Enojo oficialista con Boudou por sus duras críticas a Scioli

Enojo oficialista con Boudou por sus duras críticas a Scioli
Por Nicolás Wiñazki

El vice acusó al gobernador de “cobardía política” por haber reclamado fondos para la Provincia. El tono del ataque cayó mal entre intendentes y referentes K, que pidieron “bajar los decibeles”.

Fueron apenas dos conceptos, unas pocas palabras, pero desataron el enojo de varios de los más influyentes jefes territoriales K de la provincia de Buenos Aires. Amado Boudou hizo de vocero de un encuentro que reunió el viernes, en Santa Teresita, a intendentes del PJ bonaerense, legisladores y ministros.

Después del evento, en declaraciones a la prensa oficialista, el vice criticó con énfasis al gobernador Daniel Scioli por haber expresado por escrito, mediante una carta enviada al presidente de la Cámara de Diputados, que tiene intención de discutir la coparticipación de los fondos nacionales.

“Es un error institucional y acto de cobardía política”, definió Boudou a ese gesto político-epistolar.

La frase cayó mal en el propio kirchnerismo, contaron a Clarín algunos de los dirigentes que estuvieron reunidos con el vice en la Costa: consideran que la embestida contra Scioli escaló así demasiado, y que este nuevo escenario de confrontación será capitalizado por el gobernador.

La reunión de los intendentes del PJ bonaerense se realizó en medio de las pujas internas en el oficialismo por la sucesión presidencial.

Las declaradas aspiraciones de Scioli de ser candidato en el 2015 provocan fastidio en la Casa Rosada.

Boudou hizo alusión a esas cuestiones cuando habló contra el gobernador en Santa Teresita. Usó el mismo tono tanto con los periodistas como cuando dio un discurso frente a los jefes comunales.

Esa actitud generó malestar en uno de los organizadores del encuentro, el titular de Diputados, Julián Domínguez, el destinatario de la carta con la que la administración bonaerense buscó abrir el debate sobre la coparticipación.

Aunque este nuevo conflicto entre la Casa Rosada y Scioli lo tenía como protagonista,Domínguez fue más conciliador que Boudou: entre otras cosas, dijo que la reunión con los intendentes no fue “en contra de alguien, sino en apoyo a la Presidenta”.

Domínguez se incomodó por el rol protagónico que terminó teniendo Boudou en Santa Teresita, confiaron dirigentes de confianza del legislador. Uno de los intendentes que lo acompañó a esa reunión lo interpretó así ante Clarín: “Julián quería quedar como un hombre de consenso en el PJ y Amado terminó rompiendo todos los puentes con Scioli”.

En este contexto, otro dirigente que llamó a evitar las disputas internas que sacuden al peronismo fue el diputado bonaerense Fernando “Chino” Navarro, uno de los líderes del Movimiento Evita: “Me parece que deberíamos bajar un poco los decibeles, arrancamos el año con mucha velocidad”, dijo ayer en declaraciones radiales, y agregó: “La sociedad espera de nosotros que trabajemos para resolver los problemas”.

Boudou criticó a Scioli en Santa Teresita horas después de haber encabezado un acto en la Casa Rosada junto a la presidenta Cristina Kirchner.

Algunos de los dirigentes del PJ bonaerense que escucharon su discurso contra el gobernador están convencidos de que el vice habló como lo hizo por instrucción presidencial.

Aun así, buena parte de los más poderosos intendentes del peronismo de Buenos Aires se fastidiaron por el lugar de relevancia que ocupó Boudou en la reunión de la Costa, contaron a este diario algunos de ellos. Ocurre que no lo consideran un interlocutor válido para tratar sus inquietudes políticas: dicen que no tiene suficiente trayectoria en el distrito. Algo similiar piensan del vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto.

El avance de Boudou sobre el PJ bonaerense genera también resistencia en el propio Gabinete nacional.

El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, es muy crítico de las labores del vicepresidente en ese ámbito, según supo Clarín. El funcionario no solo no fue a Santa Teresita sino que minimizó la importancia del encuentro frente a varios intendentes de Buenos Aires que son de su confianza.

El peronismo bonaerense, el aparato electoral más poderoso del país, ya palpita el año electoral.

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