Eliminar el reintegro al IVA: ¿regresivo o intrascendente?

Eliminar el reintegro al IVA: ¿regresivo o intrascendente?

Los economistas se dividen entre las críticas a la medida y afirmar que la devolución no ayudaba a la bancarización. Opinan José Luis Espert, Martín Tetaz y Matías Tombolini.

 El gobierno nacional anunció hoy la eliminación del reintegro del cinco por ciento sobre el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que suele representar el 21% del precio de un producto o servicio, para las compras con tarjeta de débito.

La medida llamó la atención: si bien contribuye a reducir el déficit fiscal y bajar el gasto público (los principales objetivos del flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne), el beneficio se proponía impulsar la bancarización y combatir la informalidad (es decir, el cobro “en negro”).

El reintegro, que tenía un tope para compras de hasta $1.000, se había instalado en 2001. Economistas de todos los espacios opinaron sobre la decisión de removerlo: en diálogo con Perfil, opinaron José Luis Espert, Martin Tetaz y Matias Tombolini.

Espert consideró que el alcance de la medida es “difícil de precisar”, ya que, por el tope de $1.000, afecta en su mayoría a personas con ingresos bajos; de los cuales, supuso “muchos forman parte de la economía en negro, por lo que se perjudica poco”. No obstante, el economista sostuvo que ese efecto es relativo ya que “la economía en negro se mide de manera muy residual”.

En diálogo telefónico con este portal, Tetaz descartó que la medida promueva una baja en el consumo ya que “lo más probable es que nadie sepa cuánto le devolvieron, todo se reintegra un mes después, es difícil crear el hábito así”. El economista sostuvo que el impacto que esta medida va a tener en el déficit fiscal de 2017 es “discreto”, pero que en el  contexto político-económico “un ajuste convencional es imposible”.

Tetaz y Espert coincidieron en que la medida apunta a reducir el déficit fiscal, ya que Dujovne tiene como objetivo bajarlo al 1% para 2017. El primero de ellos comentó que si el monto máximo de $1000 se hubiera actualizado, “hoy debería ser de 16.000 pesos, que es casi lo mismo que bajar el IVA a 5%”, lo que recortaría aún más los ingresos impositivos del Estado.

Por su parte, Espert manifestó que el impacto de la medida sobre el gasto público “no es nada, es 0.20, no sé por qué lo hicieron y el que te dice que sabe está inventado”.

Matias Tombolini, en cambio, se pronunció contra la medida y la definió como un aumento de impuestos. En diálogo con Perfil consideró que el gobierno nacional, en busca de recortar el gasto públicl,  le quita 7500 millones de pesos a los trabajadores-

“Va en contra de la financialización, en contra de los usos electrónicos de pago; deberíamos ampliar estos métodos de pago porque además ayudar a blanquear la economía”, expresó el panelista de Animales Sueltos.  “El camino para bajar impuestos es que este tenga una relación con el cumplimiento de los contribuyentes”, agregó

El economista también criticó el argumento de que “un 5% con un tope de $1000 ‘se siente poco'”, ya que el dinero que recupera el Estado lo pierden los consumidores, y la comparó con el 1% que los comercios reciben al hacer transacciones con tarjeta. “Imaginte si ese dinero iría al banco, ¿se siente poco el 1%?

Por último, Tombolini insistió en la idea de aumentar el monto de devolución para compras con tarjeta. “Funcionaría como un premio para los que bancaricen sus compras e incentivaría a los comercios a tener un posnet por el aumento de compras”.

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