Elecciones 2015: Sanz y la fiesta inolvidable

Elecciones 2015: Sanz y la fiesta inolvidable

Como versión siglo veintiuno del inolvidable actor inglés Peter Sellers, Ernesto Sanz tendrá mañana a la noche su versión mendocina de La Fiesta Inolvidable. No sólo espera festejar el primer triunfo de su alianza con Mauricio Macri, sino que lo hará ante todos los precandidatos radicales, incluyendo a los que aún conservan reparos a lo resuelto en la convención de Gualeguaychú.

Las fotos y los brindis, en el apropiado escenario de una bodega de Luján de Cuyo primero, y en el Hayatt después, dejarán para otro momento los análisis sobre el aporte de Macri en el asegurado triunfo mendocino, si es apropiado un traslado rápido al plano nacional, o si los rebeldes al acuerdo con el Pro, pasados los chinchín, acatarán realmente la estrategia del senador mendocino.

Aunque en los discursos no faltarán referencias a los oficialismos nacional y provincial, nadie mencionará la “contribución” que la gestión peronista encabezada por Francisco “Paco” Pérez hizo para la consagración del binomio Alfredo Cornejo-Laura Montero. Por lo demás, una fórmula cien por ciento radical, otra medalla que Sanz colgará en su pechera.

De local, festivo, Sanz se entregará a la tarea de energizar a sus correligionarios, convencerlos  de que su estrategia inyectó sangre combativa y ganadora a la vieja UCR, Y si Macri decide quedarse en Santa Fe con su pollo Miguel Torres del Sel, no sería raro que Sanz anime al auditorio a vencer al alcalde de la Ciudad Autónoma en las PASO para presidente.

Si no se excede, es probable que ya empiece a imaginar el próximo escenario que pinta promisorio: la provincia de Córdoba, donde espera sinceramente la consagración de su amigo, Oscar Aguad, candidato a gobernador y otra primera espada al servicio de su alianza con el macrismo.

Mendoza, por su dirigencia política atípica, ha sido víctima de chocarreros comentarios. Asimilado al viejo conservadurismo chileno que cruzó los andes y se instaló en Cuyo;  o peronistas, radicales y socialistas que parecen provenir del viejo Partido Demócrata mendocino, por aquello de que “gansos somos todos”.

Seguramente Sanz optará por chistes más modernos, que desmarquen a la UCR de la melancolía de los últimos años, y la acomoden a la expectativa que genera en la escena política el próximo fin de la administración kirchnerista.

Comentá la nota