"Las energías renovables son un sector ganador del nuevo modelo económico"

Juan Bosch es presidente de Saesa, compañía especializada en la comercialización mayorista de gas natural y energía eléctrica a empresas. Abogado por la UBA, especializado en Derecho Administrativo y Energía, está casado y tiene nueve hijos.

En los últimos 15 años, Argentina pasó de tener una potencia energética instalada excedente en 25%, a no poder cubrir su demanda e importar el 15% de la energía que consume. Falta de previsión, de inversiones y decisiones que se basaron en una mirada coyuntural más que en el largo plazo llevaron a la actual crisis. A esto se suma una dependencia casi exclusiva de los combustibles fósiles, altamente contaminantes, en la matriz energética nacional.

 

 

Sin embargo, a partir de la nueva Ley de Energías Renovables, sancionada a fines de 2015, se abrió una oportunidad de diversificar las fuentes energéticas e ir virando hacia otras más limpias como solar, eólica y biomasa, en las que el país por situación geográfica y capacidad tecnológica tiene un gran potencial.

Las licitaciones del programa RenovAr, lanzadas este año desde el ministerio de Energía son prueba del interés de inversores, desarrolladores y empresarios. En la primera compulsa se presentaron 123 proyectos por 6600 MW, de los que se adjudicaron 17 proyectos por 1100 MW, a lo que se agregó una ronda de "repechaje" por 600 MW adicionales, con lo que se superó el objetivo de sumar 1000 MW a la capacidad energética del país, y se lograron precios por debajo de los u$s 70 el MW.

 

 

Este es el análisis que realiza Juan Bosch, presidente y socio fundador de Saesa, firma comercializadora mayorista de energía para el mercado corporativo. En diálogo con El Cronista, Bosch se refirió a la coyuntura y al nuevo escenario energético del país.

 

 

–Si Argentina exportaba combustibles y energía, ¿cómo pasó a ser un importador neto?

–Esto fue producto de una serie de malas decisiones tomadas de urgencia y sin mirar al futuro. Con la política tarifaria barata, se incentivó el consumo, tanto a nivel residencial como industrial y comercial. No hubo incentivos para tomar medidas de eficiencia energética. Y esto es algo que requiere inversiones, pero también concientización y educación para promover un uso racional de la energía. Hacer eficiente el consumo es la forma más rápida y económica de agregar energía a la red.

 

 

–¿Este verano se repetirán los cortes de suministro?

–Hubo una baja en el consumo, acompañada por una baja en la producción. Así que, salvo que se presenten temperaturas realmente extremas, habrá menos cortes este verano.

 

 

–¿Se equivocó el gobierno con el tarifazo?

–Creo que el equipo energético del Gobierno es de los mejores que hemos tenido en los últimos años. Y tiene un plan. Solo que algunas de las decisiones que tomaron son antipáticas. Con el esquema de subsidios de la década anterior, las tarifas cubrían un 20% del costo de la energía. Hoy cubren el 60%, con lo que van a seguir las audiencias y los ajustes.

 

 

–¿Le parece acertado quitar los subsidios?

–Los subsidios deben ir a quien los necesita. Ocurre que se usaron mal, sobre todo en el caso del gas. Hay un tercio de las familias argentinas que no tienen gas natural, e indirectamente son ellas las que están subsidiando a los hogares, generalmente de sectores medios y altos, que sí lo tienen.

 

 

–¿Y cuál es la situación del sistema eléctrico?

–La realidad es que aún tenemos tarifas bajas y mal servicio, con un promedio de cortes altísimo, que va en detrimento de la productividad. Como nuestro negocio es asegurar la provisión a las empresas que nos compran energía por adelantado, conozco muchos casos de compañías que tienen frenados sus planes de expansión, porque no tienen asegurada la energía para producir más.

 

 

–¿En qué medida las energías renovables pueden ayudar a resolver la actual crisis energética?

–Claramente, el sector de las renovables es uno de los ganadores bajo el nuevo modelo económico. La Ley 27.191, sancionada durante el gobierno anterior, fue reglamentada en sólo tres meses y ya está siendo aplicada. Se puso en marcha el programa RenovAr y se adjudicaron casi 2400 MW de energías renovables, cuando el objetivo primario eran 1000 MW. Por cada MW generado en el país de fuentes limpias, se ahorra 1 MW de combustible importado. Pero para llegar al 2025 con un 20% de la energía generada en forma limpia, se necesitan 10.000 MW de energías renovables. El desafío es seguir avanzando en este terreno. Hay un buen número de proyectos privados a la espera de la reglamentación de los PPA (power purchase agreement), para poder generar contratos entre las empresas. Esto es muy importante porque estos acuerdos dinamizan inversiones y empleo en las pymes que proveen partes y brindan servicios.

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