En la elección del "enemigo" late, al margen de los argumentos estadísticos o planteos de mesa de arena, la construcción del escenario más conveniente. En toda distinción del rival está presente la selección del mejor rival para cada uno, el enemigo preferido.

La gimnasia de teorizar sobre las PASO de 2015, para las que faltan más de quince meses, tiene mucho de ficción. Así y todo, a partir de lo que deslizan los dirigentes y sus equipos, se perfila con qué disputa sueña cada uno de los presidenciables. Veamos.

• Daniel Scioli. El gobernador es el más antiguo de los candidatos en danza y tiene, para sí, proyectado un imaginario electoral en el que, luego de vencer en las PASO del Frente para la Victoria, tendrá que enfrentar en la general al jefe de Gobierno, Mauricio Macri quien, según el sciolismo, sostiene su crecimiento sobre la base de lo que le quita a Sergio Massa. Al tigrense, los sciolistas lo aventuran replegado como candidato a gobernador bonaerense y forzado a tener que hacer un acuerdo con el peronismo.

• Sergio Massa. El diputado nacional, ganador del último round bonaerense, interpreta que en la pulseada final por la presidencia tendrá que enfrentar al candidato de UNEN, pacto radical-socialista-carriorista, del que entienden en Tigre saldrá bendecido como presidencial el santafesino Hermes Binner. El massismo observa que en las PASO del FpV habrá tres candidatos -Scioli, Sergio Urribarri y Florencio Randazzo- y que, como en 2003, a la general llegarán cuatro candidatos con expectativas: Massa, uno del FpV, uno de UNEN y Macri.

• Kirchnerismo. Por el momento, Cristina de Kirchner se limitó a habilitar que varios dirigentes se muevan como posibles candidatos presidenciales del FpV. En Casa Rosada se da por hecho que hacia fin de año ordenará un barrido para que dos o a lo sumo tres, ente ellos Scioli. Como Néstor Kirchner, Cristina de Kirchner prefiere como antagonista a Macri mientras que el neocamporismo se tienta con imaginar enfrente al porteño o a un radical clásico de UNEN. El peronismo K, que apuesta mayoritariamente a Scioli, entiende que tendrá que encontrar un lugar para Massa algo que los ultra-K descartan.

• Mauricio Macri. Sin reelección en Capital, el jefe de Gobierno porteño se abocó a diseñar un dispositivo político que le permita llegar al spring final de la presidencial de 2015. Su apuesta más reciente, la que empezó a tomar volumen, es sellar un acuerdo con sectores del radicalismo lo que podría, según los macristas, darle el plus por sobre Massa y Binner para convertirse en la figura más atractiva de la oposición. Sobre esa base, Macri imagina que su rival será Scioli a quien supone ganador de la primarias del FpV, pero perdedor en la general arrastrado por el kirchnerismo.

• UNEN. El pacto entre radicales y socialistas, al que se agrega hasta ahora el espacio de Elisa Carrió, expone en principio tres candidatos: Binner, Carrió y el mendocino Julio Cobos. Comparten los tres la idea de que el peronismo agotado y dividido abre la posibilidad de una victoria como no se entrevió en 2011, ni en 2007 ni, quizá tampoco, en 2003 donde las tres ofertas panradicales -Carrió, Ricardo López Murphy y Leopoldo Moreau- quedaron relegadas del balotaje que no fue. El radicalismo, vía Ricardo Alfonsín, anticipa que el mano a mano será entre el candidato de UNEN y un peronista K dando, además, por hecho que Massa terminará pactando con el oficialismo. Otros, como Ernesto Sanz, proyectan que el duelo final de 2015 será entre un candidato de UNEN y Massa mientras que, como Macri, interpreta que el peronismo oficial quedará afuera de la carrera grande perjudicado por la imagen de Cristina de Kirchner.