Aunque las autoridades sanitarias que ya liberaron peces en lagunas de Fontana y Puerto Vilelas- afirman que se trata de una especie que se alimenta de las larvas de los mosquitos aedes aegypti (vectores transmisores del virus del dengue), la ONG sostiene que el procedimiento es “inservible y riesgoso”.

La información científica La entidad ambientalista menciona que según la información científica disponible “no se han hallado criaderos naturales de Aedes aegypti en ambientes acuáticos donde el sustrato es la tierra, razón por la cual las zanjas, charcos, lagunas, ríos, etcétera no suelen ser criaderos de esta especie”. “Todas las etapas de su ciclo de vida (del mosquito) transcurren en el entorno domiciliario, probablemente porque en estos lugares los depredadores naturales o competidores son escasos o no existen. Los murciélagos y algunos insectos, como los odonatos (alguaciles), son eficientes predadores de mosquitos, pero su presencia no suele ser significativa en las viviendas”, añade. Desde este punto de vista, no tendría sentido soltar peces en las lagunas para combatir a los insectos transmisores. Encuentro por la Vida indica que por otro lado, los peces larvífagos, como el caso de las “madrecitas del agua” (la especie que viene siendo diseminada por el Ministerio de Salud), y varios insectos acuáticos, como los escarabajos o las chinches, o ciertas especies de copépodos (pequeños crustáceos) presentes en lagunas, “son voraces predadores de larvas de mosquitos, pero no suelen encontrarse naturalmente en los recipientes que sirven de criaderos de Aedes aegypti”. “En los ambientes silvestres, alejados de las viviendas, raramente se hallan criaderos de Aedes aegypti y se los considera como hábitats desfavorables para la especie.” “El Aedes aegypti tiene hábitos domiciliarios, por lo que la enfermedad es predominantemente urbana”, añade la ONG, que precisa que de entre numerosas referencias bibliográficas nacionales e internacionales sobre el tema, tomó las del libro: “Participación social en la prevención del dengue” (UNICEF, OPS, Cruz Roja y Ministerios de Salud y Educación de la Nación, 2010, segunda edición), para justificar su oposición “al supuesto control biológico del dengue iniciado por el Gobierno de la Provincia del Chaco, por ser ineficaz, inservible e irresponsable, además de muy costoso”. Las características del pez Según la información difundida en su momento por el gobierno provincial, enunciada por el director de Epidemiología, Mario Echevarría, “los peces del género de las gambusias son de pequeño tamaño, permanecen en aguas no muy limpias y no necesitan demasiado oxígeno para su supervivencia. Es importante que la comunidad sepa de la existencia de estos peces, que serán sembrados en lagunas y cunetas, y los protejan para que cumplan el objetivo programado y pasemos un verano sin la preocupación del dengue”, aseveró. Echevarría dijo que se trata de un tipo de pez de reproducción rápida y que nace alevino en lugar de colocar huevos que lleva mayor tiempo de gestación y que de inmediato comienza a alimentarse de las larvas del mosquito. En relación a la producción de los peces, el ministro estimó que para fin de año contarán con dos millones de madrecitas de agua, las cuales serán distribuidas en toda la Provincia para luego realizar, en forma anual, el control de la presencia y reproducción de estos peces en los reservorios de agua. Se prevé unos 500 mil peces por mes, que se sembrarán en las lagunas del área Metropolitana -en principio- y en el resto de la provincia después-, además de la reproducción propia de la especie, menciona la fundación en un comunicado que firma su presidente, Ramón Vargas. “Las madrecitas de agua se alimentan exclusivamente de larvas de mosquito Aedes aegyptis y Culex, por lo que la acción disminuirá la presencia del vector en la provincia. Con la siembra de peces evitamos el uso de insecticidas, disminuye el número de fumigaciones y no se produce ninguna alteración biológica”, dijeron desde el ministerio. Errores y costos millonarios Las cantidades de “madrecitas de agua” a producir y liberar en las lagunas y cunetas del Chaco, es una acción muy importante y cuyo costo, si bien no se informó, sería varias veces millonario, al precio de mercado de estos peces, que Encuentro por la Vida dice que es de 2,89 pesos cada uno, según las ofertas que pueden hallarse en sitios como Mercado Libre. En cuanto a la información difundida por el gobierno, la ONG señala que las gambusias “son omnívoras, es decir comen de todo. Es más, su alimento preferido son las algas y no los dípteros (mosquitos)”, por lo que “es muy claro que donde ‘siembran’ las madrecitas, lagunas y cunetas no se cría el mosquito trasmisor del dengue. Por lo que es de esperar que se mueran de hambre, las madrecitas de agua, si es que solo consumen huevos y larvas de mosquitos que trasmiten el dengue, dado que estos se desarrollan en otro lugar, que no son ni las lagunas, ni las cunetas. Por esto afirmamos que esta acción emprendida por el Gobierno del Chaco es ineficaz e inservible”. “Y sostenemos que es irresponsable, pues no se conoce el impacto que esto traerá sobre los ecosistemas acuáticos del Chaco y de la Región. Una acción como la propuesta, debería contar al menos con una evaluación del impacto ambiental - y sobre la biodiversidad, tan necesaria para el equilibrio ecológico- sustentada en información científica cierta y con experiencias exitosas que la avalen. Se deberían realizar previamente consultas a los Centros de Investigación de la UNNE (Instituto de Patología Regional, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, CECOAL, etc.) y finalmente expuesto a una audiencia pública”, advierte. Sin informes previos “Estos pasos corresponden al Ministerio de Planificación y Ambiente, y con la respectiva autorización de la Dirección de Fauna. No se ha informado previamente a la sociedad de semejante acción y mucho menos se ha puesto a consideración del Consejo Provincial del Ambiente. Esto nos lleva a sospechar que ni el Ministerio de Planificación y Ambiente, ni la Dirección de Fauna han intervenido en la aprobación y autorización de semejante desatino”, dice Encuentro por la Vida. “En el caso de existir las autorizaciones, es muy grave que no se sigan los pasos que indican las leyes respectivas, muchomás cuando hay especies del género gambusia que son exóticas, desconociéndose las consecuencias que esto puede crear en los ecosistemas acuáticos de nuestra Provincia y Región”, marca. Por último, la entidad dice esperar de las autoridades provinciales “responsabilidad en el ejercicio de sus funciones, y mucho más cuando se trata de la salud pública y el ambiente. Y aún más, cuando se aplican los dineros públicos a acciones ineficaces, inservibles , irresponsables y onerosas como ocurre en este caso”.