Efectúan una cosecha récord de trigo en Winifreda

El criador de cerdos Valentín Maier sembró nueve hectáreas y obtuvo un rendimiento de 6.700 kilos en cada una. Previamente había desparramado sobre el suelo unos 700 mil litros de estiércol, generados por sus 1300 animales.

Una producción excepcional de trigo se registró durante la campaña 2012/ 2013 de cosecha fina en la quinta del vecino winifredense Valentín Maier, ubicada detrás de las vías del ferrocarril. "Cosechamos nueve hectáreas y en cada una de ellas obtuvimos 6.700 kilos de rinde", dijo el emprendedor, quien atribuyó este rendimiento al fertilizante natural generado en su criadero de cerdos para regar la tierra, y las buenas precipitaciones que cayeron en esta zona.

Maier junto a sus hijos Gastón y Maximiliano desparramaron entre 600 mil y 700 mil litros de estiércol durante los meses del otoño pasado y en junio sembraron las semillas. El productor especificó que utilizaron un carro cisterna de cuatro mil litros tirado por un tractor. "El líquido generado por las heces de los porcinos es muy rico en fósforo y nitrógeno, pero hay que esparcirlo sobre el suelo antes de la siembra porque después quema las plantas", apuntó.

El criador esperaba un resultado excepcional teniendo como antecedente que hace algunos años obtuvo 4.500 kilos por hectárea.

"Quise contratar un seguro con cobertura para 6.000 kilos por hectárea, pero en la compañía me dijeron que las pólizas cubren hasta los promedios de La Pampa que son alrededor de 3.000 por hectárea2, recordó. Los 60.500 kilos de trigo que obtuvo servirán como alimento para sus 1300 animales. "Es una ayuda, nos durará alrededor de dos meses", señaló.

Recaudos.

El trigo fue cosechado por el contratista rural Fabián Bonkovki, quien compró una máquina Challenger 670 computarizada. Tiene una plataforma de 30 pies, mapeo satelital, una tolva con capacidad de 10 mil kilos, sensores que se activan, en forma automática, cuando deja de funcionar algún elemento y cosecha unas 8 hectáreas por hora. El rodado fue fabricado en EE.UU. y ensamblado en Argentina.

En tanto, este criadero de cerdos a gran escala representa una genuina fuente laboral para una familia del pueblo, pero el problema son los olores que emanan de las defecaciones de los porcinos e invaden la planta urbana y tornan el aire irrespirable.

Las autoridades municipales le solicitaron a su propietario un estudio de impacto ambiental, un procedimiento técnico administrativo que no era obligatorio cuando instaló el emprendimiento, pero que ahora sí lo es de acuerdo con una ley provincial. Al respecto, Maier dijo que está probando desde hace tiempo diversos métodos industriales para eliminar los olores pero la inversión que deberá hacer es muy grande. No obstante, toma recaudos como por ejemplo desparramar el estiércol cuando sopla viento sur "para no molestar a los vecinos" y cuando cambia de dirección "llevamos el líquido a predios más alejados", finalizó.

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