Los $300 millones de pesos que le corresponden a Capital acentúa las diferencias entre los legisladores y el intendente Gustavo Sáenz, habida cuenta de que tanto los 19 diputados, la senadora y el jefe comunal tienen que ponerse de acuerdo sobre a dónde destinar esos fondos.

El Intendente asegura que le será dificultoso llegar a un acuerdo sobre qué plan de obras públicas se llevará adelante principalmente por la cantidad de participantes involucrados.

En la Cámara de Diputados ya están citando a los centros vecinales para elaborar una lista de necesidades para destinar fondos, sin tener en cuenta de que Sáenz y el Concejo Deliberante ya tienen aprobado uno.

El jefe comunal explicó que con los 300 millones es imposible llegar a cubrir todas las necesidades de la gente, tanto de los barrios como organizaciones sin fines de lucro, por lo que ante el planteo de la negativa quedaría como “el malo de la película” que no se puede poner de acuerdo con los legisladores.

En un mismo sentido, aseveró que las discusiones y diferencias a plantearse entre los diputados  y el intendente es un invento para desviar la atención porque la Provincia va a llevar adelante un plan de obra pública con el 80% del crédito internacional y ahí “nadie va a poder sugerir ni qué obras hacer”.

Las primeras discrepancias ya empezaron a florecer. Manuel Santiago Godoy plantea mudar la terminal de lugar, lo que demanda un gasto de 200 millones, algo que él no considera prioridad, por el contrario el jefe comunal de Capital prefiere destinar el dinero al arreglo de calles, refuncionalización de espacios públicos y la canalización de los desagües pluviales.