Empieza a preocupar la demora en el tratamiento del presupuesto

Empieza a preocupar la demora en el tratamiento del presupuesto

Es porque no están conformadas las comisiones del Concejo. Mientras, Mourelle mantiene encuentros con el interbloque oficialista, en el que todavía persisten las dudas sobre algunas iniciativas. Los radicales también escuchan otras fuentes.

“¿En cuánto lo podremos tener, 15, 20 días?“, preguntó el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, a los concejales oficialistas la semana pasada. Aludía al presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva, que ni siquiera empezaron a ser consideradas por el Concejo Deliberante. “Tenés que empezar a contar desde que se conformen las comisiones“, recibió como respuesta.

Desde la renovación legislativa del 10 de diciembre, los bloques legislativos todavía no lograron acordar la distribución de las comisiones internas. Sin ellas, no hay debate posible. En el inicio de la semana el objetivo era llegar al viernes con la conformación concluida. Pero no afloraron los consensos necesarios. La demora empieza a preocupar al gobierno y a los concejales oficialistas. Y hasta podría provocar la necesidad de prorrogar las normas del año pasado.

Mientras escasean las novedades legislativas, Mourelle mantiene encuentros con el interbloque Cambiemos en los que brinda información sobre el plan oficial e intercambia opiniones. La sensación generalizada es que el secretario mejoró la forma de dirigirse a los concejales. Al menos, a los propios y en las reuniones a puertas cerradas. Pero eso todavía no se traduce en acuerdos sólidos. Entre los oficialistas persisten las dudas en un nutrido listado de asuntos.

Por empezar, todavía no tuvieron simulaciones de cómo impactará el aumento de tasas. Esa falta de precisiones se manifiesta, por ejemplo, cuando una concejal opositora dice que el incremento podría superar en algunos casos el 500% y ningún oficialista la retruca. Eso sucedió el miércoles, cuando se manifestó Virginia Sívori, de Unidad Ciudadana.

Los oficialistas no parecen convencidos de que el aumento promedio será del 22%, como dijo el intendente públicamente. Tampoco lo están de la nueva modalidad de cobro mensual.

No es lo único. Mourelle ya sabe que no será acompañada su propuesta de eliminar exenciones fiscales para salas de cine y teatro. Lo tuvo que decir la gobernadora para que al gobierno local no le quedaran dudas. A partir de entonces comenzaron a buscarse alternativas. La jefa del bloque radical, Vilma Baragiola, reveló que la intención es mantenerlas a cambio de que los productores se comprometan a ceder algunas instalaciones para el teatro independiente en invierno.

También preocupa la eliminación de beneficios para las firmas que quieran radicarse en el Parque Industrial. “Ninguna empresa va a decidir si se radica o no en Mar del Plata en función de que pague o no Seguridad e Higiene”, comentó Mourelle en las reuniones reservadas. Quizá tenga razón, pero el camino es discutible desde el plano político. ¿Cómo podría sostener el municipio que busca promover el empleo en una de las ciudades más castigadas por la desocupación si ni siquiera está dispuesto a sostener beneficios para las empresas que busquen afincarse aquí?

Otra discusión sin zanjar es la de los profesionales autónomos, a los que el municipio quiere cobrarles Seguridad e Higiene. En el interbloque hay consideraciones variadas. Por el momento, la única que salió públicamente a rechazar la iniciativa fue Angélica González, de la Coalición Cívica. Otros ya le hicieron saber a la concejal de Carrió que no compartían su visión.

“Ninguna empresa va a decidir si se radica o no en Mar del Plata en función de que pague o no Seguridad e Higiene”, comentó Mourelle en las reuniones reservadas

El Ejecutivo tampoco cambió una coma de su propuesta de usar el Fondo de Promoción Turística para pagar guardavidas y policías. Pero el sector no fue al choque con Mourelle. Pese a que los integrantes del directorio del Emtur le presentaron a Gabriela Magnoler una nota en contra de la iniciativa, no la hicieron pública. Es un signo de que hay negociaciones por debajo del escenario público. Mourelle le habría garantizado a hoteleros y gastronómicos que este año destinaría cerca de 40 millones de ese fondo al Emtur exclusivamente para promoción turística.

Estos y otros temas formaron parte el viernes de una mesa que juntó a los concejales radicales con el antecesor de Mourelle, Gustavo Schroeder. “Compartimos inquietudes sobre las cuentas municipales”, se limitaron a comentar fuentes legislativas a LA CAPITAL. El encuentro marca la distancia cada vez más pronunciada que está tomando el radicalismo del arroyismo, y que tuvo su reflejo más fiel en los cuestionamientos públicos de Baragiola a Arroyo.

Si hubiera sido un comienzo de año normal, el presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva tendrían que haber dominado la agenda municipal. Pero fue un comienzo catastrófico, con un conflicto por un puñado de guardavidas que el municipio no supo frenar a tiempo, una frase inapropiada sobre la forma de atraer inversiones que generó repercusiones negativas en todo el país y dos días sin recolección de residuos por la inusitada decisión de no continuar un contrato clave en plena temporada. Un combo demasiado estrafalario para que haya tiempo de enfocar la agenda en el futuro de las arcas municipales.

 

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