“Es un enfermo y no todos son asesinos”

“Es un enfermo y no todos son asesinos”

Lo afirma el director de Hospitales, Roberto Correa. Pablo Platese estuvo un año internado en el El Sauce antes de ser dado de alta luego de que se le diagnosticara esquizofrenia

¿Cómo un enfermo de esquizofrenia llega a matar a una persona? ¿Todos los esquizofrénicos son potenciales asesinos o estos son casos aislados? ¿Quién debe hacerse cargo de estas personas? ¿Qué responsabilidad le cabe al Estado? Estas son algunas de las preguntas que saltan a la luz en cualquier discusión sobre el tema, ya sea en una redacción, en la cena familiar, en el café con un colega o con el vecino en la puerta de casa.

“No todos los esquizofrénicos van a matar a una persona”, dice Manuel Vilapriño, médico psiquiatra.

“Es un enfermo y no todos son asesinos”, agrega Roberto Correa, director de Hospitales del Ministerio de Salud y reafirma la idea del especialista de no estigmatizar.

El caso de Pablo Platese (28), el joven diagnosticado con oligofrenia y esquizofrenia que mató a su hermano, Guillermo Platese (30), y atacó a su cuñada Jésica Quiroz (23) con un cuchillo mientras dormían, reabrió el debate sobre el control de los casos de personas con enfermedades mentales.

Correa explica el periplo del enfermo y por qué este joven no estaba internado en alguno de los hospitales psiquiátricos de Mendoza. El chico estuvo –según lo que informa Correa– primero en El Sauce, luego en el hospital Las Heras, de Tupungato, y por último, en el Tagarelli, de Eugenio Bustos. En 2014 fue diagnosticado con esquizofrenia en El Sauce y permaneció un año internado en ese centro asistencial.

“Durante los períodos de internación se les dan todas las drogas antipsicóticas necesarias, luego sigue tomando esos medicamentos que quedan en el cuerpo”, explica el médico. La última internación  de Platese fue el 9 de marzo en el hospital Tagarelli. De allí se escapó un día después, antes de ser trasladado a El Sauce nuevamente. Hasta ayer había convivido con su hermano.

Correa comenta que si en ese tiempo no estuvo bajo el tratamiento con medicamentos, aún así los efectos de las drogas antipsicóticas no desaparecen, justamente, por sus efectos residuales.

Aún así, lo más probable –de acuerdo con lo que explica el médico– es que el joven haya tenido un brote psicótico y que por eso haya atacado a sus familiares. “Los enfermos psiquiátricos están más predispuestos a estos casos, pero un marido celoso también puede tener un brote y matar a la mujer”, explica.

“Hay que darle mucha importancia a la convivencia que ha tenido con el hermano y eso va a ser determinante. No sabemos cómo ha sido, puede haber sido alegre o le pegaron y lo maltrataron. Eso puede ser desencadenante”, se cuestiona Correa.

El director de hospitales explica que el paciente, luego de que fue dado de alta en El Sauce, fue llevado a un hogar especializado para estos casos, lugar del que se escapó. “Va al hogar, se fuga, se hace una denuncia, la mamá lo busca, lo encuentra y lo vuelven a poner en tratamiento, y ahí lo mandan a Tupungato con las camas de salud mental, de ahí lo trasladan a Eugenio Bustos el 9 de marzo y al otro día se escapa”, relata Correa, quien afirma que todos los efectores públicos tienen camas específicas destinadas para enfermos mentales.

Ahora será el médico forense quien evalúe a Platese y decida si es imputable o si tiene que volver a ser internado en un hospital.

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