La encrucijada de Fein

La encrucijada de Fein
La intendenta, su gabinete y sus concejales deberán determinar hoy si insisten en sacar el presupuesto 2014 y el aumento de tasa a través de los revalúos fiscales y privilegian su entendimiento con el PRO; o si por el contrario aceptan la idea del peronismo de presupuesto con aumento de tasa pero sólo para el año próximo. Los costos políticos.

La intendenta Mónica Fein ya había tomado su decisión: Optar por una alianza con los concejales del PRO y acceder a la aprobación del presupuesto 2014 con revalúo inmobiliario y, por ende, un aumento de la Tasa General de Inmuebles gradual y automático hasta 2016. Era pasar un sola vez por esta dura pelea y asegurarse la recaudación más allá del fin de su mandato. Una ingeniería fiscal minuciosa que por supuesto, no es aceptada por la totalidad de los concejales. Pero no todo sería beneficio. El socialismo legitimaba su acuerdo con el PRO a cambio de imponer un congelamiento en la planta de trabajadores municipales y un plan de retiro para ir achicando la nómina de personal. Una idea que no sólo pondría al Ejecutivo de punta con el gremio que nuclea a los municipales, sino que expone además a la administración Fein a quedar cerca de estos proyectos noventistas emparentados con la idea permanente de achicar el Estado y, relacionar todos los males del mundo, precisamente con el crecimiento del gasto público.

Fein y su gabinete confiaron en que podrían explicar y explicarse a su partido y hacia afuera semejante postura. Una alta dosis de pragmatismo al mejor estilo Miguel Lifschitz que se mueve más cómodo que otros dirigentes de su partido cerca de esos límites. Como sea y como se dice más arriba, ya la decisión estaba tomada y sería vehiculizada en el Concejo Municipal por Manuel Sciutto y Daniela León.

Pero ahora se sabe que el viaje de Aldo Poy a Miami para repetir su interminable "palomita" histórica ante un grupo de entusiastas; dejó a esa estrategia sin quórum al borde de la medianoche del viernes, en el segundo intento frustrado por terminar el año con un presupuesto aprobado para el 2014.

Tras ese fracaso, volvió a cobrar cuerpo el plan B. Es el que le arriman los concejales del Frente para la Victoria y otros ediles cercanos pero críticos del oficialismo. En este plan el oficialismo tiene más confort ideológico, se movería al lado de concejales con los que se identifica más y que no piden ninguna medida de aquellas que uno esperaría de parte de Domingo Cavallo o Ricardo López Murphy. Bueno, de hecho uno de los diputados provinciales del PRO sin tanta visibilidad política pero con gran protagonismo a la hora del armado provincial y local del sector; se desempeñó como chofer de López Murphy en el pasado.

La propuesta liderada por casi la totalidad de los peronistas en el Concejo pasa por votar el presupuesto 2014 solamente suprimiendo un punto que habla de la movilidad de los fondos de afectación específica; y también aprueban un incremento de la Tasa General de Inmuebles cercano al 19 por ciento, pero sólo para el año próximo. -Qué resigna el Ejecutivo en esta propuesta?: Unos 50 millones de pesos de recaudación (el presupuesto toca casi los 5 mil millones) y tendrá que aceptar discutir incrementos de la TGI año tras año en el Concejo municipal. Esta idea es la que se va a discutir a partir de las 9 de hoy en la comisión de Presupuesto y Hacienda del Palacio Vasallo. Al Ejecutivo no le gusta, pero arriesga menos costo político y podría enderezar de una vez por todas su relación con ediles de la oposición que ha llegado al límite de la tensión política y que ya puso en riesgo la propia imagen de la gobernabilidad en Rosario, en medio de un fin de año con muchas dificultades donde la población espera otro tipo de debates públicos.

El concejal Jorge Boasso es un reconocido opositor a la gestión de Mónica Fein y todas sus intervenciones deben ser vistas desde esa orientación. Pero también es un edil no sólo de larga experiencia política sino también de reconocida solvencia técnica. En ese sentido el argumento que introdujo en el debate por el presupuesto y el aumento de la TGI no parece menor. Para este concejal del radicalismo mezclar un revalúo fiscal con la TGI es un desacierto conceptual si se considera que la tasa municipal es una tasa de retribución de servicio. Es decir, no es un impuesto inmobiliario por lo que poco tiene que ver lo que se paga con el valor de la propiedad, aunque quizás sí con el sector o radio en el que se encuentra la vivienda. Desde esta lógica, sería más adecuado votar incrementos año por año, según el ritmo de inflación y del incremento de los costos en la prestación de cada uno de los servicios. Independientemente del valor fiscal de los terrenos. No parece ser una mirada descabellada. De todos modos la solución al tema lejos está de ser técnica y más bien será la política la termine imponiendo sus criterios.

En las últimas horas el secretario de Gobierno Fernando Asegurado acusó a algunos concejales de estar "jugando con fuego" al no acceder a las propuestas del Ejecutivo y dejar a la intendenta sin presupuesto para gobernar. -Será esta declaración la elección de una postura entre las dos posibilidades aquí descriptas?, -o más bien se trata de imponer algunos límites desde los medios antes de volver a la mesa de negociaciones?. Hoy se verá si sale el humo blanco del Concejo o si, por el contrario la humareda es tan negra como la de las gomas quemadas.

Para algunos quizás sea una visión naif esto de tener en cuenta las posturas ideológicas a la hora de analizar los acuerdos políticos que terminan dando un resultado práctico que la política necesariamente debe ofrecer a cada paso, sobre todo a los partidos que gobiernan. Desde el llano, es cierto, otros pueden darse lujos a los que jamás accederían si tuvieran responsabilidad de gestión. Pero resulta que la cuestión debe tener más importancia de la que algunos dirigentes le reconocen; si no no se entiende por qué tanto enojo con los señalamientos entre ellos mismos de "contubernios", "acuerdos", "alianzas espurias" y demás sociedades temerarias y escandalosas como las que se han endilgado unos y otros en esta larga y tensa semana de fin de año.

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