Empresarios quieren competitividad; los gremios, cambiar la macroeconomía

Empresarios quieren competitividad; los gremios, cambiar la macroeconomía

Mientras, el Congreso debate las reformas laboral e impositiva, Gobierno, sindicatos industriales proyectan cómo impactará en el empleo la economía digital

La reforma impositiva y el proyecto de reordenamiento laboral ya fueron presentados en el Senado, y frente a eso empresarios y sindicalistas buscan encontrar un camino que lleve a una mejora de competitividad con el menor costo posible. De fondo, el avance de la economía digital y la automatización de procesos no pueden ser soslayados, al igual que sus efectos sobre el mercado de trabajo.

 

 

"Las reformas tributaria y laboral van en el camino correcto, en especial los temas impositivos, aunque mejorar la competitividad es una tarea de todos, la cuestión es ver los tiempos", aseguró Eduardo Nougués, vicepresidente 4º de la Unión Industrial Argentina (UIA) y titular de la 23´ Conferencia Industrial que cerró ayer. En ese sentido, aclaró que "los acuerdos de competitividad son una herramienta que permiten ir ganando tiempo hasta que las reformas maduren, ése me parece que ese camino apropiado".

 

 

Ayer en Parque Norte quedó en claro que, si bien en los últimos meses varios acuerdos de productividad sectorial "abrieron los convenios colectivos", este camino no está libre de obstáculos.

 

 

Pero algunos gremialistas creen que antes que modificar los convenios colectivos habría que corregir tasas de interés, carga tributaria, importaciones y tipo de cambio, para los empresarios en algún punto es más relevante reducir la presión tributaria y la cuestión crediticia, en especial para las pymes que el resultado de la reforma laboral.

 

 

Abel Furlán, diputado nacional y secretario general de la seccional Zárate-Campana de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), sostuvo que "hoy en Argentina se pone en debate si se modifican los convenios colectivos de trabajo pero no hace falta quitarles derechos a los trabajadores para mejorar la competividad, hay que buscar otras soluciones".

 

 

Furlán afirmó que los principales problemas de competitividad de la economía nacional pasan por las elevadas tasas de interés, una presión impositiva del 52% que golpea la competitividad, apertura de importaciones, y "tarifazo" al insumo más importante como el gas y la electricidad. "Éste es el combo perfecto para seguir destruyendo la industria", subrayó.

 

 

El eje de la discusión es el impacto a nivel de empleos industriales de las tecnologías 4.0, la automatización de procesos, la irrupción de la economía digital y la robotización. En ese marco Furlán destacó que hay preocupación por el desarrollo del 4.0, el tema es ver si va a servir para incluir a más ciudadanos o generar más empleos".

 

 

En este sentido, el secretario de Trabajo, Horacio Pitrau, consideró que "es imperioso capacitar para el enfrentar estos cambios", y en relación a la reforma laboral destacó que "muchas categorías de los convenios colectivos de trabajo contemplan situaciones que no existen más".

 

 

En tanto Gustavo Béliz, director del Instituto para la Integración de América Latina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-INTAL), señaló que los cambios tecnológicos y los robots aplicados al proceso productivo "van a destruir empleos, pero también van a reemplazarlos por otros y crear nuevos empleos". Frente a ello, hay una necesidad de repensar un nuevo contrato social tecnológico en América latina.

 

 

Béliz destacó que "el 65% de los actuales trabajos corren el riesgo de ser automatizables", pero relativizó el impacto al recordar que sólo el 5% o 10% de las tareas llevadas a cabo en esas actividades son automatizables.

 

 

Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de cada tres habitantes en la región come una sola vez por día, sin embargo, un cuarto de ese universo posee un teléfono celular inteligente, señaló Béliz. Así, la tecnología es clave para reducir la brecha y el acceso al mercado laboral.

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