La eliminación de los aplazos se extendería a otras provincias

La eliminación de los aplazos se extendería a otras provincias

La flexibilización de las exigencias de aprendizaje en la escuela primaria, que aplicará a partir del año próximo la provincia de Buenos Aires, fue acordada en el Consejo Federal de Educación en 2009 y podría extenderse a otros distritos.

 De hecho, la no repitencia de la unidad pedagógica que forman ahora el primero y segundo grado ya se aplica desde 2013 en varias provincias, como Córdoba, Entre Ríos y Tucumán, entre otras.

La difusión ayer del nuevo Régimen Académico de Nivel Primario bonaerense provocó un fuerte rechazo de docentes, pedagogos, dirigentes opositores y de mucha gente común que se expresó masivamente en las redes sociales. #ChauAplazo convivió durante toda la jornada con #FelizDíaDelMaestro en Twitter. No obstante, el gobernador Daniel Scioli defendió la medida y atribuyó el escándalo a una "maniobra" política. "Según me informó la ministra Nora de Lucía, esto se viene trabajando desde 2009 y tuvo el respaldo de todas las fuerzas políticas", dijo.

Bajo la bandera de la "inclusión", la resolución 1057/2014 del área de educación bonaerense, firmada el 7 de julio pasado, elimina los aplazos (ya no habrá más 1, 2 y 3 y se desaprobará con 4, 5 y 6, en una escala que va hasta el 10), permite que los alumnos pasen de año aunque no tengan aprobadas dos de las seis asignaturas curriculares (tendrán un año más para regularizarlas) y que cursen el año correspondiente a la edad que tengan y no el que se ajuste a su avance escolar. Además, el abanderado no será necesariamente el mejor promedio del grado.

Entre otras nuevas denominaciones creadas por el nuevo régimen académico, el boletín de calificaciones pasará a llamarse "libreta de trayectoria". Para Scioli, que atribuyó la polémica a una maniobra política, estas reformas "tienen que ver con la calidad educativa, con bajar los niveles de deserción y generar incentivos y disciplinas".

Ayer, ante la polémica que generó la noticia sobre la resolución bonaerense, publicada por el diario Clarín, algunos ministros provinciales defendieron la medida y otros optaron por el silencio. Pero hace tiempo que en esas jurisdicciones se aplican cambios que van en la misma dirección que el gobierno bonaerense.

Desde el año pasado, en Santa Cruz rige el acuerdo 27, que creó la "nueva" escuela primaria, que -aunque no lo dice por escrito- apunta a que los alumnos no repitan el año en una provincia que ya hizo pasar de grado a los alumnos por decreto en 2011 y 2012. Este sistema divide los grados en bloques pedagógicos y los alumnos no repiten por año, sino que transitan todo el bloque (por ejemplo, 1°, 2° y 3er grado) y al final de cada uno, en caso de dificultades, un equipo interdisciplinario establece si debe o no repetir el último año del bloque. Además, la calificación para el nivel primario no es numérica, sino que se evalúa por "alcanzar", "superar" o "no alcanzar". Y si un alumno tiene dificultades en un año, contará con la figura del maestro acompañante, que lo ayudará a articular con el resto del curso.

En Tucumán, en sintonía con las directrices nacionales, la resolución 24 eliminó la repitencia en primero y segundo grado. Según explicó Silvia Rojkés de Témkin, ministra del área y cuñada del gobernador, esa medida buscó "lograr la inclusión de los niños, cualquiera sea su contexto social". Rojkés de Témkin defendió la resolución bonaerense: "Si pensamos la educación quedándonos solamente con el hecho de que se sanciona o no se sanciona, se aplaza o se aprueba, estamos equivocándonos de camino", argumentó.

En Córdoba, el ministro de Educación, Walter Grahovac, tomó distancia de la decisión bonaerense, pero reconoció que en su provincia "se está aplicando de forma paulatina la unidad pedagógica entre el primero y el segundo grado. Recién lo estamos haciendo en 400 escuelas", destacó.

Estas provincias no son las únicas en las que avanza la aplicación de acuerdos federales. En el documento "Políticas prioritarias para el Nivel Primario", de 2010, el Consejo Federal de Educación (integrado por el ministro nacional y sus colegas de las 24 provincias) pedía "avanzar en una discusión federal acerca de las modalidades de promoción y acreditación de los aprendizajes de manera de propiciar flexibilizaciones del formato escolar predominante". Anteriormente, el CFE pedía "garantizar y mejorar la continuidad de las trayectorias escolares y revertir la repitencia y sobreedad escolar".

La medida bonaerense, que es acompañada por los principales sindicatos docentes, se suma a notificaciones internas que en diversos colegios vienen exigiendo a maestros y profesores que este año no desaprueben a sus alumnos. El argumento del pedido se basa en que hubo menos días de clases debido a las huelgas (19 días) y al récord de feriados (19 festivos nacionales). Ayer, en Radio Mitre, la docente de plástica Cecilia Mariztani afirmó que fue sancionada por aplazar a un alumno que "nunca traía los materiales ni asistía a clases". La docente, que enseña en la Escuela Nº 37 de Don Torcuato, en Tigre, afirmó que "la orden es no aplazar".

Otros docentes bonaerenses consultados por LA NACION confirmaron la existencia de esos pedidos y rechazaron el nuevo régimen. Melina Varela, de Quilmes, dijo: "Tiene que haber más exigencia. No les creamos concepto de responsabilidad. A mí me llamaron la atención por aplazar y me dijeron que reviera mis formas porque tenía muchos reprobados". Para María Inés Tabares , vicedirectora de una escuela de Avellaneda con 27 años de carrera, "hay que pensar con qué recursos se va a hacer esta evaluación integral, porque no todas las escuelas tienen un equipo de orientación".

"Ya sabíamos que existía una resolución. Pero hoy hay un enojo generalizado. Parece una burla. Cayó muy mal. Tendrían que haber consultado a la comunidad, los padres y educadores", dijo la docente María André por teléfono desde Trenque Lauquen. Por último, la maestra Cecilia Maristany, maestra, que también fue sancionada por aplazar, se quejó: "Los docentes estamos excluidos. No nos consideran. No se hizo una encuesta en la comunidad educativa. Esto es más atraso".

Poco después del mediodía de ayer, el jefe de gabinete del gobierno provincial, Alberto Pérez, defendió los cambios en una breve conferencia de prensa dada junto con Nora de Lucía, directora general de Educación y Cultura (ministra de Educación): "No se eliminan el aprobado y el desaprobado, eso se mantiene. No se elimina la posibilidad de repetir el grado. Se les está dando más tiempo a los chicos para que puedan aprender. Es el mismo nivel de exigencia de siempre", insistió Pérez (ver aparte).

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, defendió la política: "El espíritu de esa norma no es que bajen los brazos y dé todo lo mismo. Hay otros modos de evaluar, no lo pensemos como un «viva la Pepa»". El funcionario recordó que "en países de Europa y sistemas educativos reputados, como los escandinavos, no hay repitencia. No hay por qué pensar que el único modo de evaluar es como era hace 50 años. Un boletín frío no sirve mucho. A los chicos los tenemos que tener en la escuela, si no se van a la esquina", dijo a radio La Red.

LOS GREMIOS APOYAN, PERO CON REPAROS

LA PLATA.- Los gremios docentes bonaerenses no criticaron la iniciativa aunque expresaros reparos. La secretaria general de la FEB, Mirta Petrocini, dijo: "No se quitan los aplazos. Se cambió la escala porque las notas bajas desmotivan a los alumnos". La secretaria de Cultura y Educación de Suteba, Silvia Almazán, expresó: "La medida es un título marketinero y amarillista que no expresa los debates que tenemos que seguir dando en torno a la organización escolar". Desde Udocba, el secretario general, Miguel Díaz, opinó que los docentes no fueron consultados. "Tanto decir que se pierden contenidos con las medidas de fuerza, al final el chico que pierde contenidos está eximido.".

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