Las emergencias como aprendizaje de gestión

Las emergencias como aprendizaje de gestión

A un mes de haber asumido el mando, el nuevo Gobierno tuvo que sortear varias situaciones extraordinarias: incendio de Torres y Liva, fallecimiento de personas por ahogamiento, la caída de una mujer de un paredón en la costa y la fuga de gas en un hotel céntrico. La enseñanza es concreta: Mar del Plata no da descanso.

Apenas 5 días después de haber asumido el gobierno Municipal, Montenegro se encontró con la tragedia del incendio de Torres y Liva. La distribuidora ubicada en Rivadavia entre 14 de Julio y 20 de septiembre, resultó uno de los más desastres grandes que haya vivido la ciudad.

Antes del incendio y luego de la primera reunión de Gabinete se dio a conocer a la prensa sobre un protocolo de seguridad que en un futuro será elevado como proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante. Lo que nunca se imaginó el flamante gobierno de Guillermo Montenegro era que algunas de las cuestiones que allí se comenzaron a bocetar serían rápidamente puestas a prueba.

En esta oportunidad, los efectivos policiales y obviamente los bomberos acudieron rápidamente al lugar y lograron mediante un gran trabajo socorrer a los vecinos y luchar contra las llamas. Afortunadamente no hubo victimas fatales.

En la noche del incendio, el jefe comunal se apersonó en el lugar, supervisó el accionar de Bomberos, Defensa Civil, y el Emvial, luego tomó contactos con las personas afectadas en la carpa de asistencia que se montó en Plaza Rocha.

La respuesta de los distintos organismos fue clave para evitar desastres mayores. Ademas, se conto con la presencia del SAME (Servicio de Atencion Medico de Emergencias) para asistir tanto a los afectados como a los bomberos que luchaban contra las llamas.

Posteriormente el Intendente aseguró que elevaría un proyecto al Legislativo para que las víctimas del incendio en Torres y Liva queden exentos de pagar las tasas municipales. La iniciativa podría tener un carácter “personalizado”, es decir, atendiendo la particularidad de cada caso, por lo que el relevamiento llevaría un tiempo.

Otro suceso que pegó duro en el inicio de temporada fue el fallecimiento de un hombre de 51 años tras ahogarse en el mar en el balneario del norte de la ciudad conocido como “Bahía Bonita”. Los guardavidas acudieron al rescate del fallecido identificado como Javier Pedro Olmos, pero poco pudieron hacer por reanimarlo. A los pocos minutos, una ambulancia del SAME acudió al lugar y constato el deceso de Olmos. La fiscal de turno Andrea Gómez tomó intervención en el caso, ordenando la realización de la autopsia correspondiente al hombre. Hoy esta situación toma fuerza luego del reclamo de los guardavidas nucleados en la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA) por la falta de personal en playas de la zona sur de la ciudad.

 

Días atrás, en la playa ubicada en Boulevard Marítimo y Ayacucho, en el barrio de La Perla una mujer cayo desde el paredón de mas de 6 metros sufriendo heridas mortales. Si bien, logró ser asistida rápidamente por médicos de la ambulancia del SAME, días después producto de las lesiones perdió la vida. Desde el Hospital Interzonal de Agudos, donde se la derivo luego del accidente, se constató que la mujer en cuestión presentaba signos de ebriedad que habrían provocado el desbalance y la caída fatal.

 

Finalmente, otro de los dolores de cabeza para la gestión Montenegro, fue la fuga de gas en un hotel céntrico perteneciente a la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva). La situación genero la evacuación de mas de 181 personas y unas 30 aproximadamente, presentaban claros síntomas de intoxicación producto de la inhalación de monóxido de carbono. Rápidamente, asistieron al lugar ambulancias del SAME como de servicios médicos privados para socorrer a los afectados. También, hubo presencia de personal de Defensa Civil y Bomberos.

En este caso, Montenegro también se acercó al lugar de los hechos y visibilizo un claro descontentos con los encargados del hotel por exponer a semejante riesgo a los ciudadanos y turistas.

Los imprevistos son frecuentes a la hora de gobernar. Para el gobierno de Guillermo Montenegro parecen ser moneda corriente – algo que no desea nadie- y pone a prueba las capacidades de gestión ante una emergencia. La enseñanza es concreta: Mar del Plata no da descanso.

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