PJ: embate de Cristina contra intendentes. Nueva cumbre

PJ: embate de Cristina contra intendentes. Nueva cumbre

La ex presidente se quejó del motín del peronismo bonaerense contra La Cámpora, Boudou y D’Elía. El piquetero advirtió: “No necesitamos a esos forros”. Jefes comunales se autoconvocan en Escobar.

 

Por teléfono, ya asentada en Capital Federal, Cristina de Kirchner vociferó ayer su furia contra los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires: "Estos intendentes nuevos no entendieron nada. A mí ahora no me pidan que aparezca en medio de este caos interno. Ni siquiera entienden que el enemigo es Macri". La ex presidente, única dirigente con la llave para abrir, o cerrar, el principio de unidad del peronismo bonaerense, emitió su sentencia contra los jefes comunales del Esmeralda y el Fénix que vaciaron la cumbre que Fernando Espinoza y Máximo Kirchner habían organizado junto a socios extrapartidarios como Amado Boudou, Luis D'Elía, Martín Sabbatella y Gabriel Mariotto. 

Los intendentes, encabezados por figuras del Fénix como Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) venían de ensayar una fusión política con el Esmeralda de Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown). Ante la falta de un interlocutor oficial con Cristina para negociar el armado de las boletas electorales, este pelotón de intendentes unió fuerzas para enfrentar a La Cámpora, agrupación a la que no le reconocen volumen político propio, autoridad, caudal electoral y, menos, territorio. Tanto que hasta Walter Festa, el más neocamporista de los jefes comunales, se sumó a la foto de unidad Esmeralda-Fénix que se celebró el martes en Merlo.

Estos intendentes, más ortodoxos del PJ como Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), se habían concentrado el martes por la tarde, luego de la foto de unidad en Merlo para despegarse de La Cámpora, en la sede del Frente Nacional Peronista sobre la calle Bolívar. En esa reunión, los intendentes se pararon de manos contra la agrupación de Máximo Kirchner y advirtieron que, de los tres senadores provinciales que se renuevan por la primera sección electoral, reclamarían todos los lugares.

En paralelo, en el local del SUTERH sobre la calle Venezuela, el kirchnerismo montaba su propia cumbre con los aliados indeseables para los intendentes: Boudou, D'Elía, Sabbatella y Mariotto. La presencia del exministro de Economía y compañero de fórmula de Cristina de Kirchner fue el detonante del cisma. Los intendentes se negaron a acudir al encuentro a pesar de que Eduardo "Wado" De Pedro se acercó en persona para invitarlos. El exsecretario general de la Presidencia percibió en ese momento que ya no ejercía ningún poder de mando, ni político ni protocolar, sobre los jefes comunales. "El territorio y los votos los tenemos nosotros. Figuras como Boudou o D'Elía nos van a hacer perder el control de los Concejos Deliberantes". De Pedro echó a Boudou pero no alcanzó. El motín de los intendentes no pudo ser desactivado. La situación empeoró cuando se enteraron que Alberto Pérez, en nombre de Daniel Scioli, había llegado al local de la calle Venezuela. 

Ayer, desde el PJ bonaerense intentaron que baje la espuma y atribuyeron el conflicto a un problema en el manejo del protocolo peronista. Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Andrés "Cuervo" Larroque fueron señalados como los responsables de invitar a Boudou, un desliz que se supone no volverá a ocurrir. D'Elía, en cambio, sigue en el staff de aliados del FpV. Ayer el dirigente piquetero expresó el pensamiento crudo del kirchnerismo de paladar negro en relación a los intendentes: "No necesitamos a esos forros para ganar".

Los jefes comunales tomaron nota y redoblan la apuesta. Preparan otra foto de unidad para el próximo sábado en Escobar, tierra de Ariel Sujarchuk.

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