Empieza una Copa América tensa por el FIFA Gate y el malestar social

Empieza una Copa América tensa por el FIFA Gate y el malestar social

A las 20.30, Chile y Ecuador juegan el partido inaugural

Si alguien tuviese que escribir un guión sobre una novela deportiva en la que todos sus elementos permitiesen construir una historia cargada de históricos agujeros negros, intrigas y actos de corrupción, en medio de un contexto social agitado, podría perfectamente hacerlo con esta Copa América , que esta noche, a las 20.30, le dará comienzo al show más antiguo de la pelota. El cruce entre Chile y Ecuador será el primer capítulo de una competencia que se desarrollará tras el escándalo más importante del mundo del fútbol, el famoso FIFAgate, justamente en uno de los escenarios más oscuros de América latina, el Estadio Nacional, y con la idea de distraer la ola de reclamos sociales que se multiplican por todo el territorio trasandino. Nada puede detener el rodar del balón, ése parece ser el mensaje...

Los brillos de Messi, Neymar, James Rodríguez, Cavani y Alexis Sánchez pretenderán disimular lo trascendente. Pero es imposible cubrir semejante daño al fútbol con una pequeña gasa. Porque si bien los actores principales son los futbolistas, aquí nadie puede escaparse de lo que sucedió con los sobornos en la Conmebol y las investigaciones que Estados Unidos también libró sobre la casa de Zurich. El hotel Gran Hyatt, donde se alojan los dirigentes sudamericanos, es una auténtica casa de fantasmas. Es que el presidente de la Federación chilena, que esta noche estará en el estadio para la fiesta inaugural, es uno de los señalados por haber recibido un soborno de 3.000.000 de dólares. Pero todo es tan extraño aquí que se conoció que el propio mandamás del fútbol trasandino se reunió con el arquero Claudio Bravo para asegurarle al plantel que si logran levantar el trofeo en la final, les dará como premio a los futbolistas US$ 4.000.000 para que se repartan.

No hay límites para esta competencia que se disputó por primera vez en 1916. Más allá de la frialdad de la gente para con el torneo, aseguran que en materia económica la competencia ya es todo un éxito. Las estimaciones de ingresos sobre la competencia están entre los 1500 y 2000 millones de dólares, cifras comprendidas entre turismo, televisación, merchandising y venta de entradas. Todo está montado para que esta noche se viva una fiesta y que la calle Grecia se tapice de camisetas de la Roja. Pero cómo pensar exclusivamente en ello sin sentir dolor por lo que sucedió en el escenario del estreno de la Copa. En el medio del Estadio Nacional hay un sector reservado para darle espacio a la memoria. Es que durante el golpe de Estado de 1973, esta cancha fue utilizada como el centro de detención más grande de Chile durante la dictadura que llevó adelante Augusto Pinochet. Se respira tristeza, las imágenes de ese museo debajo de una de las tribunas lastiman. Los testimonios de las vejaciones y las torturas que sufrieron miles de chilenos no podrán ser callados ni con los goles de Alexis Sánchez ni las corridas desenfrenadas de Arturo Vidal.

Ecuador fue invitado a una fiesta deportiva por la que el Estado chileno gastó cerca de 200 millones de dólares, según se anunció oficialmente, aunque se estima que cuando se entreguen los balances esa cifra puede crecer hasta los US$ 350.000.000. A nadie alarma demasiado esa cifra aquí. Las preocupaciones están por otro lado. Nadie se detiene mucho a pensar qué táctica utilizará el técnico argentino Gustavo Quinteros para el seleccionado de Ecuador. Es que la sociedad está atenta a lo que sucede con los casos de corrupción que se descubrieron entre la oposición, los escándalos con el hijo de la presidenta Michelle Bachelet y los reclamos de los estudiantes y los docentes por la nueva ley de educación. Las noticias por la evolución de Rodrigo Avilés, el estudiante de 28 años, que en una manifestación en Valparaíso recibió el impacto directo de un carro hidrante que provocó que se golpease la cabeza y que quedase internado desde el 21 de mayo último, se quedan con la escena. También los reclamos de los profesores representan un caso de tensión, tanto que el entrenador Jorge Sampaoli les pidió a los carabineros que hablen con los docentes que se manifiestan diariamente en las puertas del predio Juan Pinto Durán, para que eviten hacerlo en los horarios de descanso de los futbolistas. Tanto revuelo hay aquí que en la antesala de la competencia el DT del seleccionado local habló del tema: "Todos los reclamos me parece justos, pero sólo entendemos que debemos resguardar los descansos de los deportistas en un momento tan importante".

Esta noche la pelota comenzará a rodar sin que nada la detenga. Chile y Ecuador intentaran maquillar tanto desarreglo. La Copa América tendrá su show, es verdad, pero todo seguirá resultando extraño y olerá igual de raro.ß.

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