Entre gallos y medianoche juraron los fiscales penales

Entre gallos y medianoche juraron los fiscales penales
Acaso por un apremiante vencimiento de plazos administrativos, o tal vez por una maniobra premeditada para evitar más críticas de la opinión pública, los cuatro nuevos fiscales penales juraron el jueves último en un penumbroso acto que se llevó a cabo en el Ministerio Público.
En la ocasión, el procurador Pablo López Viñals tomó juramento a Pablo Rivero, Mónica Poma, Gabriela Buabse y Maximiliano Troyano, estos últimos seriamente cuestionados por sus polémicas intervenciones y declaraciones sobre casos de abusos sexuales a una menor de 10 años y a turistas que visitaron la provincia.

Los cuatro funcionarios designados tendrán a su cargo la aplicación del nuevo Código Procesal Penal de la provincia que, entre otros puntos, delega facultades del juez hacia los fiscales, como por ejemplo la autorización para investigar a las personas y ordenar detenciones. Pese a la importancia de los nombramientos y al rol que deberán cumplir dentro del servicio de justicia, los nuevos fiscales juraron casi en secreto, ante un auditorio mínimo. De todas maneras, los invitados tampoco fueron numerosos. Muchos de ellos llegaron tarde porque nadie les sabía responder dónde se estaba llevando a cabo el juramento.

La tradición y la envergadura del evento indicaba que debía hacerse en el Salón Auditorio “Facundo de Zuviría” de la Ciudad Judicial, con capacidad para 144 personas sentadas. Pero, al parecer, el procurador prefirió el aula de la Escuela del Ministerio Público, con capacidad para 40 personas como máximo.

Tampoco se imprimieron invitaciones oficiales y resultó extraño que no haya estado presente ningún juez de Corte. Con todo esto quedó la sensación de que la jura de los fiscales más discutidos de la historia se hizo prácticamente a escondidas.

Ausencias y presencias

Llamó la atención la ausencia Mirta Lapad y Luis Costas, asesora y defensor general respectivamente, figuras centrales del Colegio de Gobierno del Ministerio Público.

Al parecer a ambos se le avisó por teléfono pocas horas antes del evento y por compromisos contraidos no pudieron estar presentes. Para validar el juramento, López Viñals tuvo que conformar el Colegio de Gobierno con el fiscal 1 y 2 ante la Corte, Alejandro Saravia y Adolfo Jerez, respectivamente. Uno de ellos no estuvo en uno de los juramentos.

“El procurador no quería a nadie de la Corte de Justicia presente y para tener algunos invitados de su agrado, concurrió al acto en el río Juramento el miércoles y allí invitó personalmente a funcionarios, legisladores e intendentes”, indicaron fuentes del Ministerio Público.

En el acto hubo 6 senadores (“Pucho” Jorge, Jorge Soto, Mashur Lapad, Ernesto Gómez, Roberto Gramaglia y Santiago Payo) y el intendente de Gemes, Daniel Segura.

Tampoco los medios de prensa se enteraron del evento. Como suele suceder con la información que surge desde el Ministerio Público, todo se manejó con total hermetismo. Solo un medio gráfico local, que suele difundir sin filtros las informaciones que necesita el procurador Pablo López Viñals, publicó en su portada el juramento, pero sólo dio a conocer algunos detalles del acto.

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