Emilio Pérsico nació en La Plata. Militó desde los ’70 en Juventud Peronista, Formaciones Especiales, FAR y Montoneros. En la dictadura vivió algunos años en el exterior. Cuando regresó se sumó a Intransigencia y Movilización, que era la rama del Peronismo Revolucionario, que dirigía Vicente Leónides Saadi. En los ´90 se volcó a la organización de movimientos piqueteros, que entonces era movimientos de desocupados. Fue uno de los fundadores del grupo Quebracho. Después se fue de Quebracho y terminó fundando el Movimiento Evita, una organización política y social que, en los últimos años, no ha parado de crecer. Con el kirchnerismo, Pérsico fue Subsecretario de Gabinete en la gestión de Felipe Solá en la Provincia y Secretario de Agricultura Familiar en la Nación.

Los principales movimientos sociales durante el año pasado tuvieron un diálogo constante con el gobierno de Macri. Consiguieron unas cuantas cosas, entre ellas, la ley de emergencia social, los famosos fondos extras por $30.000 millones… A cambio hubo bastante para lo que se podía esperar. Este año vuelve la agitación, ¿esto quiere decir que Macri va a tener que volver a impulsar leyes y a abrir la billetera para que la calma se mantenga?

El año pasado también hubo muchas movilizaciones y sí, se consiguieron muchas cosas. Pero este año los conflictos que se avecinan ya han cambiado su tenor y ya no son por cosas puntuales reivindicativas, sino son contra la política económica. Vos agarras el planteo de la CGT y son seis o siete puntos que definen otra política económica. Y en el caso de los movimientos sociales también, viene un conflicto que tiene que ver ya contra la política económica.

Así que esto no se va a arreglar ni con plata, ni con leyes...

Esto va a ser más difícil de arreglar. Esto tiene que ser que el gobierno logre estabilizar la Argentina, logre cambiar su política, porque yo creo que con estas políticas no viene pudiendo digamos. Ya se comió un Ministro de Economía. Creo que no viene pudiendo, el gobierno de Macri, estabilizar la Argentina y darle crecimiento, y aparte de eso viene siendo un gobierno de transferencia “monstruosa” de los sectores humildes hacia arriba.

Los funcionarios del gobierno están señalando, y los dirigentes del oficialismo, que hay mucho de intención electoral detrás de todas estas protestas de estos días. ¿Cuánto de año electoral hay en todo esto que usted dice? Y en particular del Movimiento Evita, ¿cuánto hay, del interés evidente, de participar e influir en las internas del peronismo?

El Movimiento Evita en lo social hoy participa desde la CTEP -Confederación de Trabajadores de la Economía Popular-, que es una organización que la componen compañeros que opinan muy diverso en términos políticos.

¿Esto es la economía en negro, o no solamente?

No es la economía en negro, es la economía popular. Son los compañeros que se auto-inventaron el trabajo, que no tienen patrón. Ese espacio no tiene una postura política, entonces no se lo puede acusar... Y hoy la CGT tampoco, en realidad hay un continente político. Al contrario, a mi me preocupa al revés se le planteó a Macri. Cuando la lucha social ya empieza a ser contra la política económica y no tiene un continente social, lo que se desgasta es la política y entramos en un terreno peligroso para la democracia, ya lo hemos vivido esto.

¿Usted dice que estamos entrando ahora en ese terreno?

Yo creo que estamos entrando en ese terreno. Yo digo que están bailando el vals en el Titanic digamos, no se dan cuenta las situaciones que están viviendo. Si no se dan cuenta de esto, y logran resolver los problemas y esto no tiene un continente político opositor que le dé cauce y un proyecto alternativo….; porque la democracia se basa en tener un proyecto alternativo. Si no hay un proyecto alternativo que exprese la conflictividad social, es peligroso para la democracia.

Usted reconoció y participó del proceso de liderazgo de Néstor Kirchner, después de Cristina. ¿Hoy quién es la referencia política o de liderazgo que usted particularmente sigue? ¿Todavía el de Cristina, piensa en Randazzo, en Urtubey, en Massa, en el Papa Francisco, en quién?

Hoy no hay nadie que exprese el conjunto, es más peligrosa la situación. Hoy tenemos que construir un liderazgo y un programa desde la oposición que exprese esta conflictividad que hay en la calle, porque si no insisto que lo que se debilita es el proceso democrático. Entonces hoy eso hay que construirlo, eso no está construido. Hoy Cristina es una gran líder y yo la respeto mucho por todo lo que hizo. Ella distribuyó siete puntos del producto bruto entre los más humildes y yo por eso la quiero mucho, pero hoy no es el líder de lo que es la oposición. Macri la quiere poner como líder porque le conviene en el “ping pong”, pero ella no lo es hoy en los hechos.

Usted hace poco, en una entrevista en Clarín, dijo: “Macri está débil y el peronismo es un tiburón que cuando huele sangre ataca”. ¿Usted se imagina a este gobierno terminando mal antes de tiempo? ¿Quisiera que Macri se vaya en helicóptero como algunos han dicho?

No, todo lo contrario. Cuando pasa eso los que sufren son mis compañeros, los más humildes. Nosotros tenemos que tratar de construir una alternativa política que exprese lo peligroso que es cuando no hay esa alternativa política. En el caso de esa frase digamos, yo lo que digo es que el peronismo empieza a unirse porque ve el espacio político existente en la sociedad y ve que nadie representa esto que existe hoy en la calle. Insisto, la conflictividad que hay en la calle, hoy le tenemos que poner un programa y una alternativa política sino la democracia se debilita. El fin de los '90 fue así.