Volvieron a tender puentes Cambiemos y el peronismo en el Senado. Más que affectio societatis, los une el Estado de Necesidad, una causal de exclusión de la antijuricidad política. Federico Pinedo y Miguel Pichetto son los encargados de que baje la espuma después de la sesión donde el jefe del bloque justicialista, junto a Cristina de Kirchner, forzaron el veto de Mauricio Macri a la ley para poner freno a la suba de tarifas. 

El primer gesto de distensión saldrá a la luz hoy cuando el oficialismo anuncie que el pedido de desafuero a la expresidente puede esperar. Se computarán días hábiles, en vez de corridos, para evitar la activación de ese procedimiento que volvería a mostrar a Pichetto blindando a Cristina. Es el primer indicio de una tregua de cara al debate del Presupuesto 2019 donde la el Gobierno nacional deberá incluir el eventual acuerdo de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional. "El veto a la ley de tarifas no es nada, lo que viene es mucho más complicado", resume un funcionario con despacho en la Casa Rosada.

El peronismo de los gobernadores, y de Pichetto, necesita volver a negociar con el Poder Ejecutivo Nacional para despegarse del kirchnerismo y defender sus territorios en 2019. Y a Cambiemos le urgen los votos justicialistas del Congreso para blindar la gobernabilidad y aprobar el Presupuesto del próximo año, el último del primer mandato de Mauricio Macri.

La nueva mesa política, que licuó a Mario Quintana y Gustavo Lopetegui sin mover de la cúspide del poder a Marcos Peña, comenzó a aplicar una estrategia de manual. Profundizar la grieta peronista para evitar que la recaída de la gestión del gobierno nacional sea capitalizada por alguna fuerza opositora. Básicamente, se replica el método de las legislativas 2017. En ese contexto, Felipe Solá es el nuevo Florencio Randazzo.

A Emilio Monzó, indultado de urgencia por el jefe de Gabinete pese a su simpatía por el peronismo, le atribuyen la pre candidatura presidencial de Solá. Distanciado de Sergio Massa, el exgobernador de Buenos Aires comenzó a desplegar envergadura nacional. En la Casa Rosada atribuyen esa bocanada de aire fresco a Monzó. El titular de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación no sólo tiene línea directa con Solá. También comparte antiguos colaboradores, staff y hasta algunos diputados provinciales que cumplieron funciones de los dos lados del mostrador Monzó-Solá.

Con Cristina agazapada para exponer los errores no forzados del Gobierno nacional, en el peronismo no kirchnerista comienzan a escribir nombres sobre el tablero de presidenciables 2019. Solá hace equilibrio entre Unidad Ciudadana y el pan peronismo. Pero en la liga de intendentes bonaerenses dejan trascender que un gobernador peronista de "centro izquierda" podría ser candidato el próximo año. ¿Existe algún gobernador peronista de centro izquierda con potencial electoral?

Entre los precandidatos tangibles, emergen el salteño Juan Manuel Urtubey y el bonaerense Sergio Massa. Ya hay contactos para intentar diseñar una primaria entre ambos que defina al adversario del macrismo con un perfil de centro. La idea es pescar votantes en la misma pecera de Cambiemos. El mandatario de Salta aspira a que Massa sea su candidato a gobernador bonaerense. El jefe del Frente Renovador estuvo a punto de perder Tigre en las elecciones municipales del año pasado pero ahora ensaya una invisibilidad táctica similar a la de Cristina. A Urtubey y Massa los une la misma maestra, Graciela Camaño. Si Massa no acepta acompañar a Urtubey en la provincia de Buenos Aires, podrían apelar a Florencio Randazzo. El exministro de Transporte de Cristina no habla con el salteño hace dos años. Su influencia en el pan peronismo vuelve a ser una incógnita. En el kirchnerismo lo señalan, con acierto, como el responsable de la derrota de Cristina ante Esteban Bullrich en las legislativas del año pasado. 

El viernes en el micro estadio de Ferro se celebrará el Congreso Nacional del Partido Justicialista. Siempre y cuando haya quórum de congresales. El peronismo recalcula su estrategia pero no logra hacer pie ante la crisis macrista. Ayer, el vice del PJ bonaerense, Fernando Gray, volvió a ensayar un acercamiento al campo, el sector donde Cambiemos tiene mayor caudal electoral en la interior de la provincia.