Efecto De la Torre: El peronismo se mueve para evitar más pases

Efecto De la Torre: El peronismo se mueve para evitar más pases

La asunción de Joaquín De la Torre como cabeza del ministerio de Producción bonaerense dejó en evidencia el descontento del peronismo, el radicalismo y de propios integrantes del Pro. La estrategia de sumar peronistas a Cambiemos podría acelerar la unidad del justicialismo. ¿Le saldrá el tiro por la culata a Vidal?.

ENOJO COLECTIVO

La alianza entre Cambiemos y el Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires comienza a resquebrajarse con la intención del gobierno de sumar oficialmente a dirigentes peronistas. El pase deDe la Torre causó gran revuelo en las filas de Sergio Massa, quien el año pasado perdió jefes comunales de peso o porque saltaron al FpV antes de las elecciones o porque terminaron perdiendo en las urnas. En ese escenario, perder a De la Torre es un problema significativo.

El massismo no es el único afectado por el pase. El radicalismo, siempre en la cola de un frente que ayudó a construir y hoy persigue de rodillas mientras el Pro le da la espalda, no logró sostener aJorge Elustondo en Producción, y aunque Vidal les concedió una nueva cartera, la herida del corrimiento no pudo ser sanada.

El PJ y FpV, en sus distintas vertientes, vio con preocupación el salto del intendente de San Miguel, sobre todo porque dicha definición podría generar más pases en sus propias filas, que ya se ven mermadas con el salto del intendente de Azul, Hernán Bertellys, y el acercamiento de Alejandro Granados (Ezeiza) a Cambiemos.

La ausencia de varios funcionarios del Pro, por otra parte, dio cuenta de que sumar peronistas al espacio no es la estrategia del conjunto. Ramiro Tagliaferro, jefe comunal de Morón y ex marido de la gobernadora, y Daniel Cappelletti, de Brandsen, fueron los únicos intendentes que asistieron a la asunción de De la Torre. Entre las ausencias, se destacaron las de Julio Garro, de La Plata; Jorge Macri, de Vicente López; Néstor Grindetti, de Lanús, y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero.

No todas son  flores para la niña mimada de Macri, que mientras ve crecer sus alianzas genera más resquemores a lo interno. En este escenario, el peronismo debe reacomodarse en tren de no sumar otra derrota en 2017.

CERCANÍAS Y GESTOS

La figurita del momento es Massa. El tigrense se muestra cauteloso en sus declaraciones. Asegura que no será candidato, pero sabe que todas las miradas están puestas en él y que el haber quedado bien parado en las elecciones del año pasado le da la posibilidad de decidir quién entra y quién no a su armado, poniendo él el precio.

El límite para Massa sigue siendo Cristina, no sólo porque aún mantiene un porcentaje duro, inamovible y alto de intención de voto sino porque, al mismo tiempo, tiene un porcentaje alto de imagen negativa. Massa no quiere perder esa “tercera posición” que logró construir en 2015, aunque sabe que ahora debe empezar a despegarse del oficialismo y ser, definitivamente, la alternativa. En tren de sostenerse como opción de la “clase media”, como él mismo se definió, el líder del FR apostó a una alianza con Stolbizer. Es cierto que una lista compuesta por el FR y Progresistas podría atraer al voto antiperonista que Massa ya no representa, pero también es cierto que Stolbizer tracciona una cantidad de votos mucho menor a lo que pueden llegar a traccionar dirigentes pesados del peronismo.

En lo que respecta al justicialismo, diversos gestos se han ido desarrollando desde que comenzó el año hasta ahora. El “Chino” Navarro rompió el bloque en Diputados y expresó su deseo de queMassa juegue por dentro del PJ. Gustavo Menéndez, sin hacer declaraciones, compartió la misa homenaje a Eva Perón con Malena Galmarini. El propio Massa se mostró hace pocos días en Tigre con Leonardo Nardini, el intendente de Malvinas Argentinas. Por otra parte, jefes comunales de todas las corrientes se encontraron para firmar el Pacto de San Antonio de Padua.

Además, quienes se muestran cercanos al tigrense son los integrantes del Grupo Esmeralda, quienes también pegaron el faltazo a la asunción de De la Torre. Martín Insaurralde (Lomas de Zamora),Juan Zabaleta (Hurlignham), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Pablo de Jesús (La Costa) y Eduardo Bucca (Bolivar) son parte de este armado comandado por el lomense, quien tras su derrota en 2013 amagó en múltiples oportunidades con saltar al FR.

Por otra parte, muchos aseguran que Diego Bossio ya cerró un acuerdo con Massa, y que en la misma línea iría el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

LA JOYA DEL PRO

Mientras el peronismo se reordena, Vidal continúa su campaña. Siguiendo la máxima deMaquiavelo, pretende dividir lo que no puede sumar. En este sentido, siendo consciente del peso del PJ en La Matanza, la gobernadora va por la escisión del poderoso distrito.

El objetivo es claro: restarle poder a Fernando Espinoza y a su alfil, Verónica Magario, pero sobre todo hacer de un terreno históricamente peronista cuatro distritos más fáciles de alcanzar. El proyecto entusiasma al Pro, pero también al FR.

Massa tiene dos límites: Cristina y Scioli. Si lograra dividir La Matanza, apuntaría directamente contra el bastión de poder de un sector del PJ que no piensa doblegarse ante él. Pero la estrategia es arriesgada, porque si el FR se lanza por un lado, el Frente Ciudadano por otro, y un sector del PJ y aliados por otro, ante un Cambiemos con territorio difícilmente tenga chances en la provincia de Buenos Aires. Massa debe poner en la balanza si le conviene, a esta altura, enemistarse con peronistas que en este momento no tienen un líder claro, y si le conviene regalarle un triunfo de esa magnitud a Vidal.

Vidal, por su parte, esta semana visitará junto a Macri la fábrica de Manaos en La Matanza, ansiosa por poner en un pie en la tercera sección electoral.

LO NUEVO Y LO VIEJO

El peronismo enfrenta otro problema además de las diferencias que, en gran parte, lo llevaron a la derrota. El cambio llegó fuerte tanto en el terreno de lo concreto como en lo simbólico, y en este sentido la política cambió en gran parte del inconsciente colectivo. Mientras el FpV sufre los ataques de Cambiemos, los partidos políticos en su conjunto se tornan palabra. Massa, Cristina, Macri,Scioli; todos forman parte de lo “viejo”.

Una nueva figura, capaz de aglutinar a todos los sectores, sería la salvación del peronismo y un dolor de cabeza para Massa. Por ahora, no hay señales de que otra personalidad logre levantarse de acá al 2019.

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