Entrevista exclusiva a Rogelio Frigerio

Entrevista exclusiva a Rogelio Frigerio

Mano a mano con La Tecla, el ministro del Interior afirma que dentro del Gobierno, “nunca se discutió un plan B”, y dice que “Argentina necesita de más acuerdos políticos”. Habla de economía, Cristina, Vidal, las obras y hasta de su abuelo

En medio de agitadas reuniones por las alteraciones de la City, el ministro del Interior y Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio, mantuvo un mano a mano con La Tecla. Economía, rosca política, elecciones e infraestructura en el Conurbano, y hasta el recuerdo de su abuelo.

-Los mercados están demasiado inquietos. ¿El Gobierno podrá tener algo de calma de acá a las elecciones?

-Estamos trabajando para que estos niveles de incertidumbre y de volatilidad vayan achicándose, pero, claramente, hay una volatilidad en la región, que le pega más a la Argentina que a otros países, porque nuestra economía es más frágil que la de los países vecinos. Lo que estamos tratando de hacer es ir reduciendo esa fragilidad, con medidas de base, como el Presupuesto equilibrado que votamos el año pasado por primera vez en mucho tiempo.

-¿Cree que el programa de precios que lanzaron calmará la ansiedad que hay en el mercado y en la calle?

-Los acuerdos fueron, básicamente, para llevar alivio a la gente en un momento difícil de este camino que tomamos para salir de los mismos problemas que vienen acompañando a la Argentina desde hace muchas décadas, que, claramente, no es fácil y que genera mucho sufrimiento y miedo en la población. Entendimos que a esa situación le teníamos que llevar alivio con estas medidas, mientras resolvemos los problemas estructurales desde su base. Entre otras cosas, adoptando recetas distintas a las que se aplicaron durante todas estas décadas, donde esos problemas no se pudieron resolver.

-¿Sembrar temor sobre una vuelta al pasado no genera un efecto contrario al buscado?

-¿Quién siembra ese temor?

-Hasta el presidente Macri se ha referido al posible regreso de Cristina, más allá de que ante los empresarios se mostró seguro de ganar el balotaje…

-Que haya temor en los mercados o en los que toman decisiones económicas de que la Argentina pueda volver al pasado es un hecho de la realidad, no es algo que uno construye. Eso, lamentablemente, ocurre. En la medida en que nosotros podamos resolver los problemas y, como consecuencia de eso, las encuestas demuestren que no hay posibilidades de que la Argentina vuelva al pasado, esa situación, también se va a ir corrigiendo.

-¿Cómo se revierte esta tendencia del Presidente en baja y Cristina Fernández en alza?

-Primero, las encuestas están referidas a un hecho que va a ocurrir dentro de siete meses, que es un posible balotaje; todos los encuestadores serios plantean que no es precisamente serio encuestar sobre algo que va a ocurrir dentro de tanto tiempo. Hoy, más o menos, se sigue con una distribución vinculada a los distintos espacios políticos parecida a la del 2015. Probable-mente, producto de la frustración que genera en mucha gente que no se hayan cumplido las metas exigentes que nos propusimos en el origen, parte de nuestro apoyo no esté tan claro, pero eso no quiere decir que se vaya a otra fuerza política. Lo que tenemos que hacer en los meses que quedan es, con mucha convicción, recuperar esa confianza que en algunos sectores se fue perdiendo.

-¿Hay autocrítica con respecto a la inflación?

-Sí, por supuesto. La primera, en relación a las primeras medidas que se tomaron, fue que subestimamos el problema. En los últimos 80 años, el promedio de inflación anual en la Argentina fue superior al 60 por ciento, sin tomar en cuenta los picos hiperinflacionarios. El país arrastra un problema gravísimo en ese sentido. Es, probablemente, de los países que más inflación han tenido en el mundo, y, claramente, es algo que no se puede resolver de un día para el otro. Ahí pecamos de haber subestimado el problema y de haber sobreestimado nuestras posibilidades de resolverlo más rápido de lo que la realidad después demostró que se podía. Además hemos cambiado, a fin del año pasado, la política fiscal y monetaria, que hoy es mucho más restrictiva de la que tuvimos en los primeros años de gestión, y entendemos que es la solución de base para enfrentar el tema inflacionario.

-Dice que deben recuperar el electorado que los acompañó. ¿Cambiemos también tiene que ampliarse políticamente?

-Siempre, uno tiene que intentar ampliar la base de sustentación política. Tenga en cuenta que el de Cambiemos es el gobierno, si se quiere, con menor apoyo parlamentario del último siglo. Arrancamos con un tercio de la Cámara de Diputados y un quinto de la Cámara de Senadores, y tenemos solamente cinco gobernadores sobre 24. Claramente es un hecho bastante inédito en la historia política argentina, que requiere de muchos acuerdos que se facilitan ampliando la base de sustentación política de nuestro espacio.

-¿Y hay posibilidades de hacerlo ahora? ¿Están en diálogo con alguien que se pueda sumar?

-Estamos en una coyuntura compleja, también, en este sentido, porque estamos en plena campaña electoral. Tenemos elecciones prácticamente cada dos fines de semana en el interior del país, y así es difícil, para la tradición política argentina, avanzar en acuerdos. Pero yo creo que son indispensables. Argentina necesita de muchos más acuerdos políticos y mucho más diálogo del que hemos tenido hasta ahora, independientemente de que desde hace tres años y medio hayamos tenido más diálogos y acuerdos que en las últimas décadas. 

-¿Cómo ven el escenario de la provincia de Buenos Aires? Ahora parece complicarse la reelección de Vidal.

-Todavía es muy temprano para sacar conclusiones por lo que plantean algunas encuestas. María Eugenia sigue siendo la dirigente que más mide, por lejos, en la provincia de Buenos Aires; y creo que eso, finalmente, va a determinar que los bonaerenses tampoco quieran regresar al pasado. Sobre todo porque María Eugenia ha demostrado lo que se puede hacer en la Provincia, lo que se ha podido cambiar también en términos de lucha contra las mafias y el narcotráfico, haber recuperado el Fondo del Conurbano, haber hecho las obras que muchas veces se habían prometido y nunca se realizaban, haber ordenado las cuentas fiscales. Hay muchas cosas que María Eugenia puede mostrar como éxitos de su gestión, que al momento del voto van a tener su peso.

-¿Nunca hubo un plan B y fue una fantasía de ciertos sectores o, verdaderamente, se pensó en una segunda salida con Vidal candidata?

-No, la verdad que no. Desde que el Presidente tomó la decisión de presentarse para la reelección, ese es un tema que nunca se discutió.

-¿En Cambiemos es prioridad el espacio o lo es el personalismo?

-Hemos demostrado, en tres años y medio de gestión, que primero, la prioridad es la gente, pero en términos políticos le hemos dado prioridad al fortalecimiento de Cambiemos que, de hecho, hoy es mu-cho más fuerte y trascendente de lo que era antes de arrancar la gestión. A veces perdemos perspectiva de la historia, pero cuando se conformó Cambiemos, después de la convención radical de Gualeguaychú, pocos podían apostar a que eso podía durar hasta la elección. No solamente duró, sino que ganó y después fue creciendo en el ejercicio de la administración del Estado; y es algo que se va a ver reflejado también en la próxima convención del radicalismo. 

-¿Se apuraron en bajar el desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires?

-Es contrafáctica la pregunta. Hubo un debate respecto a ese tema, donde algunos pensaban de una manera y otros, de otra, y se tomó la decisión de hacer la elección conjunta, como viene siendo tradicionalmente en la provincia de Buenos Aires.

 

Lectura de las derrotas en las provincias que ya fueron a las urnas 

-¿Cómo lee la serie de derrotas que vienen sucediéndose en las provincias que han elegido hasta ahora?

-Las elecciones en el interior tienen dos características: la primera es que están ganando los oficialismos, y la segunda es que Cambiemos está repitiendo la cantidad de votos que tuvimos en las PASO de 2015. Claramente, después de esas PASO tuvimos una mejora en todas las provincias, y a nivel nacional en las generales, y después terminamos ganando el balotaje. Eso es lo que hoy se puede sacar de la lectura de las elecciones desdobladas.

-¿La elección de Córdoba va a ser clave, teniendo en cuenta que allí Macri sacó la mayor diferencia en el 2015? ¿Puede ser una señal clara de lo que pueda suceder a nivel nacional?

-No creo que haya que tomarlo así, porque Macri, en esta no va a estar en la boleta. Creo que sí es clave cómo le vaya a Cambiemos en agosto y en octubre.

Definiciones sobre...

Mauricio Macri: “El líder de Cambiemos y el presidente de la Argentina en 

un momento muy trascendente para nuestra historia”.

María Eugenia Vidal: "La gobernadora que está transformando la provincia de Buenos Aires”.

Sergio Massa: “Es un político que tiene cosas para aportar, y que espero que forme parte de los consensos que necesitamos a futuro”.

Cristina Kirchner: “Una expresidente que yo creo que tiene que ver con el pasado de 

la Argentina”.

Roberto Lavagna: “Un político que tiene experiencia, y la posibilidad de hacer aportes todavía a su país. Espero que podamos trabajar juntos, con otros políticos de la oposición, para resolver la todavía gran cantidad de problemas que quedan pendientes”.

Rogelio Frigerio: “Un ministro del Interior y de Obras Públicas que trata de hacer lo mejor posible su trabajo, con dedicación y compromiso”.

“El Conurbano era un lugar olvidado en cuanto a obras de infraestructura”

-¿Cómo viene el plan de obras que tiene su ministerio en el Conurbano? 

-En todo lo que se refiere a obras públicas encontramos un desastre. Todas paradas, con deudas de hasta de un año de certificados impagos. Y, lo que es peor, encontramos que después de tantos años había más de 20 millones de argentinos sin cloacas y más de 7 millones sin agua potable, y que el 80 por ciento de los efluentes cloacales se vertían sin ningún tipo de tratamiento en ríos y en el mar Argentino. Ese fue el resultado de las políticas vinculadas a la infraestructura de las anteriores administraciones. Hoy hay más de un millón y medio de argentinos más que cuentan con cloacas, más de un millón que tienen agua potable, y hemos duplicado la cantidad de tratamientos de efluentes, con el impacto que tienen estas inversiones en la salud. Por supuesto que queda mucho por hacer, 

pero las cientos de obras que tenemos en marcha a lo largo y ancho del país, y muchas las vamos a terminar este año, garantizan que más gente en los próximos años pueda acceder a estos servicios esenciales. Para la próxima gestión queremos cumplir el objetivo de que el ciento por ciento de los argentinos cuenten con agua potable y cloacas. El Conurbano bonaerense ha sido un lugar olvidado por muchos años en términos de obras de infraestructura.

-¿Cuánto lo ha retrasado la situación económica?

-La verdad que ha sido un verdadero desafío sostener la obra pública en medio de esta coyuntura, pero el año pasado hemos logrado sancionar un Presupuesto con equilibrio, que ha permitido contar con los fondos para terminar todas las obras que tenemos en marcha.

-Teniendo en cuenta este plan de inversiones de la Nación, ¿está bien que Vidal reclame 19.000 millones de pesos extra por el traspaso de los subsidios?

-Claramente, Buenos Aires es la provincia que más aporta al sistema y la que menos recursos por habitante recibe; y por otro lado es la provincia que fue más olvidada en términos de inversión en infraestructura, y en consecuencia, también más necesidades tiene. En esta línea creo que la pelea de la Gobernadora por contar con más fondos es sumamente legítima. Y, de hecho, le ha permitido a la Provincia recuperar algo que otros gobernadores no pudieron hacer, que es el Fondo del Conurbano.

Candidatos para las vices: “Todas las opciones están abiertas”

-¿El candidato a vicepresidente va a ser un radical?

-Eso va a formar parte de las discusiones que tenemos que tener puertas adentro con nuestros aliados de Cambiemos. Y, por supuesto, en última instancia va a ser una decisión del Presidente. Todas las opciones están abiertas, desde que siga la actual vicepresidenta (Gabriela Michetti), que ha demostrado una gran capacidad y compromiso en esta función, hasta que se decida un cambio en función de una discusión interna con nuestros socios de Cambiemos

-¿Eso incluye también a la figura del vicegobernador bonaerense?

-Por supuesto que sí. Todas esas discusiones están abiertas, y se van a tomar en el momento que haya que tomarlas. No son discusiones que para nosotros, ni para el radicalismo, ni para otros aliados de Cambiemos sean hoy determinantes.

-Tras las últimas reuniones, ¿se terminaron las tormentas con el radicalismo?

-No son reuniones esporádicas. Nos reunimos todos los días con representantes del radicalismo; muchos porque forman parte de la gestión, otros porque tienen que ver con la política de nuestro espacio. Insisto en que siempre podemos trabajar para tener un espacio más consolidado, pero siento que estamos bien, enfrentando estos momentos difíciles, con mucha responsabilidad y trabajando en equipo.

-¿Y cómo es la situación con los gobernadores peronistas?

-La gran mayoría fueron muy importantes para alcanzar consensos que sirvieron para resolver muchos de los problemas que heredamos, y también se vieron beneficiados, todos, por un Presidente que ha apostado al federalismo y que ha permitido que hoy más que nunca en la historia, las provincias tengan recursos automáticos y de libre disponibilidad, no sujetos a la discrecionalidad de un Gobierno nacional de turno.

“En esta coyuntura es difícil poner en valor todo lo que se hizo”

-¿Cómo se hace la campaña con una economía tan complicada?

-Es difícil poner en valor todo lo que se hizo con una coyuntura macroeconómica complicada. Es difícil que la gente pueda apreciar en toda su dimensión lo que avanzamos en el plano institucional; en la lucha contra el narcotráfico y las mafias; en convertir al país en verdaderamente federal; en materia energética, que nos va a permitir en dos años volver a exportar combustibles por valores quizá hasta superiores a lo que se exporta de soja; en obra pública, no sólo por desarrollo sino por las formas, porque logramos dejar en el pasado la asociación que había entre obra pública y corrupción; y tantas otras cosas que en este contexto es más difícil apreciar en su real magnitud. El desafío, también es explicar que estos cambios permitirán que Argentina pueda, definitivamente, dejar atrás el subdesarrollo y crecer de manera sostenible.

-¿Se puede hacer campaña sin hablar de economía?

-Por supuesto que también hay que dar solución a la inflación y a la inestabilidad del dólar; y estamos haciendo todo lo que se puede en este sentido. Entendemos que, más temprano que tarde, vamos a ver el resultado de las medidas vinculadas a la política fiscal y a la política monetaria, que redundarán en una baja de la inflación, que hoy es, claramente, lo que más preocupa a los argentinos. Mientras tanto hay que darle alivio a la gente; por eso, el acuerdo de precios, el congelamiento de las tarifas, el congelamiento del costo de la telefonía celular, los descuentos en los medicamentos, las medidas para aliviar la situación de las Pymes y los créditos Anses. 

-¿Cómo cae en el Gobierno que el kirchnerismo solicite veedores internacionales para la elección?

-Nosotros tenemos un solo ejemplo de una elección en la cual hemos tenido responsabilidad en la organización, que es la de 2017, donde no tuvimos ni una sola denuncia, donde se conocieron los resultados antes que en ninguna otra elección de la historia, y donde, claramente, todos aceptaron el resultado sin objeciones. Me llama la atención que se hable de esto, pero estamos dispuestos a recibir y a aceptar cualquier tipo de observación o de control externo de los comicios, no tenemos ningún problema.

“Tengo otros libros pendientes antes que el de Cristina”

-¿Va a leer el libro de Cristina?

-La verdad que tengo poco tiempo para leer en estos últimos meses. No lo tengo como una prioridad. Tengo otros libros pendientes antes que ese.

-¿Qué está leyendo ahora?

-Estoy leyendo una novela, porque la verdad es que cuando tengo algún tiempo libre prefiero leer novelas antes que otra cosa. Estoy leyendo una que se llama Hombres buenos (de Arturo Pérez Reverte).

Futuro cercano y el sueño provincial

-Si Macri es reelecto Presidente, ¿usted está dispuesto a seguir en el gabinete?

-Yo voy a hacer lo que el Presidente necesite que haga. No creo en ningún proyecto personal que vaya por encima del proyecto del espacio que represento. Si el Presidente necesita que esté en algún lugar dentro de su equipo, por supuesto que voy a estar.

-Los políticos también tienen su meta…

-Esa meta tiene que estar subordinada a las necesidades del país o del Gobierno.

-¿Gobernador de Entre Ríos es una cuenta pendiente?

-Esa posibilidad, en algún momento, quizá se repita en mi trayectoria. No la descarto para nada.

“La relación dentro del gabinete está como tiene que estar”

-Se habla mucho de problemas en su relación con Marcos Peña. ¿Cómo está la situación dentro del gabinete nacional?

-Está como tiene que estar. En los momentos difíciles estamos más unidos que nunca, y trabajando todos para poder no sólo transitar este camino difícil lo más rápido posible, intentando darle alivio a la gente en esta coyuntura, sino, además, pensando en el futuro de la Argentina, que es lo más importante; en cómo hacemos para completar en los próximos años las reformas que necesita la Argentina para tener, por fin, un desarrollo sostenible en el tiempo.

-Usted es un hombre de la política: ¿En cuánto coincide con Durán Barba y en cuánto no?

-El vínculo que tengo con Durán Barba es el del funcionario público con un asesor en términos de campaña. No tengo otro vínculo con él. Claramente, Durán Barba ha demostrado que sabe, así que no tengo otro tipo de debate o discusión sobre políticas públicas con él.

El recuerdo de su abuelo

-Cuénteme una anécdota de su abuelo que lo haya marcado.

-Algo que tengo muy presente, y me gusta recordar, son las tardes de sábado cuando acompañaba a mi abuelo a la casa de Frondizi y mientras ellos hablaban yo me quedaba jugando con Elena. Por suerte lo disfruté mucho y pude formarme al lado de él. Hoy vivo en la que fue su casa, y eso me permitió, cuando me mudé, quedarme con su biblioteca, que tiene un valor enorme. De hecho, el 90 por ciento de sus libros estaban dedicados por los autores.

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