Empresarios, banqueros y fondos buscan respuestas del candidato

Empresarios, banqueros y fondos buscan respuestas del candidato

En una semana, representantes de empresas multiplicaron sus pedidos para verlo. Quieren saber cómo piensa y qué rol tendrá Cristina Kirchner en un eventual gobierno suyo.

 

Optó directamente por mostrarle el celular al dirigente que reclamaba por qué no había respondido el mensaje que le había enviado días atrás, a su histórico número. “Claro, ahora entiendo”, asintió el reclamante. Desde que el domingo 11 de agosto saltó al escenario del poder político y económico al aventajar en las PASO por 15 puntos a Mauricio Macri, Alberto Fernández acumulaba, una semana después, más de 3.400 mensajes en WhatsApp, en “negrita”, sin leer.

 

“No puede, no da abasto”, observa uno de sus principales colaboradores, desde las oficinas de México 337, en San Telmo, convertidas en La Meca, no sólo para peronistas que se imaginan otra vez en el Gobierno sino también dirigentes conversos. Y de empresarios, que ven muy factible un cambio de mando en el país.

También hay banqueros y fondos de inversión que, drásticamente, dejaron de lado sus advertencias sobre un regreso al poder del populismo y piden contactarse con Fernández.

Desde algunas entidades, en privado y sin dejar rastros, lo invitaron a Estados Unidos para que exponga y lleve su mensaje a los mercados globales. Le ofrecieron organizarle reuniones y presentaciones cuidadas con inversores y con los principales ejecutivos globales.

Otros, fueron más explícitos. “Su Excelencia Dr. Alberto Angel Fernández”, versa la carta enviada por el Banco Citi desde su casa matriz Global en New York. La misiva no sólo manifiesta las “felicitaciones” por la “contundente victoria electoral” en las PASO, sino que invitan a su equipo a mantener una reunión en sus oficinas de NY. La firma Shawn F. Sullivan, director de Relaciones Gubernamentales para América Latina.

Varios de los 260 empresarios del denominado Grupo WhatsApp que hasta hace unos días se manifestaban a favor de la reelección de Macri y que salieron a respaldar al Gobierno repudiando paros y protestas sindicales, se comunicaron con colaboradores de Alberto Fernández. Algunos, hasta se animaron a visitar las oficinas del candidato.

“No quiere que vengan todos juntos, para evitar que alguien diga que hay una reunión para desestabilizar al gobierno, cuando en realidad la piden los propios empresarios”, explicó una fuente del Frente de Todos.

Dos de los miembros de ese Grupo que estuvieron en el comando albertista fueron el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, y el empresario del café, Martín Cabrales. También hubo otros que ya pidieron un encuentro. En particular, representantes de petroleras, supermercados nacionales y de cadenas europeas.

Los ejes de las conversaciones de los empresarios, a veces con Alberto Fernández y otras con su jefe de campaña, Santiago Cafiero, son dos: los problemas de fondo de la economía como la inflación, el valor del dólar y deuda. La mayoría de los empresarios, banqueros o fondos de inversión preguntan qué rol tendrá en un eventual gobierno Cristina Kirchner. Algunos, se contentan con que no se hable de la ex mandataria.

“El deber de nosotros, los empresarios es llevar propuestas a los candidatos y calma a la gente y a los mercados”, afirmó a este diario un representante de una firma que tiene pedida una reunión con Fernández. Por lo bajo, pidió por las pymes afectadas.

Alberto Fernández sabe que, si es electo como cree en primera vuelta, es clave la renegociación con el FMI. No le preocupa que primero renegocie el Presidente o hasta que cierre algún acuerdo de corto plazo. Tampoco rechaza ayudarlo. Pero tiene en claro que a partir del 10 de diciembre, o antes, será él quien deberá sentarse con las autoridades del FMI.

No quiere aventurar estrategias o fórmulas. Algunos economistas peronistas, que asesoraron al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, creen que Alberto Fernández deberá ir por una renegociación que de máxima implique una suspensión del pago de la deuda por unos dos años. Y después sí, como dijo el candidato a este diario, implementar la estrategia de que el Fondo “sea socio del crecimiento argentino”. Es decir, cobre en función de lo que Argentina crezca.

“Yo diría que hay una sola realidad incontrastable y es que la Argentina en estas condiciones no está pudiendo pagar las obligaciones que asumió. No tiene dólares para pagar la deuda”, lanzó Fernández en la reciente entrevista con Clarín. Y fue mas allá. “Lo que ya hicimos con Roberto Lavagna en 2003 fue decir (al FMI) ‘hacete socio de mi crecimiento’. Ya lo hicimos con el famoso bono con la cláusula de crecimiento del PBI”.

Sin embargo en el equipo del candidato están convencidos de que “hay que ver adónde nos lleva una negociación”, tanto con el organismo financiero internacional como con los acreedores privados, los poseedores de los títulos argentinos.

Sobre un eventual control de capitales, Alberto Fernández reivindica junto a su equipo una medida adoptada en el primer gobierno de Néstor Kirchner, cuando el ministro de Economía era Lavagna y el Jefe de Gabinete era él. En esa oportunidad, establecieron un encaje del 30% para las inversiones especulativas que ingresaran, que debería quedar depositado en un banco y el resto lo podían invertir en lo que quisieran pero no podían irse durante un año.

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