Por qué se enfrió la ampliación de la Corte en el Senado

Por qué se enfrió la ampliación de la Corte en el Senado

Macri lo aceptó, pero pidió que no sean políticos. A Pichetto y Rodríguez Saá no les interesó.

Mauricio Macri avaló la propuesta del peronismo para ampliar la Corte Suprema de Justicia a 7 o 9 miembros, pero con la condición de que los otros elegidos sean académicos de renombre y no figuras políticas reconocidas.

La contrapropuesta relajó a Miguel Pichetto y Adolfo Rodríguez Saá, quienes como relató LPO impulsaban una Corte más amplia para beneficio propio: el rionegrino quería integrarla y el puntano a su coterránea Liliana Negre de Alonso, también senadora y quien hubiera cumplido con el cupo femenino, una exigencia de muchas ONGs.

 

 

 

Pero nada de eso pasó, porque cuando Gabriela Michetti les propuso buscar otros candidatos Pichetto y Rodríguez Saá (quien pidió la ampliación eufórico durante las audiencias públicas de Rosatti y Rozenkranz) se desentendieron y la Corte quedó con 3 miembros sin que nadie supiera bien porqué.

 

 

 

La vicepresidenta había ida a la Casa Rosada con argumentos: las Corte de casi todos los países tienen mucho más que cinco miembros como en Argentina. Pero parece que no era el tema de interés de los senadores peronistas.

 

 

 

Recién tras el acuerdo del Gobierno con los gobernadores para recuperar coparticipación volvieron a sonar los teléfonos de los senadores del FpV, que ahora sí estarían dispuestos a avalar los candidatos de Macri, objetados por haber sido nombrados inicialmente por decreto.

 

 

 

El desgano de Pichetto para impulsar una Corte reflejó la escasa cohesión que hay en el bloque mayoritario del Senado, que suele terminar las reuniones a los gritos y sin un plan para posicionarse como garante del Congreso.

 

 

 

El jefe de bloque sólo responde a los planteos de los gobernadores, quienes no controlan más de una veintena de los 42 miembros de la bancada. El resto se divide entre kirchneristas y peronistas que buscan destino; un combo con el que el rionegrino no estaba interesado en lidiar.

 

 

 

También perdió en interés en ocupar la Corte Suprema como fantaseaba el año pasado, como coronario a su carrera política que imaginaba culminar como gobernador de Río Negro.

 

 

 

Esa debilidad convenció a los senadores dudosos que no tenía sentido seguir demorando los pliegos de Rozenkranz y Rosatti. “¿Acaso Macri puede enviar algo mejor?”, bromeaba uno de los indecisos, ahora dispuesto a votar a favor.

 

 

 

Como explicó LPO, además de los kirchneristas, un grupo de 17 de los que sólo 4 o 5 hablan con Cristina Kirchner, hay algunos rebeldes como la sanjuanina Marina Riofrío y los pampeanos Daniel Lovera y Norma Durango, leales a Carlos Verna.

 

 

 

Para el Gobierno los 48 votos se alcanzarán sin problemas, sobre todo porque el acuerdo con los gobernadores por la coparticipación deberá votarse en la mega ley sobre e pago a los jubilados. Los senadores con presencia territorial darán la devolución. 

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