Entrevista Gustavo Walker

Entrevista Gustavo Walker

Nació en Pila, Buenos Aires, el 9 de octubre de 1957. Fue Concejal de Pila durante el período 1999-2003.

Asumió la conducción comunal en 2003 y cuatro años más tarde fue reelecto en el cargo con más del 60 por ciento de los votos. En 2011 ratifica su mandato con el 64,86% de los votos. En las elecciones generales de 2015 logra la reelección en el cargo de Jefe Comunal representando al Frente Para la Victoria con el 57,47 por ciento de los sufragios. Y en las legislativas del 2017, Walker fue neto ganador, junto a La Costa y General Paz, en la Quinta Sección Electoral.

En un clima distendido conversamos con el Intendente sobre los temas que hoy afectan a la sociedad, que recurre al primer mostrador de la administración pública, en busca de soluciones: el gobierno local.

“Administrativamente, nuestro municipio esta ordenado, estamos cerrando el ejercicio actual con un presupuesto equilibrado, con un aumento del 15% para el personal municipal a partir del 1° de enero, y un bono de $3000 a partir del 15 del mismo mes. Es decir, mantener la línea de los que venimos haciendo, y, dada la realidad actual, inyectar dinero en el distrito, en los bolsillos de la gente, que están diezmados, y la previsión es que esto empeore”

Sobre estos últimos dos años, y la relación con la Provincia y la Nación, nos comenta:

“No hemos parado. Tener las cuentas en orden, permite que en esta época de crisis, el municipio siga trabajando, generando obras públicas con mano de obra local, como cordón cuneta, terminación de algunas viviendas, y de algunas obras nacionales, de la gestión anterior, que las estamos continuando con fondos municipales. Actualmente la relación es buena, desde lo protocolar.

De Nación no hemos recibido nada, es más, todas las obras anunciadas, como caminos o el Centro Integrador Comunitario, que suponían una inversión de más de 40 millones de pesos, las desestimaron, creo yo, por no pertenecer al espacio oficialista.

Y de Provincia, muy poco. La relación no es ni mala ni buena, sino más bien regular. Uno ve que se entregan patrulleros a municipios vecinos que acá no llegan, o el SAME, pero, insisto, como tenemos un gobierno sólido, desde lo económico y desde lo político lo vamos llevando. Y la gente reconoce esto, ya que nos renovó la confianza en las últimas legislativas, y la proyección para el 2019, son más que buenas.

Creo que cada vez más, el vecino nota la inconsistencia entre los discursos y las acciones del oficialismo. Como tengo sangre escocesa, en mi pueblo decimos las cosas como son, sin vueltas, sin mentiras, con hechos. Y eso evidentemente es reconocido.

La “globalización” amarilla en el país, y en la provincia, va mermando, porque hoy por hoy las políticas de estado que se están manejando, están diezmando a los sectores más humildes, a la clase media y por supuesto, a los jubilados. Y eso, creo, hace reflexionar a estos sectores, los que sufren la crisis, y veo que no les va a ser tan fácil electoralmente en el 2019.”

La gobernadora es un caso especial. Gravitará su figura en el armado oficialista?

“Mirá, uno observa, que efectivamente parece intocable, pero no escapa a la lógica de lo nacional. Hasta el 22 de octubre, la provincia era un hervidero de máquinas haciendo los comienzos de muchas obras públicas, que hoy están frenadas. Igual, cuidado, porque está proyectando un nuevo esquema en la provincia, a partir del compromiso del gobierno nacional, de enviarle 60 mil millones de pesos, que va a impactar en obras que hay que hacer, sobre todo las hídricas e hidráulicas, en nuestra región.

Pero ese dinero no es coparticipable a los municipios, y encima al bajar los Ingresos Brutos, que implican un 60 a 70% de los recursos provinciales y son coparticipables, vuelve a haber una merma de recursos a los gobiernos locales.

Pero ahí estamos los Intendentes, al lado de la gente, para pelear los fondos que nos corresponden para el 2018, que va a ser muy duro.”

Y la política? En general y en la provincia?

“La realidad, de estos dos años, desenmascara, la estrategia de “la pesada herencia”. Se estigmatiza al peronismo con la corrupción, pero la realidad es que los que “venían a poner claridad” no sólo no lo están haciendo, sino que además, muchos en lo municipal, en lo provincial y la nacional, están teniendo serios problemas en la gestión, incluso algunos con graves denuncias, pero somos los peronistas, los que seguimos gobernando, a pesar del salvaje ajuste, nuestros municipios.

La gente ya no les cree. No es tonta. Se está dando cuenta de las promesas vacías, y ve con estupor, cómo el ajuste golpea indiscriminadamente a los sectores más desprotegidos.

Por eso, estamos muy conformes con la reorganización del Partido Justicialista con Menéndez a la cabeza. Destaco la actitud de Espinoza, que entendió la necesidad de la renovación, y eso nos permitió llegar a consensos, a tener un fuerte protagonismo los intendentes, a sumar sectores que se habían alejado.

Pero cuidado, se suman a una estructura, y no a proyectos personales. No se puede permitir, que algunos de los responsables de la división del peronismo, y la consecuente derrota (con el 5% de Randazzo y 12 % de Massa hubiésemos arrasado) vengan con pretensiones de candidaturas, en ese caso, vayan a la cola, súmense, y después vemos.

Por eso es ardua la tarea de esta nueva estructura del PJ. Construir un proyecto que enamore a la sociedad, y encontrar las figuras que puedan dar pelea. Pero insisto, sin egoísmo y dejando de lado los personalismos. Es difícil, pero no imposible. Nos va a llevar tiempo un nuevo posicionamiento, pero este proceso, aunque tarde, debía hacerse

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