En un extenso documento la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, con las firmas de Mariela Alloi, secretaria general, y Silvia Mariel Acosta, delegada por Resistencia, precisa que “Sabadini miente cuando habla de “inactividad del juzgado, y peor aún, agravia y descalifica a los empleados del juzgado”, al señalar una supuesta “falta de respuesta y compromiso”, lo que -a su criterio- “resulta apreciable a simple vista”.

Datos de actividad

Para ilustrar, los empleados dicen que en los últimos cinco meses laborables se han despachado 20.093 expedientes, se han dictado 740 sentencias en el fuero civil, y se han elaborado 413 resoluciones interlocutorias en el fuero penal. Asimismo, en el mismo período se han librado más de 2.200 cédulas, sostienen.

El sector gremial dice que según las estadísticas publicadas por el Poder Judicial de la Nación, la cantidad de expedientes en trámite vienen disminuyendo, lo que revela que desde 2011 se terminan más causas de las que ingresan, lo que es una tendencia lograda en los últimos años “gracias al esfuerzo de todos los componentes del juzgado atacado por Sabadini”.

“Tal declaración improvisada y carente de fundamentos, además de agraviar a los empleados, pone en evidencia la falta de moderación y el autoritarismo del magistrado en la valoración que realiza, descalificando el desempeño laboral de empleados sobre los cuales desconoce totalmente su labor, ya que ni siquiera están bajo su dependencia funcional, por lo que mal puede saber cómo realizan su tarea”, afirman los representantes gremiales.

Para ellos “bajo ningún punto podría ‘apreciarse a simple vista’” -como describe Sabadini-, que el 100% de la planta de un juzgado carece de “compromiso” en su trabajo. Menos aún puede atribuir el déficit estructural del sistema judicial, atacando en este caso a cada uno de los componentes de un juzgado federal multifuero con ochenta y cinco mil (85.000) expedientes en trámite y apenas 33 empleados proveyentes, 6 encargados de mesa de entrada, 4 ordenanzas, 5 secretarios y 1 juez”.

“La conclusión arbitraria y falaz a la que arriba Sabadini solo podría sustentarse en prejuicios personales, lo que pone de relieve una manifiesta y alarmante animosidad con los empleados judiciales”, consideran.

Actitud “soberbia”

Los dirigentes opinan que en su informe el fiscal realiza un análisis “discriminatorio y sectario, orientado indirectamente a dividir a los empleados de un estamento -el Ministerio Público Fiscal- y el de otro -Poder Judicial de la Nación-, utilizando un doble estándar de evaluación con empleados que aúnan esfuerzos persiguiendo el mismo objetivo, cual es, el de brindar el mejor servicio de justicia al pueblo”.

“Esta actitud soberbia y arbitraria, luce evidente cuando expresa Sabadini: “En lo relativo a los recursos humanos con que cuenta (su) Fiscalía, si bien se observa un permanente compromiso por parte (de su) personal, también se observa un constante crecimiento en el volumen de trabajo en la dependencia a (su) cargo, por lo que estima debería preverse presupuestariamente la posibilidad de nuevas contrataciones...”

“Nos preguntamos: 1) ¿Qué método utilizó Sabadini para evaluar positivamente el “compromiso del personal de su fiscalía” (en lo que coincidimos con Sabadini), a la vez que descalifica y evalúa negativamente el compromiso laboral del 100% de los empleados de un juzgado en el cual no se desempeña como magistrado?; 2) ¿cómo “observa un constante crecimiento en el volumen de trabajo en la dependencia a su cargo, por lo que estima debería preverse presupuestariamente la posibilidad de nuevas contrataciones” , y a su vez no advierte esa misma situación de sobrecarga y necesidad de recursos humanos en un Juzgado federal con aproximadamente 85.000 causas en trámite y apenas 33 empleados proveyentes?”, preguntan.

El simple cálculo de “dividir las 85.000 causas por la cantidad de 33 (empleados proveyentes)” permite advertir que, para poner al día los expedientes del Juzgado, cada empleado debería tramitar y concluir junto a los secretarios y el juez aproximadamente unas 2.500 causas en un mismo año laboral. Sin lugar a dudas, en lo reseñado anteriormente se trasluce el doble estándar con que Sabadini analiza ambas situaciones, las del Juzgado federal al que ataca, y la de su propio trabajo en Fiscalía”, expresan.