Así como hace más de 30 años la experiencia de las escuelas de proyectos pilotos permitió tener graduados secundarios de muy buen nivel, y posteriores profesionales en diversas ramas, a partir de una formación integral e intensiva; hoy la experiencia del Colegio Pre Universitario público Doctor Arturo Illia continúa por esa senda, con cantidad y calidad educativa, y premios a nivel mundial.

Doble turno. Talleres optativos, artes, comunicación, ciencias. Centro de estudiantes con fuerte compromiso, canal de televisión interno propio. Padres que acompañan el desarrollo de la escuela.

Todos los años, más de 700 chicos y chicas que dejan la primaria buscan ingresar al Íllia. Solo 130 lo lograran.

En los últimos años, la gestión actual de la Universidad Nacional de Mar del Plata decidió modificar el sistema de ingreso. Hoy 30 alumnos de primarias públicas con los mejores promedios ingresan directamente al establecimiento, que es público y gratuito. Con el paso del tiempo, el Íllia se había convertido en una escuela "pública, gratuita y de elite". 

Muchos padres se resistieron al cambio, y apostaban a la baja de la calidad académica con el ingreso de "otros" chicos, que venían de "la pública". Habían olvidado la esencia y pertenencia a la público de este colegio.

Los cambios llegaron. Y como muestra del nivel que se mantiene y crece, esta semana como comentábamos, Maxi Villegas, alumno del Íllia, logró la medalla de bronce en la Olimpiada Mundial de Ciencias, en Pune, India. Es de destacar que en el equipo del colegio hay chicos y chicas que llegaron desde las primarias públicas. Los jóvenes no se detienen en estas cosas, en presuntas diferencias que solo vemos los adultos. Tenemos mucho que aprender de ellos.

Para los próximos años, la dirección del colegio quiere llegar a tener 150 ingresantes anuales. 100 a través de los exámenes, y 50 con ingreso directo desde las escuelas públicas.

Experiencias como la del Íllia, y todos los colegios universitarios, y el recuerdo de lo que fue "La Piloto" en nuestra ciudad, nos invitan a la esperanza y a la reafirmación que estás historias pueden ser las opciones a explorar para mejorar la educación en nuestro país.