Enohsa mantiene el silencio tras la muerte de operarios

Enohsa mantiene el silencio tras la muerte de operarios

El ente nacional regulador a cargo de la obra, aseguró que “no emitirá ningún comunicado” al respecto.

 

Tras el fatídico derrumbe ocurrido hace seis días en una obra del barrio 23 Agosto, donde tres operarios perdieron la vida, el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) -encargado del control y supervisión de la obra- continúa sin dar precisiones al respecto. Es que, pese a los cuestionamientos sobre la ausencia de controles y de inspección de la obra, los representantes locales de ese organismo prefirieron mantenerse en silencio.

El representante local de Enohsa, organismo encargado de la licitación y el control de la obra de acueducto de agua cruda y agua potable que se ejecutaba en la capital jujeña, se negó a brindar declaraciones.

En diálogo con El Tribuno, Gustavo Oviedo, aseguró que desde el ente "no emitirán ningún comunicado" al respecto.

Llama la atención la ausencia de respuestas por parte del organismo, especialmente porque ayer el propio Sindicato de Obras Sanitarias de Jujuy advirtió sobre "negligencias en los controles" e incumplimiento a las normas de seguridad.

Cabe mencionar que los tres operarios fallecidos desempeñaban tareas para la empresa Rovella-Carranza, encargada de la ejecución de la obra, la cual fue licitada por Enohsa para Agua Potable SE.

Al cierre de esta edición, las tres partes involucradas mantenían una reunión.

Denuncia del gremio

El Sindicato de Obras Sanitarias de Jujuy lamentó lo ocurrido y consideró que el accidente "se pudo haber evitado". En conferencia de prensa, Yolanda Mamani, secretaria general del sindicato responsabilizó directamente a la empresa prestataria del servicio, Agua Potable SE, por "negligencias" en los controles que debían realizarse en la obra y advirtió que la empresa contratista "no dio cumplimiento a las normas mínimas de seguridad".

Mencionó que las tareas de afianzamiento de las paredes de la zanja no se realizaron, lo que va contra del decreto 911 de Seguridad e Higiene que establece que el material extraído debe ser colocado a 2 metros de distancia del mismo. Cuestionó además que la máquina excavadora debía estar a una distancia prudencial (2 metros) del lugar de donde estaban trabajando los obreros.

También precisó que no se tuvo en cuenta las características de la tierra que era blanda y que por la vibración de los trabajos se desmoronaría. En este sentido cuestionó el funcionamiento de los cuatro departamentos encargados de las tareas de supervisión: Seguridad e Higiene, Estudios y Proyectos de construcciones, Estudios de Suelo y Recursos Humanos, que según manifestó sufrió un "vaciamiento de trabajadores en los últimos años".

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