Las quejas hacia el área de Salud Laboral, dependiente de la Dirección General de Escuelas (DGE), continúan. Al enojo por las demoras en la entrega de los psicofísicos, ahora se sumó la irritación de más de 20 docentes que aseguraron que al momento de ser entrevistados por los psicólogos y psiquiatras les hacen “preguntas fueras de lugar” y quedan en “un laberinto de licencias y consultas médicas difícil de escapar”. Y señalaron como paradójico que “no indagan en profundidad sobre el tema laboral”.

Algunos docentes que actualmente no obtuvieron el apto en su certificado psicofísico confiaron que irán a la Justicia y demandarán a los profesionales que los atendieron y, también, a Salud Laboral.

“Crearon el ítem aula porque decían que los docentes son unos vagos que no querían ir a trabajar y se inventaban licencias. A los que queremos ejercer la docencia nos ponen palos en la rueda.Hace cuatro meses que estoy de licencia psiquiátrica porque el profesional que me evaluó consideró que no me sé relacionar con las personas luego de que me preguntó por qué me separé. Una pregunta que considero no tiene nada que ver con trabajar con estudiantes”, dijo Analía, una profesora de nivel secundario que es suplente y aseguró que a raíz de este inconveniente no percibe remuneración y no puede buscarse otro empleo ya que siempre se desempeño en el ámbito escolar.

Pero según los maestros y profesores que dialogaron con El Sol hubo otras preguntas que estaban fuera del formulario proforma y que hacían a la intimidad sexual de los mismos. “No sé si las hacen para provocarnos y ver cómo reaccionamos o simplemente porque les gusta faltarnos el respeto. Lo cierto es que no sólo se demoraron en entregarnos los turnos para los exámenes de salud sino que nos encontramos con este atropello a nuestra intimidad que deriva en que hoy muchos estemos desocupados”, dijo Federica, también profesora de nivel secundario.

Pero los testimonios no terminan aquí, una orientadora psicopedagógica, a quien también le fue negado el “apto para trabajar”, radicó una denuncia en el Colegio de Psicólogos contra los profesionales de Osep que son encargados de evaluarlos para el psicofísico.

“En 2012 me hice mi primer certificado, en esa oportunidad recibí buen trato y considero que los profesionales de Salud Mental cumplieron con su función adecuadamente. En agosto de 2015 comencé con el trámite de renovación, me dieron turno para diciembre de ese año y luego para enero de 2016 para el psiquiatra. La sensación que tuve al salir de la entrevista psicológica y psiquiátrica fue de mucho desconcierto porque parecía más un interrogatorio enjuiciador y centrado en mi asistencia a anteriores visitas al psiquiatras, por algunas pérdidas de familiares que sufrí, que por mis aspectos laborales”, dijo Andrea, psicóloga y orientadora psicopedagógica, quien se desempeñaba en una escuela de San Martín y quien perdió tres oportunidades de titularizar un cargo por no tener aprobado el psicofísico.