal el terrorismo en nuestro país en un momento en que los ciudadanos rusos sufren continuamente ataques terroristas en su propio territorio", dijo Turchinov.

Varios medios de prensa ucranianos señalaron que el gobierno interrumpió la operación en Slaviansk. Según el diario Kiev Post, que citó fuentes del gobierno, el motivo de la interrupción sería la creciente preocupación de que las tropas rusas crucen la frontera. Según algunas versiones, uniformados fieles a Moscú volvieron a levantar ayer puestos de control. En varias localidades del este de Ucrania, los separatistas prorrusos mantienen todavía ocupados edificios públicos. Los grupos prorrusos exigen un estado federado con amplios derechos de autonomía para las zonas rusohablantes.

En otros hechos de violencia en el Este, soldados ucranianos rechazaron una ofensiva de unos 100 atacantes en uno de los mayores almacenes de armas de la localidad de Artiomovsk.

Pese a la violencia, Rusia volvió a llamar a "negociaciones serias" de todas las partes, y el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, señaló que Ucrania debe convertirse en un vínculo entre Rusia y Europa Occidental.

Desde Tokio, el presidente norteamericano, Barack Obama, dijo que Washington sigue abogando por una solución diplomática a la crisis de Ucrania, pero no descartó nuevas sanciones contra Rusia en el caso de que el acuerdo de Ginebra no aporte los resultados prometidos.

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