Tras meses de intentos fallidos, el demandado se presentó a fines de junio en el Juzgado Civil y Comercial 3, donde se notificó de la causa y ya presentó una apelación, bajo el patrocinio del doctor Rodrigo López Santoro.

El caso salió a la luz a fines de enero, cuando vecinos denunciaron que una persona se encontraba realizando movimientos de suelo y alambrando el predio ubicado entre Villa del Lago y la chacra de Ciencias Veterinarias de la Unicén, en la avenida Don Bosco.

Luego de una visita de la Dirección de Inspección, el 13 de febrero pasado el Ejecutivo presentó una denuncia que tramita en el Juzgado de la doctora Mónica González Aloritta, respaldada con documentación sobre la donación realizada por los herederos de la familia Cinque.

Ante la presentación realizada por la Secretaría Legal y Técnica, la magistrada ordenó que se notificara al demandado Fernando Ferrari y a cualquier otra persona responsable de la turbación de la posesión del inmueble, por el término de cinco días, a quienes citó para que contesten bajo apercibimiento de rebeldía.

Por otra parte, decretó “la medida de no innovar física o jurídicamente sobre dicho inmueble, haciéndose saber a la demandada que deberá abstenerse de realizar cualquier acto físico o jurídico en el inmueble objeto del pleito, ínterin se resuelva la cuestión”.

La disposición fue dictada el 13 de febrero, aunque los oficiales de justicia no habían logrado notificar a Ferrari, quien finalmente se presentó en el Civil y Comercial 3 el 24 de junio pasado. En tanto, el 1 de julio apeló la decisión de la doctora González Aloritta.

 

La situación del predio

Las tierras del Parque Antonio y Juana Cinque, que se encuentra ubicado en el cordón serrano entre Villa del Lago y la avenida Don Bosco, fueron cedidas a la Municipalidad por descendientes del matrimonio en el año 2000. Se trata de 108 porciones de un predio indiviso. 

Si bien el Concejo Deliberante aceptó la donación a través de la Ordenanza 8.176, el Municipio sólo logró escriturar 39 sobre las 108 partes indivisas y falta regularizar el resto para cumplir con la voluntad manifestada por los benefactores.

En esa oportunidad, los herederos de Juana Barletta y Antonio Cinque entregaron el cerro con un “cargo”, que implica la obligación del Municipio de concretar un parque, que incluya la réplica de tamaño real de un fuerte de piedra con muros de tres metros de alto, fosas y demás.

La obra, de tintes faraónicos, debía estar lista en un plazo de cinco años y en ese punto se discute si el tiempo comenzaba a correr desde la donación o a partir del momento en que la comuna alcanzara la escrituración.

Hasta el momento, de los nueve herederos originales, tres habrían escriturado en favor del Municipio en 2007, otros cinco no formalizaron la donación y el restante nunca estuvo de acuerdo con ceder esas tierras, por lo que su parte fue declarada de utilidad pública y quedó sujeta a una futura expropiación.

Fernando Ferrari es hijo de Lía Esther Blanco Villegas de Ferrari, quien sí firmó la cesión a favor del Municipio de Tandil.

 

Revocar la donación

En diálogo con este Diario, a fines de enero, Fernando Ferrari había adelantado que la intención de los herederos de la familia Cinque es revocar la cesión de las 37 hectáreas donde funcionó la cantera de lajas Dos Huecos. El principal argumento es que la comuna no cumplió con el compromiso de construir el parque temático, anunciado por Julio Zanatelli durante el acto del 4 de abril de 2000.

“La decisión es de la familia. Los donantes están de acuerdo en la revocación de la donación”, había aseverado Ferrari y adelantó que “estamos dispuestos a responder todos los requerimientos que se nos hagan” desde la Justicia.