Época de Cosecha, el plan que impulsa la forestación y que ya cuenta con la participación de 40 escuelas

Por quinto año consecutivo, el ministerio lleva adelante el Plan Provincial Época de Cosecha que el año pasado contó con la participaron de 31 escuelas de toda la provincia.
En esta edición ya se ha superado ese número con 40 inscriptas. Desde que se puso en marcha en 2010 ya se recolectaron 4578 kg de semillas.

“El Plan Provincial Época de Cosecha busca concientizar acerca de la importancia de la forestación como mecanismo de desarrollo limpio. Para esto, motiva a las escuelas a participar y estimular en los alumnos el interés respecto de la naturaleza y su preservación. También busca instalar los valores de compromiso y solidaridad en relación al uso de los recursos agotables e instruir a los alumnos en los procesos de germinación y cuidado de los futuros árboles”, explicó la ministra Daiana Hissa.

El plan ha ido creciendo cada año. En 2011, el gobernador Claudio Poggi lo institucionalizó creando la jefatura Invernaderos Verdes y Es Época de Cosecha en el ámbito del Ministerio de Medio Ambiente. El año pasado el Ministerio de Educación ya lo incorporó al Calendario Escolar, dotándolo de un nuevo e importante status y el Consejo Federal de Medio Ambiente (CoFeMa) declaró al plan provincial de interés ambiental federal. Este año los docentes que participen, tanto en las capacitaciones como en la recolección de semillas, recibirán 0,75 de puntaje docente (Resolución Nº 15-SPCDyDP-2014).

Recolectar semillas para obtener árboles

El Programa propone que los docentes y alumnos recolecten semillas, que luego se trasladan al Vivero Provincial IMPROFOP donde se germinan para lograr los árboles que luego serán plantados en autopistas, caminos y accesos a pueblos, a través del Programa Primera Impresión.

Parte de este trabajo también lo realizan los invernaderos verdes con los que el ministerio cuenta en diferentes escuelas de la provincia. Están construidos con botellas plásticas recicladas, las que reemplazan la función de los rollos de polietileno con que cuentan los viveros convencionales, ahorrando materiales y optimizando los resultados, ya que las botellas actúan como cámaras de aire y permiten una mejor conservación de la temperatura interior.

“El trabajo de los chicos cierra el ciclo forestal y ayuda a que internalicen aun más la forestación y la tomen como la acción que pueden realizar para mejorar el planeta, para aportar ese granito de arena del que siempre hablamos. Al ser ellos mismos los que van a generar el ciclo, desde la semilla hasta el árbol, se sienten parte más activa del proceso y pueden ver lo que cuesta cada etapa”, señaló Hissa.

Comentá la nota