“Elevada presencia de plomo”

“Elevada presencia de plomo”

Un relevamiento de la Defensoría detectó 63 casos de personas afectadas por contaminación con plomo en la Capital. La mayoría son niños que viven en la zona sur de la ciudad. El organismo le reclamó políticas activas al gobierno de Macri.

La contaminación del plomo en los terrenos de Lugano fue uno de los motivos que esgrimió el gobierno porteño en favor del desalojo del barrio Papa Francisco. Sin embargo, no es el único lugar que presenta este problema que la gestión de Mauricio Macri debería atender. Un informe de la Defensoría del Pueblo porteña encontró 63 casos de contaminación con plomo. En su mayoría, los afectados son niños y se encuentran en la zona sur de la ciudad. Más de la mitad son de la villa 20, que está al lado del terreno desalojado por la Policía Metropolitana y la Gendarmería (ver más información en página 13). El defensor del Pueblo, Alejandro Amor, le reclamó al gobierno porteño que tome “políticas activas para controlar y prevenir la contaminación con plomo”.

En su informe, la Defensoría del Pueblo advierte que la contaminación con plomo es, según el Ministerio de Salud nacional, la “principal enfermedad ambiental previsible de la niñez”. “Los estudios epidemiológicos realizados en niños y las diversas muestras de suelo analizadas revelan una elevada presencia de plomo en varios sectores de la ciudad”, señala el informe. Según un relevamiento de la Defensoría hay, en la actualidad, 63 casos comprobados de contaminación con plomo:

- 37 casos en la villa 20, vecina al terreno que desalojaron.

- 18 en el barrio Ramón Carrillo.

- 8 en la villa 21-24, barrio San Blas.

Los estudios se hicieron en el Hospital de Niños Elizalde, en el Garrahan, y en los hospitales Argerich, Penna, Santojanni. La Defensoría advierte que hay muchos más casos sin detectar. “Los casos detectados hasta el momento demuestran que la población afectada es la de menores recursos, que vive en asentamientos precarios, en las márgenes del riachuelo o cercanos a basurales y/o cementerios de automóviles”, señala el informe de la Defensoría del Pueblo. El terreno de Lugano era, precisamente, un basural de autos utilizado por la Policía Federal. Las manzanas aledañas de la villa 20 son las que registraron la mayoría de los casos. “La cantidad de familias que viven en estas áreas, muchas de ellas probablemente contaminadas, convierten la problemática de salud en una importante cuestión que no debiera ser desatendida por los actuales funcionarios gubernamentales”, indica la Defensoría.

El informe se ocupa de señalar las falencias del gobierno porteño en esta materia. “La escasa implementación de mecanismos de detección de riesgo y la falta de equipamiento propio en los establecimientos de salud del Gobierno de la Ciudad para el diagnóstico de esta problemática no sólo obliga a derivar las muestras o estudios por fuera del ámbito de su jurisdicción, sino que también contribuye a gestiones burocráticas y gastos indebidos de recursos”, advierte.

El trabajo detalla que la Agencia de Protección Ambiental no tomó cartas en el asunto para sanear los sitios que fueron detectados como contaminantes. Por eso, la Defensoría le recomendó al presidente de esa agencia, Juan Carlos Villalonga, que implemente un programa de monitoreo de suelos, y que ponga a la agencia a trabajar en las tareas de remediación de aquellas zonas que están contaminadas.

Uno de ellos es el terreno desalojado en Lugano. De hecho, en los últimos días, el auditor porteño Facundo del Gaiso advirtió que la contaminación con plomo “la evidencian los estudios pertinentes realizados en el suelo en septiembre de 2013 por la ONG Green Cross, donde detectaron 0,155 mg/L de plomo en el suelo, cuando lo máximo permisible es 0,05. También encontramos una concentración de manganeso de 3,7 mg/l cuando el valor límite es 0,1”. El auditor del Gaiso advirtió que, según el gobierno porteño, los trabajos de remediación tomarán un año y cuestionó que hagan un nuevo estudio del suelo que tomaría otros cinco meses, cuando el gobierno porteño ya pagó un millón 370 mil pesos por el estudio del año pasado. “El estudio ya está, sólo falta comenzar a trabajar”, afirmó Del Gaiso.

El informe de la Defensoría del Pueblo, en tanto, deja en claro que no es el único terreno que presenta contaminación. Un estudio que hizo Acumar en 2013 sobre 962 niños de la villa 21-24 detectó que el 25 por ciento presentaban contaminación con plomo. El 21 por ciento presentaban “un probable retraso en su desarrollo”.

Otro estudio en el barrio Rodrigo Bueno, hecho en el hospital Argerich, encontró 25 niños de entre 2 y 10 años de edad con contaminación con plomo. Ningún niño de los cien examinados tenía cero plomo en sangre. En ese barrio, construyeron un lugar con juegos para chicos sobre un terreno contaminado con plomo que tuvo sólo una limpieza superficial.

Por eso, el defensor del Pueblo recomendó a la ministra de Salud porteña, Graciela Reybaud, que “arbitre los medios a su alcance para la adquisición de equipamiento específico para material pesado en, al menos, uno de los establecimientos de salud pertenecientes al Gobierno de la Ciudad”. Además, le recomendó trabajar en forma sistemática en la detección de casos (algo que, hasta ahora no se hace) e intervenir más activamente sobre los casos de niños y niñas con intoxicación con plomo que ya fueron detectados. Les dio 30 días para responder a las recomendaciones de la Defensoría.

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