El extraño descubrimiento se produjo momentos antes de las 17 a la vera de un angosto camino vecinal, en el predio de un establecimiento rural ubicado a unos 10 kilómetros al noroeste de Trelew y entre las teorías que se oyeron en el lugar había una que no sonaba descabellada y era que al hombre pudieron haberlo metido a esa cámara.

Aunque un policía comentó en voz alta -casi como minimizando el suceso- que era conocido y que era alguien que tenía problemas psiquiátricos.

Hasta anoche no se conocían datos filiatorios de la persona y la policía esperaba interrogarla en las próximas horas para aclarar lo que le había ocurrido.

Uno de los agrimensores que la encontró habló en el sitio del hallazgo con este diario y contó: “Veníamos mensurando todas las cámaras y cuando me aproximé a esta para medir vi la cara de una persona (dentro). Así que ahí de inmediato dimos aviso a la policía y se originó todo este operativo”.

“No podía hablar”, afirmó y subrayó seguidamente: “Estaba consciente pero no podía hablar. Se encontraba lleno de barro; la cara, la boca. Todo el cuerpo, y solo se le veía los ojos”, insistió, coincidiendo que se trataba de un hecho “increíble”.

Se le preguntó después cuál era la finalidad de esa cámara en donde estaba la persona y explicó: “Esto es un ducto que lleva el agua de (la barraca) Hart a una laguna donde se estabiliza y tiene cámaras de inspección y esta en particular es una de esas cámaras”, señaló. -¿Es profunda? -“Debe tener un metro, pero tiene mucho barro; de hecho el fondo es totalmente barroso”, reafirmó.

-¿Y ustedes qué presumen? Que la persona se metió, que la tiraron. ¿Cuál es la sospecha que tienen? ¿Se puede haber metido sola por ejemplo ahí? se le consultó. -“Tampoco pudimos verla físicamente cómo es. El agujero es realmente chico, pero alguien chico puede haber pasado”, no descartó el agrimensor.

Seguidamente, al preguntársele si les había dicho algo aclaró: “No podía hablar. Estaba prácticamente en shock”. Luego estimó que allí llevaría “algún tiempo”. “Nosotros en este lugar no habíamos estado y la verdad que parecía que llevaba algún tiempo acá”, indicó, señalando el pozo recubierto de cemento.

-¿Estamos hablando de un hombre de qué edad? se le consultó. -“Y así todo lleno de barro fue medio difícil (establecer la edad) (risas) Pero no es para nada una persona de edad; es alguien joven”, sintetizó.

Más adelante contó que la tapa de esa cámara estaba colocada cuando ellos descubrieron al hombre y descartó que él haya podido retirarla para meterse adentro. “Imposible. Entre tres bomberos la sacaron y con herramientas”, añadió.

“De estas válvulas hay distintos tipos; algunas son sifones para que salga el aire de la cañería y otras son unas válvulas que llaman de golpe de ariete que lo que hacen es amortiguar la diferencia de presión en el caño como para que no se rompa”, detalló. -¿De estas hay varias en este lugar? -“Cada vez que hay una subida o una bajada, en un llano muy largo; o sea, no hay pocas sino que son muchas”, aseguró.