Con las notorias ausencias de Hugo Moyano y Eduardo Buzzi, y una marcha de la CTA disidente frente a las puertas del Ministerio de Trabajo, empresarios, sindicalistas afines al Gobierno y autoridades laborales se reunirán hoy en el marco del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, para acordar el aumento del piso salarial que beneficia a una 113 mil trabajadores fuera de convenio y sirve como referencia para los ingresos en el sector informal de la economía. Si bien está garantizado el quórum necesario para que el órgano tripartito pueda sesionar, lo ajustado del número podría complicar la alternativa de un acuerdo, situación que forzaría un laudo del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la fijación de un aumento unilateral por parte del Gobierno.

La expectativa oficial es que el encuentro concluya con una suba del mínimo salarial de entre el 24% y 25%, en línea con el promedio de los aumentos acordados en la última ronda de paritarias. Con ese parámetro, el piso salarial se elevará de los actuales $ 2.300 a alrededor de $ 2.900.

Un planteo similar llevarán también al encuentro los referentes sindicales del antimoyanismo y los representantes de la CTA oficialista, que lidera el docente Hugo Yasky. Los rivales de Moyano pedirán adicionalmente una actualización del monto del seguro de desempleo, congelado desde hace varios años en $ 400 pese a los reiterados incrementos salariales, mientras Yasky reclamará políticas destinadas a eliminar el empleo no registrado.

En tanto, las cámaras empresarias

que integran el Consejo (UIA, Cámara de Comercio, Cámara de la Construcción, CAME, UDES Bancos y la Bolsa de Comercio) se reunieron ayer y consensuaron llevar al encuentro una propuesta uniforme de aumento del orden del 20%, un esquema que podría mejorarse en el marco de la negociación, donde será clave el escalonamiento que se defina para al aplicación de la suba.

Si bien los referentes de la Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales participaron de la reunión con el resto de las entidades empresarias y confirmaron su asistencia al Consejo, es muy probable que repitan su estrategia de los últimos años y se abstengan de votar en favor de un acuerdo por la suba del mínimo.

Pero no solo esas tres entidades complicarán los dos tercios (22 votos positivos) necesarios para fijar el nuevo mínimo. Moyano y los tres gremios aliados a su conducción ratificaron ayer que no participarán del encuentro y reiteraron su reclamo por un salario mínimo de $ 3.500, un incremento del 50%.

La misma actitud anticipó Buzzi, de la Federación Agraria (FAA). Una delegación de esa entidad marchará junto a la CTA de Pablo Micheli hasta la sede de la cartera laboral para exigir un piso salarial de $ 5.000.